(Minghui.org)
(Continuación de la parte 1)
Persecución a Falun Gong
El 20 de julio de 1999, el entonces jefe del Partido Comunista Chino (PCCh), Jiang Zemin, lanzó una brutal campaña contra los practicantes de Falun Gong. La persecución continúa después de más de 20 años. La crueldad y la intensidad de la persecución son peores que las persecuciones a cualquier otra fe recta a lo largo de la historia.
El Sr. Li Hongzhi comenzó a enseñar Falun Gong (también conocido como Falun Dafa) al público en 1992, en la ciudad de Changchun, provincia de Jilin. La práctica de cultivación, basada en los principios Verdad-Benevolencia-Tolerancia y que se complementa con cinco series de ejercicios suaves, purifica la mente y el cuerpo de las personas y eleva su moralidad. En pocos años, Falun Gong se hizo muy popular en toda China.
Según las estadísticas oficiales de China, en 1999, el número de personas que practicaban Falun Gong había aumentado a más de 100 millones, y era muy respetado por muchos altos funcionarios del PCCh.
Alterado por la popularidad de Falun Gong, Jiang lanzó la persecución.
La persecución ha sido llevada a cabo por varios sectores del aparato del PCCh, incluyendo los departamentos gubernamentales, el ejército, el sistema sanitario, así como la seguridad pública, el sistema judicial, los tribunales, etc. Debido a la estricta censura informativa, lo que se ha informado sobre la persecución es solo la punta del iceberg.
Aun así, el sitio web Minghui.org ha conseguido recopilar una gran cantidad de información de primera mano durante los últimos 20 años y sigue recopilando y clasificando los casos.
Envergadura de la persecución
La persecución a los practicantes de Falun Gong se ha llevado a cabo en toda China, desde las ciudades hasta las zonas rurales, incluyendo 31 provincias, regiones autónomas y municipios de administración central.
La persecución en las zonas de las provincias de Heilongjiang, Jilin, Liaoning, Hebei, Shandong, Beijing, Sichuan y Hubei, ha sido especialmente grave.
Los practicantes que son sometidos a la persecución proceden de todos los ámbitos de la vida, e incluyen profesores, agricultores, artistas y empresarios, así como a funcionarios del gobierno y a quienes trabajan en las fuerzas del orden y en el poder judicial.
Entre los practicantes perseguidos por el PCCh hay personas de todos los géneros y grupos de diversas edades, desde bebés hasta ancianos de 80 o 90 años. Ni aún las mujeres embarazadas y los discapacitados son perdonados.
Las instituciones en donde se tortura a los practicantes de Falun Gong incluyen comisarías locales, centros de detención, campos de trabajos forzados, prisiones, hospitales psiquiátricos, así como algunos hoteles y escuelas convertidos en centros de lavado de cerebro.
Métodos de tortura
Según los informes de Minghui.org, los métodos de tortura utilizados contra los practicantes de Falun Gong incluyen entre otros, palizas, descargas eléctricas, administración involuntaria de drogas, abusos sexuales, etc.
En resumen, cualquier cosa que pueda infligir daño a los practicantes se utiliza para torturarlos.
Cada método de tortura puede utilizarse de diferentes maneras para intensificar el dolor. Por ejemplo, una víctima puede ser suspendida por una muñeca esposada, o por ambas manos esposadas, colgada del marco de una puerta, o con un fino cable. Algunos son colgados en un anillo de metal, o en posición de águila abierta, o colgados de cabeza en el aire.
Grado de persecución
La persecución a Falun Gong por parte del PCCh ha causado considerables pérdidas de vidas. Según estadísticas no completas, hasta el 19 de julio de 2022, Minghui.org ha logrado verificar 4.828 casos de practicantes de Falun Gong que perdieron la vida como resultado de la persecución.
Esta cifra es solo la punta del iceberg del número real de muertes. Debido a que el PCCh realiza un estricto encubrimiento de sus crímenes, un gran número de casos siguen ocultos en la oscuridad, con muchas pruebas destruidas a varios niveles, especialmente en relación con los casos masivos de sustracción forzada de órganos.
Según las estadísticas de Minghui.org, hasta el 10 de julio de 2019, 86.050 practicantes habían sido detenidos ilegalmente, 28.143 enviados a reeducación a través de centros de trabajo, 17.963 condenados ilegalmente a prisión, 18.838 sometidos a sesiones de lavado de cerebro por la fuerza y 809 practicantes forzados a ingresar en hospitales psiquiátricos. Los casos de diversas formas de persecución ascendieron a 518.940. Muchas familias fueron destruidas, por la separación o muerte de sus seres queridos.
La fe recta siempre atraviesa la oscuridad
Al día de hoy, 22 años del siglo XXI, la brutal persecución a los practicantes de Falun Gong continúa, y pasa todos los días en China. A pesar de la gran presión y las amenazas que reciben los practicantes de Falun Gong, en China, y de que sus derechos básicos a la vida, al trabajo, a la palabra y a la creencia han sido burdamente pisoteados, ellos han demostrado una increíble perseverancia, compasión, sinceridad y desinterés, que a su vez ha tocado los corazones de innumerables personas en China y en el extranjero, incluyendo a muchos que solían tener opiniones negativas sobre Falun Gong, y que trataban muy mal a los practicantes.
Por ejemplo, mientras estaban en la cárcel, los practicantes de Falun Gong con frecuencia recibían palizas e insultos de los reclusos, instigados por los guardias de la prisión. Sin embargo, los practicantes no mostraron ningún resentimiento ni rencor hacia ellos. Por el contrario, los trataban con gran compasión y comprensión.
Un practicante recordaba: "Poco a poco, cambiaron su actitud porque se dieron cuenta de que éramos buenas personas. Vigilaban a los guardias a través de la mirilla de la puerta, para protegernos. Como no teníamos música para los ejercicios en la cárcel, cuando hacíamos el segundo ejercicio, uno de los reclusos miraba la hora y nos recordaba que debíamos cambiar la posición de las manos. Empezaron a confiar en nosotros y nos hablaron de sus problemas. A los compañeros practicantes, nos ayudaban a conseguir materiales, papel, libros de Dafa, etc. Cuando los guardias registraban nuestra celda, nos ayudaban a esconder los libros de Falun Dafa".
El buen carácter de los practicantes de Falun Gong tuvo un impacto positivo en los reclusos. "Se peleaban menos entre ellos, e insultaban verbalmente menos a los demás. Algunos dejaron de decir palabrotas por completo. Cuando decían una palabrota, se sentían muy avergonzados y dejaban de hacerlo enseguida. Algunos reclusos también estudiaron el Fa con nosotros. Algunos dijeron: "Si hubiera conocido Falun Gong antes, no habría cometido ningún delito y no me habrían detenido aquí".
A lo largo de los años, Falun Gong ha recibido miles de proclamas y premios de todo el mundo en reconocimiento a sus grandes contribuciones y beneficios para las personas y las comunidades. En la actualidad hay personas que practican Falun Gong en más de 100 países de todo el mundo, y cada vez más gente se ha dado cuenta del valor y la importancia de los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, especialmente en los últimos tiempos, cuando el mundo está siendo asolado por la pandemia de COVID-19, la violencia y las guerras.
El alcalde de la ciudad de Chandler, Arizona, EE. UU., Kevin Hartke, declaró en una proclama: "La determinación y la valentía de los practicantes de Falun para defender Verdad-Benevolencia-Tolerancia, mientras se enfrentan a la severa persecución del Partido Comunista Chino, ha mostrado al mundo lo valiosa que es la vida y el valor de la dignidad humana".
La asambleísta del estado de Nevada, Tracy M. Brown, declaró en una proclama: "En estos tiempos difíciles, posteriores a la pandemia, el ejercicio de meditación de Falun Dafa, ha proporcionado a muchos habitantes de Nevada, una opción natural y eficaz para lograr la claridad mental, el alivio del estrés y una nueva energía.
"Falun Dafa no solo proporciona a las personas una sensación de tranquilidad interior y optimismo durante las circunstancias difíciles, sino que también proporciona una profunda comprensión de la vida y del universo".
En la actualidad, la comunidad internacional ha alcanzado un consenso general en condenar la persecución del PCCh contra Falun Gong y sus practicantes. Poner fin a la persecución y devolver la libertad a todos los practicantes de Falun Gong se ha convertido en la agenda mundial, humanitaria y de derechos humanos. Los crímenes del PCCh contra Falun Gong serán definitivamente resueltos en un futuro no muy lejano. La oscuridad pronto pasará y se reemplazará con luz.
Revelaciones de la historia
En la historia china, cuatro emperadores, así como el antiguo Imperio Romano, impulsados por la búsqueda del poder, quemaron las escrituras y persiguieron a grupos religiosos. Sin embargo, la compasión y la gran bondad mostradas por los creyentes rectos, permitieron que cada vez más personas sintieran la profundidad y el poder de la fe. Habida cuenta de las cuatro erradicaciones del budismo en la historia de China y de la persecución a los cristianos en la antigua Roma, hemos podido constatar que, con el paso del tiempo, cada vez más gente se convenció de las creencias rectas y se convirtió en practicante.
La órbita de la historia nunca ha cambiado. Desde 1999 hasta hoy, han pasado 23 años, y cada vez más personas en China, desde los funcionarios hasta la policía, desde los que tienen el poder hasta la gente común, han llegado a comprender la verdad sobre Falun Gong, y la persecución se ha vuelto difícil de mantener.
El poder solo es temporal, pero la fe es dada por Dios y fundamental para la vida. En este momento crucial, en la encrucijada de la historia, se necesita que la gente de buen corazón nunca menosprecie la fe. No importa lo que pase en la vida, todo el mundo venimos y nos vamos con las manos vacías. Solo si tenemos claro el pensamiento sobre lo que realmente ocurre, descubriendo la verdad y aferrándonos a nuestra bondad innata, podremos tomar la decisión correcta antes de la llegada de una nueva era.
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