"Me alegro de que haya gente buena como tú ahí fuera"

(Minghui.org) Vi a una mujer mayor sentada cerca de un supermercado cuando pasé por allí a principios de este año. Me acerqué y charlé con ella.

La mujer me dijo que estaba esperando a que su hija terminara de comprar en el supermercado. Aproveché la oportunidad para aclararle los hechos sobre Falun Dafa. Le conté cómo el Régimen Comunista Chino ha estado persiguiendo a los practicantes de Falun Dafa, fabricando propaganda para demonizar a los practicantes, o incluso extrayendo órganos de practicantes vivos y vendiéndolos para obtener grandes beneficios. La insté a que renunciara al Partido Comunista Chino (PCCh) y sus dos organizaciones juveniles, para no verse implicada cuando el régimen sea llevado ante la justicia algún día.

Me escuchó con mucha atención. Sin dudarlo, renunció a los Jóvenes Pioneros, una de las dos organizaciones juveniles del PCCh.

Cuando llegó su hija, también me pidió que le repitiera lo mismo a su hija, que también aceptó renunciar al Partido. La hija se mostró muy agradecida y dijo: "Hoy en día la gente busca el dinero. Solo ustedes, los practicantes de Falun Dafa, siguen preocupándose por los demás y nos dicen la verdad. Me alegro de que haya gente buena como ustedes".

Hace un año, otra anciana del pueblo vecino fue operada de la articulación de la cadera. Me contrató para que la cuidara por 100 yuanes al día. Aunque el precio de este trabajo de asistente sanitario era de 250 yuanes al día, acepté su oferta.

Mientras estaba en el hospital para cuidarla, aproveché la oportunidad para aclarar los hechos sobre Dafa a las enfermeras, los médicos y también a algunos pacientes. Una paciente que tenía dolor de ciática aceptó renunciar al PCCh después de que hablé con ella. Me dijo que el dolor se alivió después de dejar el Partido. Le pedí que recitara las frases auspiciosas "Falun Dafa es bueno; Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", y eso la ayudaría a recuperarse más rápido.

Durante los ocho días que estuve en el hospital, convencí a varias docenas de personas para que renunciaran al Partido, y la gente se mostró muy receptiva y feliz de escuchar lo que tenía que decir.

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