(Minghui.org) Shakespeare dijo: "Ser o no ser, esa es la cuestión". Para muchos chinos, callar o no callar, esa es también una cuestión importante, especialmente cuando se enfrentan a los crímenes cometidos por la maquinaria del Estado.
La cultura tradicional china valora la autocultivación y enseña a la gente a mantener la calma cuando surge un conflicto, a comprender bien todo el asunto antes de sacar conclusiones, y a no criticar a los demás a su antojo.
Confucio dijo: "Una persona comete menos errores si escucha más cuando tiene dudas y habla con cuidado en caso de no tenerlas; y una persona se arrepiente menos si observa más cuando tiene dudas y actúa con cuidado en caso de no tenerlas".
Lao Tzu (también conocido como Lao Zi) dijo: "La razón por la que la persona sabia y perspicaz prácticamente muere es porque le gusta ridiculizar los defectos de los demás; la razón por la que la persona elocuente y bien informada se mete frecuentemente en problemas es porque le gusta hablar de los defectos de los demás".
Los antiguos chinos creían que "el silencio es oro", que es la encarnación de la naturaleza sutil e introvertida del pueblo chino. Los practicantes religiosos también tienen una regla de oro para evitar "el yeli (karma) que surge de la boca".
Guardar silencio es un principio rector para conducirse en las interacciones con los demás en los asuntos cotidianos. Sin embargo, ¿debemos seguir guardando silencio ante los crímenes perpetrados por el Estado contra personas respetuosas de la ley, como los cometidos por el Partido Comunista Chino (PCCh)?
A través de sus numerosas rondas de movimientos políticos, el PCCh ha entrenado al pueblo chino para que guarde silencio ante cualquier cosa relacionada con la "política". La gente se ha vuelto indiferente a los sufrimientos de los demás o a cualquier cuestión social, para evitar convertirse en el objetivo del PCCh y disfrutar así de su propia vida de "libertad".
Sin embargo, la pandemia de COVID-19 y los despiadados cierres del PCCh han despertado a muchos chinos. La gente se ha dado cuenta de que, ante las mentiras y las acciones irresponsables del Partido, el silencio ya no es "dorado" sino un pecado o algo que lleva a la autodestrucción.
Los seres humanos, como grupo, necesitan cuidarse y apoyarse mutuamente. Solo se puede hacer justicia si todos trabajamos juntos para detener los delitos y hacer que los autores rindan cuentas.
El PCCh lanzó una campaña nacional contra Falun Dafa en julio de 1999 y desde entonces ha producido una continua propaganda calumniosa contra Falun Dafa y ha sometido a innumerables practicantes a arrestos, detenciones, torturas o incluso a la muerte por sustracción forzada de órganos.
Sin embargo, muchas personas, bajo el engaño y la intimidación del PCCh, simplemente guardan silencio ante estos actos criminales.
El abogado canadiense especializado en derechos humanos, David Matas, que ha sacado a la luz los delitos de sustracción de órganos del PCCh, afirmó que hay demasiada gente en el mundo que decide colaborar con el PCCh para obtener beneficios políticos y económicos.
Eso es cambiar los principios por los intereses. Nuestra conciencia no debe aceptarlo, la sociedad humana no debe aceptarlo y los seres divinos tampoco lo aceptarán.
Es hora de hacer lo correcto frente a los crímenes del PCCh. ¡Dejen de callar y digan "¡No!" al PCCh por el bien de la justicia y por la propia salvación!
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