(Minghui.org) Soy una practicante de Falun Dafa que obtuvo el Fa al mismo tiempo que su esposo, en 2014. Antes de empezar a practicar Falun Dafa (también conocido como Falun Gong), sufría de complicaciones de hemangiomas (crecimiento generalmente benigno de los vasos sanguíneos) para lo cual no existe tratamiento alguno. Ya me he sometido a tres operaciones en la nuca. Acudí al hospital cuando la afección se repitió, pero el médico se negó a operarme, alegando que mi vida correría peligro. Me dijeron que solo podía recibir un tratamiento conservador. El tratamiento conservador es un eufemismo para una muerte lenta. El hemangioma me presionaba los nervios del cuello hasta que perdí el control del brazo izquierdo. También tenía piedras en el riñón, cálculos biliares, tumores uterinos, quistes en los ovarios, anexitis (inflamación de las estructuras anexas al útero) y otras dolencias. Solo podía arrastrar mi cuerpo enfermo por mi casa y cocinar para mis hijos. Como no podía trabajar, tuve que cerrar mi tienda.
Mi suegra practicaba Falun Dafa y se recuperó de todas sus dolencias físicas. Mi esposoo se dio cuenta de que no teníamos otra opción, así que me pidió que practicara Falun Dafa con mi suegra.
Al principio, no creía en ello. Creía ciegamente en la propaganda del Partido Comunista Chino (PCCh) y pensaba que Falun Dafa iba en contra del Partido y del gobierno. Al principio me resistí. Sin embargo, me di cuenta de que no tenía otra opción si quería vivir. Así que hice los ejercicios de Falun Dafa con mi suegra y leí los libros de Falun Dafa con ella.
Solo después de leer Zhuan Falun comprendí que Falun Dafa no es en absoluto lo que se dice en la televisión. No tiene nada que ver con la política, el poder o la riqueza. Además, no es antipartido ni antigobierno.
Más bien, Falun Dafa enseña a la gente a ser buena, a renunciar al deseo de la fama y la fortuna. Es una Gran Vía de la Escuela Fo verdaderamente virtuosa. Mi malentendido se resolvió de repente y comprendí la verdad. Y, lo que es más importante, me recuperé de todo lo que me aquejaba. Mi esposo estaba muy contento y sentía que Falun Dafa era increíble. Estaba agradecido al Maestro Li (el fundador de Falun Dafa), y decidió empezar a practicar conmigo.
Mucha gente dijo que era estupendo que esposo y esposa pudieran cultivarse juntos y ayudarse mutuamente como una sola entidad. Pero en realidad, no fue tan fácil. Tuvimos muchos conflictos. Llevamos casados más de 30 años y siempre hemos discutido. Mi esposo tiene mal genio. Cuando se enfrentaba a una injusticia o se sentía agraviado, en lugar de aportar pruebas o justificar su inocencia, juraba o maldecía. Descargaba su ira contra quien estaba cerca de él, que era yo la mayoría de las veces. Desde que empezamos a cultivar Dafa, el temperamento de mi esposo ha mejorado mucho, y yo también me he esforzado por cambiar. Sin embargo, de vez en cuando mi esposo o yo perdíamos el control. Cuando mi esposo perdía el control de su temperamento, en realidad, lo acababa lamentando después.
Las reacciones de mi esposo son la pruebas que me arregló Shifu
Una vez, nuestro hijo mayor compró unos cangrejos para cenar. Mientras los cocinaba, dijo: "Las noticias dicen que el mar de Japón se ha contaminado con una fuga nuclear. Si no comes cangrejo ahora, no vas a poder comerlo durante un tiempo". Mi esposo contestó: "No escuches esas tonterías". Mi hijo argumentó: "Eso es lo que dijeron en Internet". Mi esposo se enfadó y gritó: "¡Son tonterías del PCCh, no les hagas caso!".
A mis hijos les asustaba que su padre perdiera los nervios, así que se fueron antes de la comida. Cuando mi esposo vio que todos los niños se habían ido y que nadie le hacía caso, se enfadó aún más. Tomó un hacha y destrozó la puerta, rompiendo hasta las cerraduras. Tiró todos los cangrejos en el patio. No me conmoví. Lo miré, y me dije que era una prueba que me ayudaría a mejorar. Recogí los cangrejos del patio y los limpié. Aunque no me peleé con él, me quejé en mi corazón: "No se está comportando como un cultivador". Le dije sin intención: "¿Por qué has regañado a los niños, ha merecido la pena?". Al oír esto, mi esposo se abalanzó sobre mí mientras su temperamento subía: "Tú siempre los proteges, apártate de mi camino, vamos a divorciarnos". En ese momento, no pude soportarlo más. No quería escucharlo. Así que salí de casa en bicicleta.
Sin embargo, me calmé mientras montaba en mi bicicleta. Recordé que Shifu dijo:
"Pero generalmente cuando viene un conflicto, si a uno no lo irrita hasta lo profundo del corazón, no vale, no sirve para elevarse" (Cuarta Lección, Zhuan Falun).
Soy una practicante, así que no debo enfadarme. Tengo que aguantar. Seguí recitando el Fa de Shifu en mi corazón, y llegué a la casa del practicante Liu sin darme cuenta. El practicante Liu habló conmigo de los principios del Fa. Me calmé, y después de enviar pensamientos rectos, volví a casa.
Aunque no me peleé con mi esposo, aún le guardaba cierto resentimiento en mi corazón. Mi esposo ya estaba bien y sabía que lo que había hecho era incorrecto. Simplemente no podía controlarse.
Cuando cené al día siguiente, me sentí de repente mareada y con náuseas. Quería tumbarme y descansar. En cuanto me tumbé, sentí que algo iba mal. ¿Acaso el mal se aprovechó de mí? No podía permitirlo. Así que hice lo que debía hacer. Me levanté y monté en la bicicleta eléctrica hasta la casa de mi suegra y traje algunos materiales de aclaración de la verdad que había que montar antes de distribuirlos. Empecé a montarlos. Sin embargo, me temblaban las manos. Mi nieta me dijo: "Abuela, déjame ayudarte". Me ayudó mientras yo enviaba pensamientos rectos a su lado. Mi esposo, mi nieta y yo salimos después a distribuir los materiales. Cuando volvimos, mis manos habían vuelto a la normalidad. Seguía diciendo en mi corazón: "¡Gracias, Shifu! Gracias, Shifu".
Sabía que me había equivocado en muchos aspectos. No trataba de razonar con mi esposo. No lo trataba con compasión. En cambio, me quejaba y empleaba un tono contundente. En ese momento, no me estaba considerando una cultivadora. Me quejaba de mi esposo antes incluso de la cultivación. Me disgustaba que fuera tan irascible. Su personalidad era demasiado agresiva. Después de cultivarme, Shifu cambió el camino de mi vida. Sin embargo, el resentimiento que sentía hacia mi esposo era tan fuerte que necesitaba plantarle cara. Ahora me doy cuenta de que su comportamiento lo provocaba mi resentimiento. Mi rencor alimentaba su mal carácter. Shifu me ayudó a verlo claramente. Casi había permitido que el mal se aprovechara de mí.
Cuando reflexioné sobre por qué no lo vi claramente en su momento, me di cuenta de que fue porque no miré hacia adentro. Solo esperaba que mi esposo cambiara. Shifu me dio esta oportunidad de mejorar. Fue mi esposo quien me dio a conocer Dafa. Fue él quien me ayudó a mejorar y a cultivarme. Debería estarle agradecida. ¿Cómo podría culparlo?
Cultivarme al ver las deficiencias de los demás
Este año, todos nuestros hijos llegaron a casa antes del Año Nuevo Chino. El nieto mayor quería jugar al póquer, y mi esposo estaba encantado de jugar con él. Al cabo de un rato, se enfadó con su nieto y este lloró. Al ver esto, yo también me enfadé. Entonces mi esposo se enfadó conmigo.
Mi nuera me arrastró al patio. Al cabo de un rato, mi hijo se acercó y me dijo: "Papá ha roto la olla". Estaba muy irritado. Pero, por muy enfadado que estuviera, no debía romper la olla. Es la víspera de Año Nuevo.
De repente me di cuenta de que esto era una prueba para mí. No debería resentirme con él. Esto era para que me deshiciera de mi resentimiento y de mi vanidad. Tampoco lo había hecho bien, porque me dejé conmover. Sentí pena por mi hijo y volví a resentirme con mi esposo. En cuanto me di cuenta de mi defecto, lo dejé pasar. Cuando lo recordamos, mi esposo no podía entender por qué se enfadaba tanto. Yo creo que era una prueba para mí que Shifu arregló.
Un día después del Año Nuevo Chino, un practicante llamado Bai vino a mi casa y le pidió a mi esposo que le ayudara con una tarea, para conseguir algunos negocios. Hablé de la experiencia de cultivación con Bai, incluyendo el problema de mi esposo.
Después de escuchar mi relato, Bai me dio dos ejemplos. Una vez, él y otro practicante llamado Cui fueron a Shijiazhuang a comprar algunos suministros. Ese día nevó mucho y el practicante Cui dijo: "Hoy no habrá autobús, no vayamos". Bai no le hizo caso y salió de todos modos. Después de esperar mucho tiempo, no había autobús, y Cui volvió a decir: "No habrá autobús. Volvamos". Bai aún no estaba tentado a rendirse y siguió esperando. Resultó que poco después llegó el autobús.
Cuando se bajaron del autobús en Shijiazhuang, pasó una persona. Bai le preguntó a Cui: "¿Qué pensabas hace un momento?". Cui respondió: "La vi como si fuera un oso negro y gordo. ¿Cómo sabes que estaba pensando en algo?". Bai le dijo: "He visto caer un trozo de materia negra sobre esa persona. Somos cultivadores; no puedes mirar a los demás de esa manera. Cada pensamiento de un cultivador es muy importante. Cuando estés pensando en algo que no es bueno, esa materia negra se transferirá a ellos, y crearemos yeli (karma)". Bai y Cui enviaron rápidamente pensamientos rectos para limpiarse ambos, y al mismo tiempo limpiar las cosas malas de esa persona.
En otra ocasión, cuando Bai fue a una reunión para compartir experiencias, algunos practicantes mencionaron los defectos de otros practicantes. Entonces, un practicante preguntó: "Cuando ves los defectos de los demás, ¿quién se está cultivando, la otra persona o tú?". Bai me dijo: "No mires siempre los defectos de los demás. Si piensas que esas personas no son buenas, la materia mala se les transferirá. Lo que lo causa es tu pensamiento. Tienes que vigilar tus pensamientos y permanecer impasible". Le dije: "No has venido aquí para hacer negocios con mi esposo hoy. Es Shifu quien vio que su discípulo era ignorante, y usó tu boca para despertarme".
Siempre me fijaba en los defectos de mi esposo, y le añadía materia mala y alimentaba sus defectos. Le culpaba. Era un defecto en la cultivación. Voy a tratar de mirarme, de verdad, en el futuro.
Antes de cultivarme, mi esposo era una persona de buen corazón que valoraba el amor y la rectitud. Solo tenía un temperamento fuerte. Ahora que practica Falun Dafa, también se refrena. Aunque de vez en cuando sigue teniendo mal genio, después puede pensar en sus propios defectos y hacer lo posible por cambiar.
Tengo que aprender a pensar más desde el punto de vista de los demás. Mi esposo trabaja muy duro cada día. A veces no puede volver a casa durante muchos días. Cuando llega a casa, todavía encuentra tiempo para estudiar el Fa, hacer los ejercicios y aclarar la verdad. Mientras sea un trabajo para Dafa, nunca ha aflojado. Ha estado cultivándose todo este tiempo, y los cambios en estos años son tremendos. Soy yo quien ha pedido demasiado.
Los estados de cultivación de las personas son diferentes. Mi esposo tiene lo que necesita para cultivarse, y yo tengo lo que necesito para cultivarme. Nuestra interacción es el examen que Shifu nos ha dado para ayudarnos mutuamente. Espero que mi esposo me señale mis defectos en el futuro. Los dos estaremos en armonía. Aprenderé a calmarme y a comunicarme con mi esposo utilizando los principios del Fa. Aprenderemos, practicaremos y progresaremos juntos.
Epílogo
Cuando veo las deficiencias de los demás, tengo que cultivarme. Empecé tarde en la cultivación, por lo que siempre esperé recuperar el tiempo perdido. Capta la esencia de la cultivación, y sé valiente y diligente. Ahora lo entiendo. Gracias, Shifu, por su iluminación. Mi corazón es mucho más brillante.
Es debido a una relación predestinada que somos capaces de reunirnos como esposo y esposa y como compañeros de práctica. Voy a apreciar el ambiente de cultivación dispuesto por Shifu, a encontrar más de mis propios defectos y a mejorar junto con mi esposo.
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