(Minghui.org) Dos residentes de la ciudad de Weifang, en la provincia de Shandong, fueron juzgadas el 20 de junio de 2022 y fueron condenadas a 3.5 años de prisión cada una por su fe en Falun Gong. El tribunal prohibió a sus familias asistir a la vista y no citó a ninguno de los siete testigos de la acusación para que comparecieran ante el tribunal para aceptar el interrogatorio.
Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una disciplina espiritual perseguida por el Partido Comunista Chino desde 1999.
Detenciones y acusaciones
Las Sras. Xu Guizhen y Wang Shuhua fueron detenidas la noche del 7 de diciembre de 2021 por distribuir material informativo sobre Falun Gong. Posteriormente fueron puestas en libertad bajo fianza. La División de Seguridad Nacional del Distrito de Fangzi presentó sus casos a la Procuraduría del Distrito de Kuiwen, que las acusó y trasladó sus casos al Tribunal del Distrito de Kuiwen.
Cuando las dos practicantes entraron en la sala la mañana del 20 de junio, dos mujeres se presentaron como abogadas de oficio para representarles. Sabiendo que los abogados de oficio suelen recibir instrucciones de las autoridades para que las practicantes de Falun Gong se declaren culpables, las practicantes rechazaron su representación.
Declaración de la defensa
Las Sras. Xu y Wang fueron acusadas de "socavar la aplicación de la ley con una organización sectaria", un pretexto habitual utilizado contra los practicantes de Falun Gong. La Sra. Xu testificó en su propia defensa y refutó la acusación contra ella. Dijo que ninguna ley criminaliza a Falun Gong en China y que ninguna de las dos listas de sectas publicadas por la Oficina de Seguridad Pública en 2000 y 2014, respectivamente, incluía a Falun Gong.
El procurador le dijo: "En el dictamen jurídico publicado por el Tribunal Popular Supremo y la Procuraduría Popular Suprema en 2017, calificaron a Falun Gong de secta."
"La opinión en sí misma no tenía ningún poder jurídicamente vinculante, ya que ninguno de los dos organismos es un órgano legislativo en China. La opinión no puede servir como ley promulgada para que las agencias de aplicación de la ley actúen". La Sra. Xu también señaló que la oficina de publicaciones china había levantado la prohibición de los libros de Falun Gong el 1 de marzo de 2011, lo que indicaba además que ella no había violado la ley al distribuir materiales de Falun Gong.
Continuó diciendo que estaba gravemente enferma cuando aprendió Falun Gong y que se recuperó en tan solo un mes. Desde entonces está sana. Dijo que su recuperación no era un caso aislado entre los practicantes de Falun Gong, ya que muchos otros tuvieron experiencias similares. "Falun Gong me salvó la vida y debo hablar de ello. Como practicantes de Falun Gong, todos nos esforzamos por ser buenas personas. Si todos practicaran Falun Gong, nuestra sociedad estaría mucho mejor, solo Falun Gong es una tierra pura".
"Deja de hablar. Ya hemos oído suficiente", la interrumpió el procurador.
A continuación, el procurador leyó el testimonio de siete testigos, pero ninguno compareció ante el tribunal para aceptar el contrainterrogatorio.
La Sra. Xu argumentó que los testimonios no eran válidos si los testigos no se presentaban en el tribunal en persona. El hecho de que encontraran materiales de Falun Gong en algún lugar, no significaba que los materiales fueran distribuidos por ella y la Sra. Wang. Por otra parte, independientemente de quién distribuyera los materiales, se trataba de su libertad de creencia y expresión, y eso estaba completamente protegido por la ley.
En su declaración final, dijo: "En la China actual, el poder político está por encima de la ley y ustedes están abusando de la ley para perseguir a practicantes inocentes de Falun Gong. Cuando la historia pase a la siguiente página, todos los agravios serán llevados ante la justicia. Sería prudente que no participara en la persecución ahora, para protegerse en el futuro".
La Sra. Wang no preparó una declaración de defensa, pero dijo que estaba de acuerdo con todo lo dicho por la Sra. Xu.
El juez condenó a ambas a 3.5 años.
Como las practicantes no superaron el examen físico y el Centro de Detención de Changyi rechazó su ingreso tras el juicio, la policía les permitió volver a casa.
Las familias de las practicantes se enteraron más tarde de que los veredictos fueron determinados por el Comité de Asuntos Políticos y Judiciales de la ciudad de Weifang y la Oficina 610, dos organismos encargados específicamente de supervisar la persecución.
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