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​La policía sigue acosando a una mujer de 72 años discapacitada por la tortura

Jul. 17, 2022 |   Por un corresponsal de Minghui en la provincia de Henan, China

(Minghui.org) Una mujer de 72 años, residente en la ciudad de Zhoukou, provincia de Henan, ha sido detenida nueve veces y sometida a diversas torturas por defender su fe en Falun Dafa, desde que el régimen comunista chino ordenó la persecución en 1999. Como resultado, no puede caminar sin ayuda y no tiene fuerza en su brazo izquierdo. Sin embargo, la policía ha seguido acosándola sin descanso.

Una nueva vida gracias a la práctica de Falun Dafa

Después de que el marido de Wu Guifang muriera de una enfermedad cardíaca a una edad temprana, ella luchó por criar a sus tres hijos sola. Desarrolló muchas enfermedades y a menudo, debido a su vida, se sentía desesperada.

La vida de la Sra. Wu cambió después de empezar a practicar Falun Dafa el 15 de agosto de 1996. Recuperó su salud en poco tiempo. Los principios de Falun Dafa de Verdad, Benevolencia y Tolerancia la ayudaron a encontrar el verdadero significado de la vida y reavivaron su esperanza en el futuro.

Sin embargo, su vida se arruinó después de que el régimen comunista chino iniciara la persecución a Falun Dafa el 20 de julio de 1999. Fue detenida nueve veces, encerrada dos veces durante un total de cuatro meses y medio, y posteriormente en un centro de detención dos veces por un total de otros cinco meses y medio. También se le impuso una pena de tres años de trabajos forzados en un campo, pero no se cumplió debido a su estado físico. Su casa fue saqueada seis veces a lo largo de los años.

Torturada durante la detención

El 3 de octubre de 1999, los agentes Gao Feng y Liu Min, de la División de Seguridad Interior de la ciudad de Zhoukou, sacaron a la Sra. Wu de su casa sin mostrarle ningún documento legal. Cuando ella preguntó por el motivo de su detención, le respondieron que desde el comienzo de la persecución, nadie la había consultado sobre su actitud hacia Falun Dafa. Por ello, la consideraron "un pez que se escurrió de la red" y la detuvieron durante 15 días.

Aproximadamente un año después, a las 3 de la tarde del 9 de noviembre de 2000, los agentes de policía Wang Guosheng, Hou Hongqi, Li Defang y Liu Feng irrumpieron en su apartamento sin mostrar una orden de registro. Saquearon su apartamento y confiscaron docenas de libros de Falun Dafa y 500 yuanes en efectivo. La llevaron a la División de Seguridad Doméstica y comenzaron a interrogarla alrededor de las 6 de la tarde.

Los policías Li Yuzheng y Liu Dou la obligaron a arrodillarse y la ataron con una gruesa cuerda de nylon. Li la abofeteó unas 30 veces. Le arrancaron un diente y le aflojaron muchos otros. Li siguió golpeándole la cabeza, lo que le provocó una persistente y grave pérdida de cabello durante los seis años siguientes. Li no paró hasta que se agotó. La Sra. Wu casi se desmaya.

Fue obligada a arrodillarse durante tres o cuatro horas antes de que los agentes le quitaran la cuerda. Sin embargo, los abusos no cesaron. Un agente de policía la obligó a sostener un palo de madera por encima de su cabeza durante media hora antes de que el agente Huang Jinqi la llevara a su despacho. El instructor, Wang Guosheng, estaba allí. Después la ató con una fina cuerda de nailon y luego la azotó con un haz de cuerdas y la golpeó con un palo de madera. No paró hasta que se agotó. Tras golpearla durante varias horas, la policía ordenó a la Sra. Wu que sostuviera un palo de madera durante media hora, antes de llevarla a otra habitación.

El agente Liu Dou pensó que la tortura había terminado y le indicó que se tumbara en una cama. Ella sentía tanto dolor que se esforzaba por tumbarse.

En cuanto Huang Jinqi la vio tumbada, le gritó: "¡Wu Guifang! ¿Cómo te atreves a tumbarte?". La arrastró fuera de la cama hasta su despacho y comenzó una nueva ronda de tortura. Él y el instructor Wang volvieron a atarla. También apretaron la cuerda empujándola hacia atrás con las rodillas. Luego la golpearon con un palo de madera. La golpearon tan fuerte que el palo se rompió. Comenzaron a golpearla con sus zapatos de cuero, hasta que los zapatos también se rompieron.

La tortura continuó hasta el amanecer. Wang volvió a tensar la cuerda. Esta vez, el dolor hizo que la Sra. Wu se desmayara. Cuando volvió en sí, la desataron. Wang le sujetó el brazo y Huang le agarró la mano para tomar las huellas dactilares en un documento sin decirle para qué era.

El clima en noviembre era muy frío. La Sra. Wu llevaba más de diez horas arrodillada en el suelo de cemento con unos pantalones finos. Cuando Huang y Wang la sacaron de la oficina, ella no sentía las piernas. Su rostro también estaba desfigurado. Han pasado 22 años desde la tortura y no puede caminar sin ayuda. Tiene que depender de un pequeño triciclo para desplazarse. Todavía no puede sostener un cuenco de arroz con el brazo izquierdo. Su brazo derecho tiembla incontrolablemente.

El 10 de enero de 2001, la policía comenzó otra sesión de interrogatorio que duró cuatro días, después de que alguien expusiera en Internet la tortura anterior de la Sra. Wu. Volvieron a torturarla.

Más tarde, se enteró de que la delegación de una organización internacional de derechos humanos acudió a Zhoukou para investigar las torturas. Para encubrir la persecución, se trasladó a un gran número de practicantes de Falun Dafa a otra ciudad y se les impuso la pena de trabajos forzados.

En febrero de 2001, le impusieron 3 años de trabajos forzados, pero debido a su discapacidad por la tortura, ningún centro de detención estaba dispuesto a admitirla, por lo que fue liberada el 4 de marzo.

Tras su regreso a casa, la policía acudía constantemente a su domicilio para acosarla, a veces llamando a su puerta en mitad de la noche. Ella y su familia no pudieron vivir ni un día sin miedo.

Más arrestos y detenciones

Bajo las instrucciones de Li Fengli, director del departamento de policía, la policía llevó a la Sra. Wu a un centro de lavado de cerebro el 2 de mayo de 2001. Sin embargo, el centro de lavado de cerebro se negó a aceptarla ya que no podía cuidarse sola.

El 29 de diciembre de 2001, la policía irrumpió en su casa en medio de la noche, cuando ella dormía. Le confiscaron sus libros de Falun Dafa, cintas y discos de vídeo. Obligaron a su hijo a llevarla al coche de policía y se la llevaron. Sin embargo, al día siguiente tuvieron que llevarla de vuelta a casa debido a las dificultades de movilidad.

El 9 de junio de 2003 fue detenida una vez más y llevada al Centro de Detención de la ciudad de Zhoukou. Al día siguiente, la policía trató de extorsionar a la familia con 8.000 yuanes, pero no pudieron pagarlos.

En el centro de detención, el guardia Kang Yuejin le puso un par de grilletes metálicos de 25 kilos y las esposas más pequeñas. Ella no podía moverse en absoluto. Los reclusos y el personal del centro de detención suplicaron en nombre de la señora Wu antes de que Kang accediera a quitarle los grilletes.

Debido a la tortura en el centro de detención desarrolló una grave enfermedad cardíaca y presión arterial alta. Su vida corría peligro. Para evitar posibles responsabilidades, el centro de detención instó a los agentes de policía a llevarla de vuelta a casa.

En julio de 2005, la policía volvió a saquear su casa mientras ella estaba fuera.

El 15 de septiembre de 2009, cuando siete practicantes de Falun Dafa se encontraban en su casa para estudiar juntos las enseñanzas de Falun Dafa, decenas de agentes de paisano irrumpieron en la casa sin una orden de registro. La detuvieron y también a sus invitados bajo la acusación de "perturbar la estabilidad social". Mientras que tres de sus invitados fueron liberados al día siguiente, otros tres fueron llevados a un centro de detención y retenidos durante tres días. La Sra. Wu y la invitada restante fueron llevadas al Centro de Detención del Condado de Shangshui.

Nada más llegar al centro de detención, sufrió un ataque al corazón y se encontraba en estado crítico. El examen médico demostró que tenía la presión arterial alta, una enfermedad cardíaca y atrofia cerebral. La policía la dejó en libertad dos días después.

Acoso continuado

En marzo de 2021, el director de la comunidad residencial, Wang Zhenying, se presentó en su domicilio con una declaración preimpresa para renunciar a Falun Dafa y ordenó a su hijo que le entregara una copia. La amenazaron con que si no renunciaba a Falun Dafa, a sus nietos se les prohibiría asistir a la escuela o encontrar trabajo. Ella se negó a obedecer.

Una semana después, Wang volvió con la misma declaración. Después de que siguiera negándose a firmar, la amenazaron con denunciarla a la policía.

Desde entonces, vinieron una vez a la semana, ordenándole que firmara la declaración.

El 14 de abril, Gao Xinfu y Ren Pansuai, de la comunidad residencial, junto con varios agentes de policía, se presentaron en su casa. Afirmaron que estaban ayudando a un nuevo agente de policía a localizar la casa de la Sra. Wu.

En la mañana del 23 de abril, la policía volvió a saquear su casa. La llevaron al departamento de policía de la ciudad de Zhoukou y la retuvieron allí durante un día.

Desde entonces, el personal de la comunidad ha acudido a su casa para comprobar su estado cada tres semanas. El 30 de junio, mientras preparaba la comida, levantó la vista sin querer y vio que su habitación estaba de repente llena de gente. Estaba tan traumatizada que le dio un ataque al corazón. Esas personas se fueron.

El acoso hizo que su hijo menor, que acababa de recibir el alta del hospital, sufriera una recaída y necesitara tratamiento en una unidad de cuidados intensivos durante dos días.

Más de diez agentes volvieron a acosarla el 30 de julio. La amenazaron: "Podemos detenerla en cualquier momento. Si está enferma o no, no es asunto nuestro".

Para más información sobre la persecución a la Sra. Wu Guifang, lea el artículo: Parcialmente paralizada por tortura, mujer de 72 años acosada por su fe.

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