(Minghui.org) El fundador de Falun Dafa -el Sr. Li Hongzhi- presentó la práctica al público el 13 de Mayo de 1992. Desde entonces, Falun Dafa se ha difundido de boca en boca en China y por todo el mundo, incluida Noruega, que se encuentra en el noroeste de Europa.

Para celebrar el 30.º aniversario de la presentación de Falun Dafa, los practicantes de Oslo llevaron a cabo actividades para difundir la práctica espiritual frente al edificio del Parlamento, en el centro de Oslo, el 13 de Mayo de 2022. Más tarde se manifestaron pacíficamente ante la Embajada de China y pidieron el fin de la persecución en China.

Los practicantes se reunieron en una biblioteca pública de Oslo el 15 de mayo para la segunda Conferencia de Intercambio de Experiencias en Noruega. Hablaron de cómo la práctica de Falun Dafa les hizo mejores personas, y expresaron su gratitud al fundador por la oportunidad de practicar la cultivación.

Los transeúntes se informan sobre Falun Dafa durante las actividades realizadas para celebrar el Día Mundial de Falun Dafa.

Los practicantes comparten sus experiencias de cultivación durante la Conferencia.

Los asistentes escucharon atentamente a los practicantes que leyeron sus experiencias de cultivación.

Los asistentes se hacen una foto de grupo durante la segunda Conferencia de Intercambio de Experiencias de Cultivación en Noruega.

Eliminando la envidia

Teresa comenzó a practicar hace más de 20 años, cuando era estudiante universitaria. Ahora es madre y trabaja en la Universidad de Oslo. Habló de cómo descubrió su envidia profundamente oculta. “Me enfadaba porque sentía que mi esposo no hacía tanto como yo en casa. Pensaba que esto venía del principio de igualdad, pero en realidad era envidia".

Aprendió a considerar las relaciones familiares desde la perspectiva de la cultivación, diciendo: "La frase: 'Todos son iguales' viene de la ideología comunista y es incorrecta. Todo el mundo tiene diferente cantidad de yeli (karma) que hay que pagar. Estaba enfadada porque pensaba que se me trataba injustamente. En realidad, era la envidia".

Aprendiendo a dejar ir

Sissel es una profesora jubilada de 70 años. Hace muchos años, leyó un artículo en una revista sobre Falun Dafa y decidió practicar. Hace dos años, empezó a pensar en cómo podía compaginar la familia, la cultivación y decirle a la gente sobre la persecución que sufre la práctica en China.

Vivía en una propiedad dejada por su bisabuelo. La familia la había heredado durante más de un siglo, con una gran casa y un jardín. Tenía muchos recuerdos felices allí. Eligió vivir allí durante más de 30 años por los árboles frutales, el jardín con abundante luz solar y el suave césped. Pero le costaba mucho trabajo cuidarlo todo. También tiene dos hijos cerca y necesitan ayuda para cuidar a los nietos.

Pidió orientación a Shifu y se le presentó una oportunidad. Pronto vio una nueva urbanización cerca de su casa. Tuvo el presentimiento de que ese sería su nuevo hogar. Tomó una decisión importante. Vendió su propiedad y compró una unidad en la nueva urbanización. Fue un proceso de cultivación mientras esperaba la mudanza. Durante ese tiempo, Sissel recorrió todas las habitaciones y se deshizo de muchas cosas de las que le resultaba difícil desprenderse. Cuando se deshizo de dos sillas de niño, dijo: "Cuando me di cuenta de que eran mi apego y mis sentimientos los que me hacían querer conservar las sillas. Me resultó mucho más fácil deshacerme de esas cosas. También me deshice de muchos objetos a los que estaba emocionalmente apegada de esta manera".

Después de mudarse al nuevo apartamento, dijo: "Desde el primer momento, me sentí como si hubiera vuelto a casa. Sentí que el Maestro había estado cuidando de mí todo el tiempo. He superado varias pruebas y ahora he completado el proceso de abandonar los deseos y muchos apegos. En mi apartamento solo hay cosas que necesito. Me siento muy bien". Ahora tiene más tiempo para dedicarse a la cultivación y a contar a la gente lo maravilloso que es Dafa. Está agradecida al Maestro por haber dispuesto que se convirtiera en discípula de Dafa.

Superando un dolor de cabeza que amenazaba la vida

Henriette es profesora y era aficionada a la medicina china. Durante una clase de acupuntura, el médico de medicina china le presentó Falun Dafa y comenzó a practicarlo.

Henriettte dijo que el Maestro la cuidaba constantemente y la animaba. Habló de un incidente que tuvo lugar en 2016. Ese año, el 24 de mayo, tuvo de repente una fuerte migraña. Recordó: "El dolor era insoportable, sentía que el cielo daba vueltas y quería rendirme. Sentí que estaba a pocos segundos de la muerte. Entonces grité el nombre del Maestro y me salvó. Mis síntomas desaparecieron y supe que sobreviviría".

Después, sintió a menudo la ayuda de Shifu en su cultivación y durante las actividades de aclaración de la verdad.

Eliminando el resentimiento

Margun conoció Falun Dafa en una exposición de la salud. Esperaba expresar su gratitud al Maestro escribiendo sus experiencias de cultivación.

Habló de cómo eliminó sus apegos a ser exigente y a guardar rencor. "Si podemos reconocer nuestros apegos y negarlos, desaparecerán gradualmente". Por eso, en su vida diaria, examina constantemente sus pensamientos. Si se da cuenta de que critica a los demás o tiene pensamientos negativos, los corrige inmediatamente.

Aprendiendo a ver el lado positivo de los demás

El esposo de Annika le habló sobre Dafa en la primavera de 1999 y ella comenzó a practicar. Meses después, el Partido Comunista Chino comenzó a reprimir la práctica, pero esto no la detuvo. Ella comprendió finalmente el propósito de la vida después de practicar la cultivación. Dijo: "Ser una discípula de Dafa durante el período de la Rectificación Fa es el mayor regalo de mi vida". Su miedo y ansiedad también desaparecieron.

Aprendió a mirar hacia dentro cuando tenía conflictos con los demás. Observó que su hija seguía sus maneras impacientes y de mal genio cuando enseñaba a sus propios hijos. Se avergonzó de su comportamiento anterior. Suspiró y dijo: "¡En aquella época no tenía la guía de Dafa!".

Le contó a su hija sus reflexiones, pero esta no le dio importancia y siguió perdiendo los nervios con los nietos. Annika decidió: "Debo mirar en mi interior y no culpar a los demás. Descubrí que a menudo criticaba a mi hija por cómo educaba a sus hijos. Solo me fijaba en cómo se enfadaba e impacientaba con ellos, pero la forma en que se comportaba era igual que la trataba yo cuando era joven. Empecé a fijarme en sus puntos fuertes. Me esforcé por cambiar mi opinión sobre ella. Poco a poco, noté algunos cambios en nuestra relación. Nos comunicábamos más a menudo y nos llevábamos mejor".

La relación con mi suegra mejoró al seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia

Thao es de Vietnam. Ella pasó por dificultades y sufrimientos en la vida a una edad temprana y siempre quiso practicar la cultivación.

Iba a menudo a los templos mientras estudiaba en la universidad. Casi todos los días leía las escrituras budistas con la esperanza de encontrar una salida, pero no encontró ninguna respuesta. Decía que tal vez los dioses vieron su deseo. Después de mudarse a Noruega, la mujer de su primo le presentó Dafa y encontró las respuestas a la vida que había estado buscando.

Después de escuchar la segunda conferencia en las grabaciones del Maestro, sintió que un Falun (rueda de la ley) le daba vueltas en la frente, las palmas de las manos y las piernas. Poco a poco empezó a practicar. Cuando se comportó de acuerdo con los requisitos de las enseñanzas, el Maestro limpió su cuerpo. Le dolían los brazos y los sentía entumecidos. Sus constantes dolores de cabeza y de espalda desaparecieron. Incluso sus pensamientos depresivos desaparecieron.

Dijo que sintió que su carácter mejoraba después de guiar sus acciones utilizando los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Dejó de estar resentida con su suegra y aprendió a ser considerada. Pudo ver su lado bueno. Los conflictos familiares se volvieron inusuales y se llevó mejor con su suegra.

Su esposo, que es médico, vio su transformación. Notó que ya no se enfadaba ni se quejaba. Ahora él ya no se sentía agotado por los conflictos familiares. Conmovido por sus cambios positivos, decidió empezar a practicar.

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