(Minghui.org) El 29 de enero de 2020, seis días después de que las autoridades de Wuhan, en la provincia de Hubei, anunciaran el cierre de la ciudad para frenar el brote de coronavirus, un residente local de 75 años comenzó a tener fiebre y diarrea.
Pensando que se trataba de un resfriado, se tomó unas pastillas de hierbas chinas y no le dio mucha importancia. Dos días después, perdió el apetito y sintió náuseas. No podía ingerir ningún alimento sólido, sino solo algunos fideos o sopa de arroz. Poco después, empezó a toser y a sentirse muy débil.
El 1 de febrero, acudió a un hospital local y le dijeron que tenía COVID-19. Como el hospital ya estaba saturado de pacientes con COVID-19, le pusieron una inyección y le enviaron a casa. Dos días más tarde, había una cama disponible y fue admitido en el hospital. Mientras tanto, su familia fue puesta en cuarentena.
El 4 de febrero fue trasladado a otro hospital especializado en el tratamiento de enfermedades contagiosas. En los primeros días de su hospitalización, tuvo dificultades para respirar y tardó un día entero en acabarse toda la comida del desayuno.
Se asustó mucho después de que su compañero de habitación muriera de COVID-19. Entonces lo trasladaron a otra habitación del hospital.
En ese momento, recordó que su esposa, que practicaba Falun Dafa desde hacía más de 20 años, le recordaba a menudo que recitara las frases auspiciosas: "Falun Dafa es bueno; Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", que habían traído bendiciones a muchas personas.
Comenzó a recitar las frases y añadió una frase: "Maestro Li (fundador de Falun Dafa), por favor, sálveme". Después de eso, su condición comenzó a mejorar y se recuperó rápidamente. En diez días, le dieron el alta del hospital. Dijo que mientras tanta gente moría por la infección del virus en Wuhan, es sorprendente que él se recuperara tan pronto de la enfermedad a pesar de su avanzada edad. Estaba agradecido al Maestro Li y a Falun Dafa por haberle salvado la vida.
Además del residente de Wuhan mencionado anteriormente, otra practicante también informó que sus vecinos de 70 y 80 años se beneficiaron físicamente al recitar las frases de Falun Dafa.
Varios de sus vecinos le dijeron una vez: "¡Falun Dafa es tan grande! Si todo el mundo sigue Verdad, Benevolencia y Tolerancia, la moralidad de la gente mejorará y nadie hará cosas malas para dañar a los demás". A menudo recitaban las frases auspiciosas y gozaban de buena salud.
Cuando la practicante le dio un día a una mujer algunos materiales de Falun Dafa, se ofreció a pagar por ellos, pero la practicante declinó amablemente, diciendo que solo esperaba que entendieran los hechos sin buscar nada a cambio.
Un secretario de pueblo de 70 años solía tener fuertes reacciones después de consumir alcohol. El problema desapareció cuando empezó a recitar las frases. El marido de la practicante también se recuperó de la diarrea y los vómitos repitiendo las frases.
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