(Minghui.org) A finales de abril de 2021, uno de mis clientes me confió: "Mi gerente lo ha pasado mal estos últimos días. Su único hijo, que está estudiando en Estados Unidos, se infectó con COVID-19 y está en estado crítico".
Mi clienta sabe que practico Falun Dafa, una antigua disciplina espiritual de ejercicios y meditación basada en los valores universales de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Le había hablado de personas que habían sido bendecidas repitiendo las frases auspiciosas "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Le sugerí que compartiera esas historias con su director, que es un buen amigo suyo. Si estaban dispuestos a probarlo, les ayudaría.
Varios días después, la clienta me envió un mensaje: "¡Muchas gracias! El hijo de mi gerente está mejorando. Ya puede beber agua. Su ayuda fue muy apreciada".
Unos días después, me dijo que el joven había sido dado de alta del hospital.
Después de comprobar el poder de las frases auspiciosas, se lo contó a su padre, que estaba recibiendo quimioterapia por un cáncer y estaba muy débil.
Poco después de que su padre empezara a recitar las frases, se recuperó más rápido de lo esperado. Estaba asombrado e insistió en venir a visitarme desde Beijing. Estaba muy interesado en aprender más sobre Falun Dafa. Le di los videos de las conferencias del Maestro y los folletos con las historias de cultivación de los practicantes.
Más tarde me dijo que su padre escuchaba las enseñanzas del Maestro Li (fundador de Dafa) todos los días. "Hace poco volvió para una revisión de seguimiento y los médicos dijeron que se ha recuperado muy bien".
Un día vino a mí con prisa para conseguir algunos materiales informativos de Falun Dafa y se fue. Me dijo: "Te lo contaré más tarde". Resultó que una de sus amigas se había lesionado en un accidente automivilístico. Le habló a su amiga de las frases auspiciosas, con la esperanza de que pudiera recuperarse rápidamente.
Los fibromas uterinos se reducen solos
Un día, mi colega Lin me dijo que le habían diagnosticado fibromas uterinos y que el médico le había sugerido una operación con láser.
También le hablé de Falun Dafa y la convencí de que renunciara al Partido Comunista Chino, que ha sido un desastre para China. Se mostró muy receptiva.
Cuando regresó al trabajo, pasó por mi oficina para contarme que el día en que la iban a operar, el médico descubrió que los fibromas se habían reducido tanto que decidió que la cirugía ya no era necesaria y le recetó medicamentos en su lugar. Ella creía que había sido bendecida al cantar las frases auspiciosas y se preguntaba cómo podían producir resultados tan sorprendentes.
Le dije que es diferente de la medicina occidental, que es el poder de la práctica de cultivación de la escuela de Buda de Falun Dafa el que actúa.
"No me extraña que estés tan sano", dijo.
Algo similar le ocurrió a otro colega, Jia, hace más de 10 años. Un día, Jia me dijo que tenía programada una operación de corazón en el Hospital Jishuitan de Beijing, que le costaría al menos 80.000 yuanes, un gasto enorme en aquella época.
Le dije que, después de practicar Falun Dafa, todos mis problemas de salud habían desaparecido y no tenía que gastar ni un céntimo. También le sugerí que recitara las frases auspiciosas. Dijo que lo intentaría.
Cuando me encontré con Jia más tarde, me dijo que, justo antes de ir a Beijing, se había sometido a una revisión exhaustiva y le habían dicho que ya no necesitaba esa operación.
La tía recibe el alta temprana del hospital
Un invierno, hace unos años, mi tía sufrió un infarto y fue hospitalizada. Cuando fui a visitarla, le preocupaba que el médico no le diera el alta antes del Año Nuevo Chino y que en su región se considera de mala suerte pasar el Año Nuevo en el hospital.
También le hablé de las frases auspiciosas y de cómo otros se han recuperado recitándolas. También le recordé que dejara de quejarse de su nuera. "Mientras recibes los goteos intravenosos, te quejas con la mujer que está a tu lado sobre esto y aquello en relación con tu nuera. Todos sabemos que la mente y el cuerpo están conectados. Si está de mal humor, también afectará a la eficacia del tratamiento".
Unos días después, mi primo me llamó: "Mi madre recibirá el alta mañana. Podemos celebrar el Año Nuevo en casa".
Al día siguiente fui al hospital a despedir a mi tía. Estaba contenta y se preguntaba por qué recitar las frases era tan poderoso. Le dije: "A mucha gente le ha funcionado. Las frases auspiciosas provienen de la práctica de la cultivación de Buda. Si crees en ellas, serás bendecido".
Una vez en la UCI, mi abuela de 80 años recupera la salud
Mi abuela es solo nueve años mayor que mi madre. Se ha portado muy bien con mi madre y conmigo. Me gusta mucho. Desde que soy adulta, a menudo la he cuidado y le he comprado comida, muebles, electrodomésticos y ropa.
A veces mis tías me decían que no le comprara tanta ropa y zapatos caros porque tenía más de 80 años y no le quedaban muchos. Yo les decía: "Precisamente por eso quiero que disfrute lo más posible del resto de su vida. Aunque siempre me dice que no le compre más ropa, siempre está contenta de probarse ropa nueva. Soy feliz cuando ella es feliz".
Mi abuela cree en el budismo desde hace décadas. Mi madre, que también es practicante de Falun Dafa, le habló varias veces de las frases auspiciosas. Aunque la abuela era testigo de la mejora de mi madre tanto física como mentalmente, no quería repetir las frases porque pensaba que significaba cambiar su fe.
Un invierno, cuando mi abuela tenía casi 80 años, sufrió un ataque al corazón y fue ingresada en la unidad de cuidados intensivos del hospital de la ciudad. Mi madre le susurró al oído: "Madre, por favor, cree en todo lo que sea bueno para ti y repite: 'Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno'. Eso te ayudará".
La abuela no podía hablar en ese momento, pero asintió con la cabeza. Después de eso, mejoró rápidamente y fue dada de alta en pocos días. Cuando vino a mi casa, le hablé más de Falun Dafa. Ella dijo: "Bueno, tú y tu madre están sanos y amables después de practicar Falun Dafa. Yo también lo practicaré a partir de ahora".
Después de eso, recitó las frases durante una hora tras levantarse. Tardó 28 días en memorizar completamente las frases. Un día se olvidó de cómo pronunciar el carácter "tolerancia". Estaba tan angustiada que rompió a llorar: "Meizi, ¿cómo es que nunca puedo recordar este carácter?".
Le expliqué: "Abuela, no basta con recitar las frases. Tienes que aplicarlo a tus acciones. A menudo criticas a mi tía, quejándote de que es lenta. Siempre estás insatisfecha con ella porque no puede cumplir tus exigencias. Quizá por eso no puedes recordar este carácter". La abuela estuvo de acuerdo.
En una ocasión, la abuela se subió a un taburete para alcanzar algo de la parte superior del armario y se cayó de espaldas. Quedó incontinente, pero siguió consciente. Dijo en su mente: "Maestro, por favor, sálveme. Falun Dafa es bueno". Luego se levantó sin ayuda y estaba totalmente bien, sin otras lesiones. Estaba asombrada y sabía que el Maestro la había protegido.
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