(Minghui.org) El 25 de abril de este año se cumplió el 23º aniversario de la apelación pacífica de los practicantes de Falun Dafa en Beijing. Practicantes de Falun Dafa se reunieron en el centro de Milán, la segunda ciudad más poblada de Italia, el 23 de abril para conmemorar esta ocasión pidiendo el fin de los 23 años de persecución.
Practicantes de Falun Dafa en un puesto de información en Milán, Italia, el 23 de abril
Demostración de los ejercicios
Después de la detención de más de 40 practicantes de Falun Dafa en Tianjin el 23 de abril de 1999, las autoridades se negaron a liberarlos y remitieron a Beijing a los practicantes que pedían por su liberación. Dos días después, alrededor de 10.000 practicantes se dirigieron a la Oficina de Apelaciones del Consejo de Estado en Beijing, pidiendo que se liberara a los practicantes arrestados, que se eliminara la prohibición de los libros de Falun Dafa y se detuviera el acoso gubernamental a la práctica. Los practicantes se mantuvieron tranquilos durante todo el proceso y se marcharon en silencio después de la liberación de los practicantes de Tianjin.
Aunque la reunión fue excepcionalmente pacífica, y el entonces primer ministro Zhu Rongji se reunió con los practicantes y accedió a atender sus peticiones, la opresión oficial se aceleró poco después de este acontecimiento, que fue calificado posteriormente como un "ataque" al gobierno central. El entonces líder del régimen comunista, Jiang Zemin, inició oficialmente una despiadada campaña de persecución contra Falun Dafa el 20 de julio de 1999. Desde entonces, todos los años, los practicantes de fuera de China realizan eventos en esta época para esclarecer los hechos y pedir el fin de la brutalidad en China.
Los transeúntes leen materiales y hablan con los practicantes para obtener más información.
Un residente de la zona dijo que se había enterado bien de la persecución contra Falun Dafa en China. "Para empeorar las cosas, el régimen [del PCCh] incluso mató a los practicantes y vendió sus órganos para obtener beneficios". Preguntó: "¿Algún gobierno ha hecho algo para detenerlo?". Un practicante le dijo que algunas organizaciones gubernamentales, como Parlamentarios contra la Extracción Forzada de Órganos (PAFOH) en Australia, y ONG como Médicos contra la Sustracción Forzada de Órganos (DAFOH), llevaban años denunciando esta atrocidad. El residente se sorprendió al saber que el crimen aún continuaba en China.
Un turista mexicano que aceptó un folleto en español dijo: "Sé lo que ha estado haciendo el PCCh y es realmente desagradable". Como estuvo anteriormente en Xinjiang y Hong Kong, conocía las pésimas condiciones de los derechos humanos allí. Al enterarse de que hay un lugar de prácticas grupales en Guadalajara, la ciudad mexicana en la que vive, se alegró mucho y dijo que le daría seguimiento allí.
Una pareja de Roma estaba de viaje con su hija. Cuando un practicante les explicó lo que estaba sucediendo, el padre escuchó atentamente y dijo que la información era muy valiosa. Dio las gracias al practicante y dijo que iba a investigar más sobre la práctica.
Una pareja francesa recogió un folleto y escuchó a un practicante hablar de los esfuerzos que se realizan en todo el mundo para denunciar la brutalidad del PCCh. "Sé que no es fácil hacer todo esto", dijo la esposa, "se necesita mucho valor para hacerlo".
"No puedo creer que algo tan horrible esté ocurriendo en nuestro mundo hoy", comentó una residente local mientras leía los carteles, "quiero saber más, y ¿podría decirme si puedo unirme a la meditación en algún lugar?".
"Todos deberíamos condenar lo que ha hecho el PCCh", comentó una anciana, "todos sabemos que las cosas cambiarán algún día, ya que no puede seguir así por mucho tiempo".
Una joven se acercó al puesto de información con su madre. Se dirigió a su madre y le dijo: "Esto está prohibido en China".
Mientras charlaban con un practicante, hablaron de la Gran Hambruna China (1959 - 1961), la Revolución Cultural (1966 - 1976), la Masacre de Tiananmen (1989) y la supresión de Falun Dafa (1999 - actualidad). La joven dijo que había aprendido chino en el pasado y que había permanecido en China anteriormente.
"Sabe, el PCCh ha manipulado los libros de texto y ha distorsionado la historia; incluso a algunos profesores universitarios de China les lavaron el cerebro y han ayudado al régimen a difundir mentiras", añadió, "pero yo sé lo que ha sucedido y lo que no".
Al salir, madre e hija pidieron algunos materiales para sus amigos. "Supe sobre algo de lo que sucedió en el pasado. Sin embargo, lo que han dicho aún es impactante", dijo la joven. "Sus esfuerzos me han inspirado y me han dado valor para compartir la información con más gente".
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