(Minghui.org) Un pariente me presentó Falun Dafa en 1997 y mi vida cambio para siempre. Entonces tenía 37 años, pobre salud y mal carácter. A menudo discutía con mi marido. Un día, uno de mis parientes me dijo: "Practicar Falun Gong puede curar las enfermedades de la gente, ayudarles a mantenerse sanos y cambiar sus vidas para mejor". Me alegré mucho de que me hablara del gran camino y decidí aprender Falun Gong (también conocido como Falun Dafa). Con la ayuda de este pariente, comencé mi viaje de cultivación. Estudié el Fa, e hice los ejercicios de energía, para poder seguir mejorando y volver a mi ser original y verdadero.
Poco después de convertirme en practicante de Falun Dafa, el compasivo Shifu purificó mi cuerpo. Me sentí muy cómoda y ligera una vez que me recuperé de todas mis enfermedades. Lo más importante es que mi carácter mejoró. Parecía que me había convertido en una nueva persona. Mis relaciones familiares se volvieron armoniosas y me sentía feliz todo el día. Mi vida, antes repleta de conflictos, estaba ahora llena de alegría y esperanza.
Sin embargo, el régimen de Jiang Zemin inició la persecución contra Falun Gong el 20 de julio de 1999. Mi suegro era miembro del Partido Comunista Chino (PCCh) y secretario del pueblo. No me dejaba practicar Falun Gong, así que solo podía practicarlo en secreto y de forma esporádica. No manejé bien la presión familiar durante más de 10 años.
En los últimos años, con la bendición del Maestro, y la ayuda de los compañeros practicantes, finalmente rompí este estado de cultivación ociosa, y salí a aclarar los hechos sobre Falun Dafa a la gente.
Me gustaría compartir algunas experiencias maravillosas que nos ocurrieron a mi nieto y a mí:
El Maestro salvó a mi nieto
Hace tres años, un día, cerca el mediodía, observaba a mi nieto de tres años jugando en la calle junto a mi casa. Un adulto dio un paso atrás rápidamente sin darse cuenta de que mi nieto estaba detrás de él. Derribó al niño y la parte posterior de la cabeza del pequeño golpeó con fuerza el pavimento de hormigón que se estaba desmoronando. Todo el mundo quedó sorprendido.
Levanté a mi nieto, que lloró un poco y luego se calmó, como si se estuviera quedando dormido. Lloré de miedo al darme cuenta de que se había desmayado. Entonces me acordé de pedir la ayuda del Maestro para salvar su vida.
Le dije a toda la familia que recitara "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Después de recitar las frases de Dafa durante unos 10 minutos, mi nieto abrió los ojos y llamó a su madre. Los ojos se me llenaron de lágrimas, agradeciéndole al Maestro por haberle salvado la vida. Todos los presentes fueron testigos del milagro de Dafa y de la misericordia del Maestro.
Pensamientos rectos: superando el dolor severo
El segundo día del Año Nuevo Lunar de 2022, mis dos hijas trajeron a sus familias a visitarme. Mientras me ocupaba de preparar la comida, de repente me dolió tanto la parte baja de la espalda que no podía ponerme de pie. Rápidamente negué la condición de enfermedad porque esto podría dar una imagen inapropiada de Falun Dafa a mi familia. Recité la formula rítmica de los pensamientos rectos: "El Fa rectifica el Cosmos; el mal queda completamente eliminado" (Las dos posiciones de manos para enviar pensamientos rectos, Escrituras esenciales para mayor avance (II)) y le pedí ayuda al Maestro. Me esforcé por soportar el dolor y lentamente enderecé la espalda.
Vivía muy cerca de otra practicante, que me había dado su llave, ya que ella pasaba las vacaciones del Año Nuevo Chino con su hijo en otra ciudad. Soporté el dolor y caminé lentamente hasta la casa de la compañera, donde podría permanecer calmada y en silencio por un rato.
Ofrecí incienso al Maestro y pedí su ayuda. Envié pensamientos rectos durante media hora y estudié una lección de Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa, antes de hacer los ejercicios de pie.
Cuando hice el primer juego de ejercicios "Vía del Fo mostrando mil manos", tuve miedo de estirarme demasiado debido al dolor que sentía en la parte baja de la espalda. Pensé que debía dejar de hacer los ejercicios, dadas las circunstancias. Rápidamente me di cuenta de que no debía seguir los arreglos de las viejas fuerzas. Debo seguir el camino que el Maestro ha dispuesto.
Apreté los dientes y continué, estirándome con fuerza. Sentí dolor en la parte derecha de la zona lumbar, pero poco después pude enderezar la espalda y sentí menos dolor. Al terminar el primer ejercicio, el dolor en la parte baja de la espalda desapareció y volví a la normalidad.
Esta era la primera vez que experimentaba el poder milagroso de los pensamientos rectos y me trajo a la memoria el poema del Maestro:
“…Con los dizi repletos de pensamientos rectos, el Shifu posee el poder de llevarlos al Cielo” (Bondades entre el Shifu y los dizi, Hong Yin (II)).
Los ojos se me llenaron de lágrimas, no podía describir mi gratitud al Maestro. Solo podía decir en mi corazón: "¡Maestro, siento haberle hecho preocuparse de nuevo! ¡Solo puedo estudiar el Fa más concienzudamente, cultivarme bien y salvar a más personas para agradecerle su misericordia y compasión!".
Estoy muy agradecida por la benevolencia del Maestro al salvar a los seres conscientes. ¡Gracias, Maestro!
¡Gracias compañeros practicantes, por vuestra ayuda!
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