(Minghui.org) En Renania del Norte-Westfalia, el estado más poblado de Alemania, los practicantes de Falun Dafa realizan eventos casi todos los fines de semana en las principales ciudades como Colonia, Düsseldorf y Essen. Hacen demostraciones de los ejercicios de Dafa, explican a la gente cómo el PCCh (Partido Comunista Chino) persigue a los practicantes en China y recolectan firmas en una petición que pide el fin de las atrocidades. También realizan vigilias con velas en el centro de la ciudad de Düsseldorf. A través de estos actos, muchas personas de Renania del Norte-Westfalia se enteraron de los hechos de Falun Dafa y de la persecución que se está llevando a cabo en China, y muchos mostraron su apoyo firmando la petición.

Un transeúnte firma la petición en el estand de Falun Dafa en Essen el 5 de marzo de 2022.

Un hombre firma una petición frente a la catedral de Colonia el 5 de marzo de 2022, para detener la supresión en China.

Los peatones se detienen para informarse en el estand de Falun Dafa en Düsseldorf el 5 de marzo de 2022 y firman la petición para condenar la persecución.

Vigilia a la luz de las velas en el centro de la ciudad de Düsseldorf para ayudar a tomar conciencia de las atrocidades en China.

"Gracias por venir aquí"

Una mujer italiana de mediana edad se enteró de la persecución en China en el estand de Colonia. Se le llenaron los ojos de lágrimas mientras escuchaba. "¿Cómo puede ser tan brutal el PCCh?", preguntó mientras firmaba la petición. A pesar de la pandemia, le dio un gran abrazo a la practicante y le dijo: "¡Gracias por venir aquí!".

Una media hora más tarde, la mujer regresó y le dijo al practicante: "Voy a contarle a mis amigos esta persecución. ¿Podría darme algunos folletos para que se los envíe a mis hermanas en Italia?". Al salir con los materiales en italiano, agradeció repetidamente al practicante.

Cuando los practicantes estaban demostrando el quinto ejercicio, una mujer de unos 40 años se detuvo con su hija, una estudiante de primaria. "Puedo sentir una energía fuerte aquí", explicó. "En lugar de venir de la Catedral de Colonia, la energía viene de ti".

Mientras la mujer hablaba con los practicantes y hacía preguntas, su hija se dirigió directamente a otro practicante para aprender la meditación sentada.

"Es hora de que la gente despierte"

Los practicantes de la zona de Düsseldorf realizan cada sábado jornadas informativas en el centro de la ciudad. Este sábado pasado, una enfermera vino con su hija y su madre de 70 años. Dijeron que se habían parado a leer los carteles expuestos en numerosas ocasiones, por lo que ya sabían cómo se abusa de los practicantes en China, incluida la sustracción forzada de órganos a los prisioneros de conciencia por parte del régimen chino.

La enfermera comentó que también sabía cómo el PCCh encubría la pandemia y engañaba al público. "Está claro que el régimen del PCCh es nuestro mayor problema", dijo. Después de que las tres mujeres firmaran la petición, la enfermera añadió: "Este es mi país y mi voz. Espero que el Parlamento alemán escuche y tome medidas".

Se alegró de saber que Falun Dafa se practica en más de 100 países y que los practicantes de todo el mundo están contando al público lo que el PCCh está haciendo en China. "Es como construir una casa de piedra: pieza a pieza, una piedra tras otra, tendrán éxito", dijo. "¡Por favor, sigan así!".

Luego añadió: "Necesitamos que cada vez más gente firme estas peticiones. Es hora de que la gente despierte".

Los estudiantes chinos renuncian al PCCh

En los puestos de los practicantes en las tres ciudades -Colonia, Düsseldorf y Essen- los estudiantes y turistas de China suelen renunciar al PCCh y a sus organizaciones juveniles afiliadas cuando se enteran de los crímenes del régimen.

Tres estudiantes chinos pasaron por el puesto de información de Essen el 5 de marzo. Un practicante les contó cómo el PCCh había dañado y matado a personas inocentes, incluidos los practicantes de Falun Dafa. El practicante también les recomendó que renunciaran a las organizaciones del PCCh para tener un futuro mejor. Las tres chicas aceptaron renunciar a la organización juvenil del PCCh, la Liga Juvenil Comunista.

Un estudiante chino que asiste a la universidad en Colonia se detuvo a hablar con los practicantes. Cuando un practicante le entregó un folleto a la salida de la catedral de Colonia, el estudiante dijo que ya tenía la información, pues los practicantes estaban repartiendo información cerca de la universidad.

Aceptó renunciar a las organizaciones del PCCh y dijo: "No queremos morir por el régimen vicioso".

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