(Minghui.org) Semanas antes de los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing en febrero de 2022, las autoridades de la ciudad de Zhangjiakou, provincia de Hebei, una de las tres zonas que acogerán los deportes de nieve, arrestaron a cinco practicantes locales de Falun Dafa con el pretexto de impedirles hablar sobre Falun Dafa durante los juegos.

Los cinco practicantes, del distrito de Chongli, donde se encuentran las estaciones de esquí, fueron detenidos los días 20 y 21 de enero de 2022. Las autoridades afirmaron que detendrían a los practicantes hasta el 6 de febrero, dos días después de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno.

Además de los practicantes de Falun Dafa, los residentes locales también se enfrentan a restricciones extremas en su vida diaria, como parte del esfuerzo de las autoridades para garantizar el éxito del evento deportivo internacional.

Detenciones de cinco practicantes de Falun Dafa

Bajo la dirección de Zheng Jianguo, de la Oficina de Seguridad Interior del Distrito de Chongli, la policía detuvo a la Sra. Bai Mei en casa de su hija a las 21 horas del 20 de enero. Le confiscaron el teléfono móvil y otros objetos personales.

Alrededor de la misma hora, la policía también irrumpió en la casa del hermano de la Sra. Bai, el Sr. Bai Tao, y confiscó sus libros de Falun Dafa, la foto del fundador de Falun Dafa, el altavoz y una tableta. Como el Sr. Bai no estaba en casa cuando llegó la policía, esta volvió al día siguiente y lo detuvo.

En la medianoche del 21 de enero, la policía detuvo a otras tres practicantes, la Sra. Kang Cuiqing, directora de pediatría del hospital del distrito de Chongli; la Sra. Qin Yulan, profesora de la Oficina de Educación de Chongli; y la Sra. Wei Jiansheng, profesora de la Escuela Media N.º 1 de Chongli.

Las tres practicantes fueron retenidas en la comisaría local y luego trasladadas al calabozo de la ciudad de Zhangjiakou durante 15 días.

Restricción a los residentes locales

Antes del 18 de enero de 2022, todos los residentes de Zhangjiakou que viajaran al distrito de Chongli debían informar de los detalles de sus viajes, incluyendo el propósito del viaje, los lugares a los que iban y el estado de su "Código de Salud" (una aplicación digital que rastrea los movimientos de uno y la exposición al COVID-19). Solo podían ir a Chongli tras recibir un mensaje de texto en el que se les notificaba que su solicitud había sido aprobada.

Después del 18 de enero, la mayoría de los habitantes de la zona tienen prohibido ir a Chongli, excepto los que visitan hospitales o van a la escuela. Las solicitudes se revisan estrictamente y solo se aprueban las que tienen asuntos urgentes. No se permiten las visitas regulares de familiares o amigos. También hay que informar a las autoridades si se sale de Chongli.

Las cámaras de vigilancia están por todas partes en Chongli, incluso en la entrada de cada zona residencial, fuera de cada edificio de apartamentos y en cada cuadra. Las cámaras de vigilancia de las calles pueden grabar los movimientos desde todos los ángulos y en la oscuridad.

En todos los complejos residenciales, las autoridades dejaron abierta una sola salida. Algunas comunidades grandes pueden tener dos salidas. Hay personal de seguridad en las salidas para controlar el tráfico. Todos los que entran tienen que pasar por el sistema de reconocimiento facial. Cada hogar recibió dos tarjetas llave para entrar en el barrio, que no son compatibles con otras subdivisiones.

Los trabajadores comunitarios también visitaron cada casa y registraron cuántas personas vivían en ella. En el caso de las casas que estaban temporalmente desocupadas, las autoridades pusieron sellos en las puertas.

Además, las autoridades prohibieron a los vecinos cocinar con carbón o leña, con la excusa de que era para reducir la emisión de humo. Cuando un funcionario del pueblo veía que salía humo de la chimenea de algún hogar, iba a esa casa y confiscaba la leña de los residentes.

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