(Minghui.org) Una residente de la ciudad de Chifeng, Mongolia Interior, de 66 años de edad, está en coma después de semanas de estar en huelga de hambre para protestar por su último arresto el 1 de febrero de 2022 por practicar Falun Dafa. La policía se negó a liberarla a pesar de su estado crítico.
Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.
Ji Yunzhi fue detenida en su domicilio cerca de las 8 de la mañana del 1 de febrero, día del Año Nuevo Chino. La policía irrumpió cuando su familia salió brevemente a sacar la basura. Otra practicante, Sun Zhifang, que estaba de visita, también fue detenida. La policía registró la residencia de la Sra. Ji y confiscó 40 libros de Falun Dafa y una foto del fundador de Falun Dafa.
Como la Sra. Ji se negó a acompañar a la policía, la llevaron por la fuerza a ella y a la Sra. Sun al coche policial. Ambas mujeres fueron llevadas al Centro de Detención Bandera Izquierda de Bahréin. La Sra. Ji inició una huelga de hambre para protestar por la detención y el encarcelamiento arbitrarios.
El 11 de febrero, la policía informó a la familia de la Sra. Ji que debían ir al hospital Bandera Izquierda de Bahrain. Cuando fueron allí, se sintieron desolados al ver a la Sra. Ji en coma. Sin embargo, la policía todavía aún tenía sus pies encadenados a la cama del hospital. El médico les ordenó que firmaran un formulario reconociendo el estado crítico de la Sra. Ji.
La familia de la Sra. Ji solicitó su libertad bajo fianza al día siguiente. La policía planteó tres condiciones antes de aprobar la libertad bajo fianza. No está claro cuáles son las condiciones. La Sra. Ji seguía en el hospital en el momento de escribir este artículo.
Desde el inicio de la persecución, la Sra. Ji ha sido detenida y condenada a dos penas de trabajos forzados. Sufrió implacables torturas durante su detención, como ser colgada, obligada a tomar drogas, alimentada de forma forzada y se le aplicaron descargas eléctricas. Desarrolló una grave afección cardíaca y quedó paralizada. Las autoridades siguieron acosando a la Sra. Ji tras su liberación.
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