(Minghui.org) El Tribunal de Kowloon Oeste de Hong Kong anunció el 26 de enero un veredicto por un delito cometido en 2019, cuando una practicante de Falun Dafa fue brutalmente golpeada por dos hombres en un ataque coordinado. Ke Yanzhan fue condenado a una pena de dos años y nueve meses de prisión por actuar como vigilante. Los dos agresores siguen en libertad.
La Sra. Liao Qiulan fue brutalmente atacada por dos asaltantes enmascarados el 24 de septiembre de 2019.
La Sra. Liao Qiulan y otros dos practicantes de Falun Dafa acudieron a la policía de Cheung Sha Wan el 24 de septiembre de 2019 para hablar de un próximo desfile del 1 de octubre. Cuando salieron de la comisaría y la Sra. Liao estaba haciendo una llamada telefónica, dos hombres enmascarados de negro la atacaron. Uno la golpeó en la cabeza y el otro en el cuerpo. La Sra. Liao sufrió graves contusiones y un corte en la cabeza que sangró abundantemente. Después de ser llevada al hospital, requirió cinco puntos de sutura para cerrar el corte de cuatro a cinco centímetros (dos pulgadas) en la cabeza.
La Asociación Falun Dafa de Hong Kong recibió con agrado la sentencia, ya que contribuye a mantener la ley y el orden. Sin embargo, los dos matones que atacaron a la Sra. Liao aún no han sido identificados y los practicantes de Falun Dafa en Hong Kong aún son perseguidos por el Partido Comunista Chino. Por lo tanto, la Asociación espera que más personas puedan ayudar a localizar a los agresores para que también rindan cuentas.
Juez: Un ataque organizado y planificado
El juicio de Ke Yanzhan comenzó el 4 de octubre de 2021 y duró casi cuatro meses. Xu Zhaoqiang, juez adjunto del Tribunal de Kowloon Oeste, condenó a Ke por "lesiones con intención". El 26 de enero de 2022 se anunció una sentencia de dos años y nueve meses de prisión.
Ke Yanzhan
Según el juez, las heridas con intención son un delito grave y el ataque fue un crimen organizado, premeditado y planificado. Más específicamente, alguien se encargó de ordenar el ataque, de vigilar a la víctima en la comisaría, de cometer el ataque y de conducir el auto en el que huyeron los atacantes. Aunque Ke solo era el vigía del crimen, también cometió "lesiones con intención" como los demás participantes. Por ello, el juez determinó que debía ser castigado para disuadir a otros posibles delincuentes.
Vigilante detenido por casualidad
Ke, de 22 años, es un integrante de una tríada (crimen organizado) de Hong Kong que trabaja en el mismo bar que otros dos acusados, Chen Jiaming y Wang Shujie. Justo antes del ataque, lo vieron merodeando cerca de la comisaría de Cheung Sha Wan.
Debido a que un policía había sido atacado en Kwai Chung ese mismo día, un agente se preocupó por la seguridad de sus compañeros de trabajo y detuvo a Ke por su comportamiento sospechoso.
La Sra. Liao fue atacada menos de una hora después de que Ke fuera llevado a la comisaría. En el teléfono móvil de Ke, el agente que lo detuvo encontró dos fotos de la víctima. Tanto en WhatsApp como en Zello, una aplicación de Walkie Talkie, había mensajes grupales sospechosos como "estación de metro de la calle Cheung Shun" y "el objetivo está fuera". El juez señaló que la información coincidía con la hora y el lugar del ataque.
Además, Chen y Wang estaban deambulando fuera de la comisaría en ese momento y los revisaron otros policías antes del ataque. Sus números de teléfono también estaban en el mismo grupo de WhatsApp que Ke. Pero el fiscal no aportó los datos de sus teléfonos móviles como prueba. Citando casos precedentes, el juez dijo que Chen y Wang no podían ser condenados basándose únicamente en las pruebas del teléfono móvil de Ke. Pero declaró que el comportamiento de Chen también era sospechoso y no se podía descartar su participación en el seguimiento de la Sra. Liao. Además, Wang se marchó de Hong Kong a China continental al día siguiente del ataque.
Después de que la Sra. Liao fue atacada por dos matones, tres personas fueron acusadas de "heridas con intención", entre ellas Ke Yanzhan, Chen Jiaming y Wang Shujie. Arriba hay una foto de Wang.
Acoso continuo por parte de agentes del PCCh
Después de que la Sra. Liao fue atacada, los agentes de la Oficina de Seguridad del Estado chino amenazaron repetidamente a su familia en China continental, diciendo que "iban a ir a detenerla [a la Sra. Liao] en Hong Kong".
Aunque la herida de la cabeza comenzó a curarse después de un mes, un año más tarde todavía le dolía. Gracias a su práctica de Falun Dafa, la señora Liao se ha recuperado totalmente. De no ser así, el resultado podría haber sido considerablemente peor.
Después de que el PCCh comenzó a perseguir a Falun Dafa en julio de 1999, la Sra. Liao solicitó en muchas ocasiones a la policía permisos para realizar marchas y concentraciones en nombre de los practicantes de Hong Kong. Dijo que los espías del PCCh la han estado siguiendo y amenazando durante años. Siempre que salía a realizar actividades o a viajar, notaba que alguien la seguía. El acoso y las llamadas telefónicas amenazantes han sido incesantes, y los miembros de su familia también han soportado el acoso. Para proteger a su familia, la Sra. Liao no ha vuelto a su casa en China durante muchos años.
En un evento que se realizó en julio de 2016 para conmemorar los esfuerzos que se están llevando a cabo para contrarrestar la persecución, los agentes del PCCh le vertieron pintura roja en la cabeza. Luego continuaron con las llamadas telefónicas de acoso. "Será mejor que deje estas actividades [de Falun Dafa]; no tendrá tanta suerte la próxima vez", dijeron en una de las llamadas. "Si sigue así, lo lamentará y la golpearemos con fuerza", fue el mensaje en otra llamada telefónica.
Después del ataque de 2019, a la Sra. Liao aún la seguían y continuaron las llamadas telefónicas amenazantes. Por su propia seguridad, tuvo que abandonar Hong Kong.
A pesar del acoso y las amenazas, la Sra. Liao dijo que ha hecho lo correcto. "Falun Dafa ha beneficiado mucho a sus practicantes. ¿Cómo no hablar de lo que está sucediendo?", explicó. Por eso ha permanecido en Hong Kong durante todos estos años para solicitar permisos para realizar manifestaciones pacíficas y marchas para oponerse a la persecución. Enfatizó que todas las actividades de Falun Dafa son legales y que están aprobadas y protegidas por la policía.
En busca de justicia
Stephen Char Shik Ngor, exfuncionario superior de la Comisión Independiente contra la Corrupción (ICAC), dijo que con el número de la matrícula del vehículo y el registro de WhatsApp, se debería poder rastrear a los dos atacantes y a otros participantes en el crimen. Sospecha que puede haber otras razones que han complicado el caso. Por ejemplo, uno de los atacantes había abandonado Hong Kong. No obstante, espera que la policía de Hong Kong pueda dedicar más recursos a la investigación de este incidente, ya que atacar a los pacíficos practicantes de Falun Dafa tiene un impacto a largo plazo en la estabilidad de Hong Kong.
La Sra. Liao también añadió que, cuando fue atacada, otros practicantes anotaron el número de la matrícula del vehículo y se lo dieron a la policía, también obtuvo un video de vigilancia en el lugar donde fue atacada. Instó a las autoridades de Hong Kong a investigar a fondo el incidente y a responsabilizar a los delincuentes.
Otros practicantes de Falun Dafa también han sido atacados. La Sra. Liang Zhen, presidenta de la Asociación Falun Dafa de Hong Kong, fue golpeada por mafiosos enmascarados justo antes de realizar la celebración del Día Mundial de Falun Dafa en mayo de 2021. La Sra. Liang proporcionó el número de la matrícula del vehículo del sospechoso y aseguró que había un video de vigilancia disponible. Aunque la policía detuvo a dos sospechosos, los funcionarios dijeron que no había pruebas suficientes para acusarlos.
En otros casos de agresión, practicantes de Falun Dafa de edad avanzada que han hablado a los transeúntes sobre la práctica han sido empujados por agentes del PCCh. También se ha seguido o vigilado a muchos practicantes.
Ngor comentó que Falun Dafa es una organización legal en Hong Kong, y que está mal que alguien los amenace o los ataque. Añadió que deben protegerse los derechos legales de todos los residentes de Hong Kong, incluidos los de los practicantes de Falun Dafa.
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