(Minghui.org) Después de que el Partido Comunista Chino (PCCh) pusiera fin abruptamente a la política de Cero Covid el 7 de diciembre sin previo aviso ni plan de salida, los casos de Covid se multiplicaron en todo el país. Como consecuencia, se agotaron las existencias de kits de pruebas rápidas y medicamentos para la fiebre; los hospitales se vieron sometidos a una enorme presión; las funerarias se quedaron sin espacio para almacenar o incinerar cadáveres.
La reclasificación de la Covid
El 26 de diciembre, la Comisión Nacional de Salud de China (NHC, por sus siglas en inglés) anunció el cambio de nombre de COVID-19 de "nueva neumonía por coronavirus" a "nueva infección por coronavirus", y degradó la enfermedad de la clase “A” a la clase “B”, que ya no requiere cuarentena según la normativa china de gestión de enfermedades infecciosas.
A partir del 8 de enero, China no impondrá ninguna norma de cuarentena Covid a los viajeros entrantes ni a las mercancías importadas, según detalló el NHC.
Todos estos cambios de política se aplicaron para seguir las nuevas directrices del líder supremo del PCCh.
El riesgo de las nuevas variantes
Es probable que surjan nuevas variantes más infecciosas y mortales. "China tiene una población muy numerosa y una inmunidad limitada. Y ese parece ser el escenario en el que podríamos ver una explosión de una nueva variante", señaló Stuart Campbell Ray, profesor de enfermedades infecciosas de la Universidad Johns Hopkins.
"Cuando hemos visto grandes oleadas de infección, a menudo han ido seguidas de la generación de nuevas variantes", explicó durante una entrevista el 25 de diciembre. Como un boxeador, el virus "aprende a eludir las habilidades que tienes y se adapta para sortearlas".
Mary Gallagher, profesora de la Universidad de Michigan, publicó en Twitter el 24 de diciembre. "El compromiso excesivo con Cero Covid, que nunca fue sostenible, la incapacidad de desarrollar una estrategia de salida viable cuando Cero Covid permitió a China ganar un tiempo que otros países no tuvieron", escribió. "Y ahora una reapertura que amenaza a los ancianos y a la población rural en el peor momento (invierno y justo antes del Año Nuevo Lunar)".
Y continuó: "Es del todo horrible que las decisiones políticas estén dictadas por la necesidad de mostrar lealtad política. Redoblaron al 100% su apuesta por Cero Covid", explicó. "Ahora abrieron al 100% apertura sin apenas planificación. A caballo entre dos malos extremos políticos con todas las consecuencias previstas. El pueblo lo recordará".
Las altas tasas de infección en toda China
La situación de la Covid en la ciudad de Jinan, provincia de Shandong, es muy grave. A algunos ancianos hospitalizados no se les permitía la visita de sus familiares. Sólo los cuidadores remunerados podían ver a los pacientes. Según el cuidador de un hospital, todo el mundo estaba infectado, desde los pacientes hasta los médicos y las enfermeras. Una profesional de la medicina de otro hospital dijo que todos los médicos de su hospital estaban infectados excepto ella.
En una reunión celebrada el 24 de diciembre y organizada por el departamento de prevención y control de la Covid de la provincia de Liaoning, los alcaldes de 14 ciudades de la provincia ofrecieron información actualizada sobre la situación de la pandemia en sus localidades y expusieron las dificultades que habían encontrado. En la capital, Shenyang, el 50% de los vecinos estaban infectados, y el 80% de los empleados del gobierno dieron positivo (sólo el 12% de los empleados del gobierno pudieron presentarse a trabajar). Aunque el 70% de los profesionales médicos de Shenyang estaban infectados, el 65% seguían trabajando. El número de muertes también fue muy elevado.
Tang Weiguo, fundador de Shanghai Kehua Bio-Engineer, fabricante de kits de pruebas rápidas Covid, murió a los 66 años el 25 de diciembre.
Diez días de espera para la cremación
Reporteros de Associated Press visitaron cinco hospitales y dos crematorios de la provincia de Hebei los días 24 y 25 de diciembre. En el hospital n.º 2 de Baoding, el pasillo estaba abarrotado de pacientes. Una mujer gritó y gimió cuando le dijeron que su ser querido había muerto. Cuando sacaron a un paciente de un vehículo de emergencia para llevarlo al hospital, un médico dijo que el hospital no tenía oxígeno y les pidió que probaran en otros lugares. La familia volvió a meter al paciente en el vehículo de emergencia y se marchó.
Tras la muerte de una mujer de 82 años en Beijing, a su familia le dijeron que tenían que esperar diez días antes de que el crematorio local pudiera incinerar su cuerpo. Su nieto dijo que su familia recurrió a un crematorio de la ciudad de Gaobeidian, provincia de Hebei, que está a dos horas de distancia.
Una variante de la neumonía original
El PCCh no se ha pronunciado oficialmente sobre el aumento de casos ni sobre el desbordado sistema sanitario. Según Radio Free Asia, una internauta llamada Jinzehuanian publicó un mensaje sobre lo vivido en la clínica de fiebre en la que trabajaba: "Tratamos a 29 pacientes en seis horas, y 21 de ellos acabaron hospitalizados. De estos 29 pacientes, 22 tenían tomografías computarizadas de sus pulmones, que mostraban coinfección de neumonía, no la infección de las vías respiratorias superiores que causa la variante Omicron".
Otro internauta compartió lo que aprendió de un amigo patólogo: "Se observaron muchos virus de la variante original en casos de infectados recientes. Esto dio lugar a los grandes pulmones blancos que se observaron en algunas personas jóvenes y de mediana edad. Sin resultados de pruebas de ácido nucleico, no se puede determinar la cepa exacta".
China rechazó la ayuda de la OMS
La OMS anunció recientemente que no se había recibido ninguna nueva noticia de China sobre la situación de la Covid ni de las hospitalizaciones. Aunque la agencia también se ofreció a enviar profesionales médicos a China, el PCCh declinó la oferta.
Preocupado porque el aumento de casos en China pueda amenazar la salud mundial, el gobierno de EE.UU. ofreció en repetidas ocasiones vacunas y otras ayudas a China, que el PCCh también rechazó.
En respuesta al aumento de casos en China, el gobierno surcoreano intensificó la vigilancia de los viajeros procedentes de China. Cualquier persona cuya temperatura supere los 37,30º C (o 99,10º F) deberá someterse a una prueba PCR.