(Minghui.org) La necrosis de la cabeza femoral suele considerarse un "cáncer incurable", una enfermedad intratable que afecta al fémur, el hueso más grande del cuerpo que va desde la cadera hasta la rodilla. Esta afección está causada principalmente por la interrupción o el daño del suministro de sangre a la cabeza femoral, lo que puede provocar la necrosis de las células óseas y la médula, así como cambios estructurales en el hueso.
La medicina moderna no puede curar la osteonecrosis de la cabeza femoral. Los pacientes que se encuentran en las fases finales de esta enfermedad suelen padecer fuertes dolores y los músculos de la parte inferior de la pierna se han atrofiado. Algunos pueden experimentar limitación del movimiento de la cadera, claudicación acortada e incluso parálisis. A menudo caen en la miseria y viven desesperados.
Sin embargo, algunos pacientes, después de practicar Falun Dafa, pudieron sobrevivir y llevar una vida sana. Algunos pacientes se curaron con solo recitar sinceramente “Falun Dafa es bueno”, y “Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”.
Enfermedades intratables desaparecen después de practicar Falun Gong
El 28 de agosto de 1998, el artículo “El Festival de la Vida” del China Youth Daily cubrió la ceremonia de apertura del Festival Asiático de Deportes de Shenyang. Un tercio del reportaje alababa el poder curativo de Falun Dafa, especialmente cómo habían desaparecido las diversas dolencias intratables de los practicantes y cómo había mejorado su moralidad. Se incluyeron dos fotos de los practicantes en la ceremonia de apertura.
Reportaje sobre el Festival Deportivo Asiático en el China Youth Daily del 28 de agosto de 1998.
Desfile de practicantes de Falun Gong en la inauguración del Festival Asiático del Deporte el 28 de agosto de 1998.
Una practicante que asistió al evento era la Sra. Liu Juxian, que sufría de osteonecrosis de la cabeza femoral. Conoció Falun Dafa en el verano de 1996, y su salud mejoró pronto.
La señora Wang Xiaoyan, de unos 70 años, era médica jubilada de la Universidad Médica de Shenyang. Había padecido cardiopatías, asma y una grave afección pulmonar, entre otras dolencias. Todos los años tenía que acudir al hospital para recibir tratamientos diarios de oxígeno. A causa de las lesiones sufridas en el pasado, la Sra. Wang necesitaba un bastón para caminar. Cuando empezó a practicar en la primavera de 1996, dejó de tomar todos los medicamentos y recuperó la salud.
Chen Guihua, que entonces tenía 64 años, daba clases en el Instituto de Música de Shenyang. Sufría del corazón e hipertensión. Cuando empezó a practicar, su salud mejoró y su experiencia inspiró a muchas personas a comenzar a practicar.
La necrosis de la cabeza femoral desapareció en un día
El Sr. Jia Ruidong, de 64 años, es de la ciudad de Linyi, provincia de Shandong. Se jubiló en la fábrica de azúcar de Shuangshan, en la provincia de Heilongjiang.
En junio de 1998, a los 38 años, empezó a sentir dolor en la pierna derecha. Acudió al hospital y le diagnosticaron necrosis de la cabeza del fémur. A causa del dolor, no podía estar de pie ni sentado. Cualquier leve contacto con la cabeza del fémur le causaba un dolor insoportable.
El Sr. Jia acudió a un médico de medicina china para que le hiciera acupuntura. Un día, en la clínica, vio un libro sobre la mesa.
Mientras le trataban, empezó a leer el libro, Zhuan Falun, el texto principal de Falun Dafa. Cuando llegó a la novena página, interrumpió la acupuntura. Le dijo al médico que sabía por qué la gente enfermaba. Decidió practicar Falun Dafa y tomar un camino diferente para curar su enfermedad.
A la mañana siguiente, el señor Jia se dirigió al lugar donde se realizaban los ejercicios en grupo. Cuando estaba haciendo los ejercicios, oyó un crujido en la pierna derecha, y luego la pierna dejó de dolerle y pudo apoyar el pie derecho en el suelo. Se echó a llorar de gratitud.
Después de los ejercicios, el señor Jia fue a casa de otro practicante, en la cuarta planta, para conseguir un ejemplar de Zhuan Falun y volvió a casa en bicicleta.
Al verle volver a casa de pie, su hija aplaudió sorprendida. Gritó: “¡Mi padre puede montar en bicicleta! ¡Mi padre puede montar en bicicleta!”.
El Sr. Jia solía tener mal carácter, y todos en la fábrica, incluido el director, le tenían miedo. Después de empezar a practicar, siguió los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, trabajó duro y aceptó trabajos pesados sin quejarse. También se volvió amable y educado en casa. Su esposa dijo: “Mi vida es mucho más fácil desde que él comenzó a practicar Falun Dafa”.
“Puedo caminar de nuevo”
Tras un diagnóstico erróneo de encefalitis, una practicante de la provincia de Hebei recibió inyecciones de hormonas que la dejaron paralítica durante cuatro años. Su marido tenía que hacer todo por ella, incluso llevarla al baño. Finalmente se recuperó después de practicar Falun Dafa.
A continuación, su propio relato.
“Mi marido me llevó a ver médicos por todas partes, incluso a Beijing y Tianjin. Gastamos todo nuestro dinero en tratamientos y cirugía, pero nada funcionó. Lloraba todos los días y pensaba en suicidarme. Sin embargo, algo me impedía seguir adelante con ese impulso”.
“Mi hermana menor se jubiló y viajó desde la provincia de Shandong para visitarme en julio de 1998. Me contó que en su ciudad había más de 1.000 personas que practicaban Falun Dafa y que muchos enfermos de cáncer se habían recuperado después de practicarlo. Me sugirió que fuera allí y lo aprendiera”.
“Aceptar la sugerencia de mi hermana fue más fácil decirlo que hacerlo. No podía andar, y las hormonas me habían provocado sobrepeso. De mi casa a su pueblo había dos provincias de distancia, y tendríamos que cambiar de tren tres veces”.
“Mi hermana me dijo con firmeza: 'Te llevaré allí cueste lo que cueste'. Otros se han curado, ¡tú también puedes currarte!”.
Al día siguiente, salí de casa y monté en un triciclo. Antes, mi marido tenía que llevarme a cuestas. Este milagro me dio la confianza de que tenía que ir a Shandong.
“Tuvimos que pasar por un puente largo y alto desde la estación de tren del este a la del oeste en Tianjin. Mi hermana y su hija me ayudaron a subir el puente. Después, pude caminar sola agarrándome a las barandillas”.
“Era muy feliz y seguía pensando que era un sueño. El Maestro Li me protegió hasta la casa de mi hermana”.
“Llovía a cántaros, pero eso no mermó mi determinación de aprender Falun Gong. Viajamos durante 15 horas y llegamos a casa de mi hermana después de las 10 de la noche. Subí al segundo piso sujetándome a la barandilla de la escalera. Lo primero que dije, que recuerdo claramente hasta el día de hoy, fue '¿Por qué no me siento cansada después de viajar todo el día?'”.
“Me moría de ganas de estudiar Zhuan Falun y aprender los cinco ejercicios con mi hermana al día siguiente. Pude terminar los cuatro ejercicios de pie (durante una hora) en dos semanas. Cuatro meses después, ¡mi salud estaba completamente restablecida!”.
“Los profundos principios que el Maestro enseñó en Zhuan Falun me convencieron completamente para convertirme en una buena persona según los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Ya no me peleaba con la gente. Cuando tenía conflictos, buscaba en mi interior y era considerada con los demás. La cultivación era el aspecto más feliz de mi vida”.
“Todos los días estudiaba el Fa, hacía los ejercicios y no perdía ni un momento. Mi salud mejoró mucho y ya no me preocupaba por el interés propio. Los conflictos de larga duración entre mi nuera y yo se resolvieron. El ambiente en mi casa se volvió pacífico”.
(Continuará.)