(Minghui.org) En una entrevista en el programa de Rick Jensen el 13 de diciembre, Han Yun de 37 años y residente en Nueva York recordó sobre su padre: "Cuando vi el cuerpo de mi padre, no podía creer que fuera real –estaba demacrado y cubierto de moretones–. Le faltaba una gran parte de la piel de la cara y tenía muchas heridas".
El padre de Han, Han Junqing, era practicante de Falun Gong en Doudian, distrito de Fangshan, Beijing. Fue detenido en febrero de 2004 por defender su fe y murió tres meses después, el 4 de mayo. La policía incineró su cuerpo contra la voluntad de su familia.
Jensen, ganador del premio de la Sociedad de Periodistas Profesionales de la Región de Filadelfia al mejor programa de entrevistas, invitó a la Sra. Han y a otro invitado a aparecer en un programa especial de 20 minutos titulado "Superviviente describe cómo el gobierno comunista chino esclaviza a ciudadanos inocentes y sustrae sus órganos con fines lucrativos". El programa de entrevistas de Jensen forma parte de WDEL, una emisora de radio comercial AM de Wilmington, Delaware.
El presentador Rick Jensen habló sobre la sustracción forzada de órganos en China en su programa del 13 de diciembre.
Testimonio de la hija de una víctima
"El gobierno comunista chino puede lucrar con la sustracción de órganos a personas inocentes en su país", explicó Jensen al principio del programa.
La Sra. Han vio una larga incisión en el cuerpo de su padre que iba desde la garganta hasta el pecho, y que había sido cosida con hilos negros. Intentó abrir la camisa para ver si la incisión se extendía más allá del pecho, pero la policía se lo impidió.
El hermano y la cuñada de su padre también estaban presentes. Ellos también se dieron cuenta de la incisión. Cuando los agentes de policía no estaban prestando atención, levantaron la camisa del cuerpo y vieron que la incisión se extendía hasta el abdomen. Presionaron el abdomen y sintieron bloques de hielo en su interior.
El padre de la Sra. Han, el Sr. Han, solía padecer enfermedades cardíacas e hipertensión, y a menudo tenía las dos piernas infestadas de pus. Tras empezar a practicar Falun Gong en 1997, todas estas enfermedades desaparecieron. Además, dejó de fumar y beber, y su mal carácter desapareció.
Sin embargo, por practicar Falun Gong, Han fue detenido en febrero de 2004 y murió bajo custodia el 4 de mayo de ese año. Más de 100 agentes de policía fueron enviados a custodiar su cadáver, que fue incinerado por la fuerza sin el consentimiento de su familia. La Sra. Han y su familia sospechan que la incineración fue para encubrir el delito de sustracción de órganos.
Dos años después de la muerte de Han, la atrocidad de la sustracción forzada de órganos salió a la luz pública. Este crimen se conoce como una nueva forma de maldad en este planeta y aún continúa hoy en día.
DAFOH: Los practicantes de Falun Gong son el mayor grupo de víctimas
Jessica Russo, miembro de la junta directiva de Médicos contra la Sustracción Forzada de Órganos (DAFOH, por sus siglas en inglés), fue otra de las invitadas al programa de entrevistas de Rick Jensen. Dijo que los medios de comunicación occidentales han cubierto esta atrocidad desde que se expuso al público en 2006. Por ejemplo, tras la reciente muerte de Jiang Zemin, exlíder del Partido Comunista Chino (PCCh) que inició la persecución contra Falun Gong en 1999, pocos medios occidentales hablaron de su implicación en el delito de la sustracción forzada de órganos. "Es una verdadera lástima, porque se trata del mayor grupo perseguido en China", explicó.
Numerosas pruebas han confirmado la existencia de la sustracción forzada de órganos en China. Una investigación realizada en 2016 demostró que en China se realizaban entre 16.000 y 100.000 trasplantes de órganos al año. Aunque el PCCh afirme que los órganos procedían de presos ejecutados, las cifras no coinciden porque hubo muchos más trasplantes que presos ejecutados. Mientras que el número de trasplantes aumentaba, el número de presos ejecutados en realidad había disminuido con el tiempo. De hecho, Amnistía Internacional calcula que solo se ejecuta a unos 1.700 presos al año.
Otra cuestión es la donación voluntaria de órganos. En China no existía un sistema de donación de órganos hasta 2013. Debido a razones culturales, el número de donaciones voluntarias era muy bajo, solo alrededor del 0,2% en 2017, lo que no podía explicar el elevado suministro de órganos cada año.
Además, el número de trasplantes de órganos aumentó repentinamente después de que comenzara la persecución a Falun Gong en 1999. Todo esto apoyaba el hecho de que los practicantes de Falun Gong eran las principales víctimas de la sustracción forzada de órganos. También lo corroboraba el número de centros de trasplante de órganos en China. Antes de 1999, solo había 150 centros de este tipo. En 2006, había 600 y la tasa de crecimiento era del 300%. Veinte empresas farmacéuticas occidentales suministraban medicamentos relacionados con la sustracción forzada de órganos.
Jensen preguntó por qué no había mucha presión de la comunidad internacional sobre el PCCh para poner fin a un crimen tan atroz. Russo dijo que el silencio de Occidente sobre este asunto obedecía en gran medida a intereses financieros, ya que tenían muchas inversiones en China. De hecho, muchos cirujanos chinos recibieron formación en centros médicos occidentales.
En este contexto, DAFOH ha estado trabajando estrechamente con funcionarios para redactar proyectos de ley que puedan poner freno al delito de la sustracción forzada de órganos. En el Congreso y el Senado de Estados Unidos se están debatiendo tres proyectos de ley. "Tenemos que asegurarnos de que nuestro gobierno no actúa en connivencia con China en el ámbito de los trasplantes. Es un problema grave", añadió. "Si cortamos nuestro apoyo a los trasplantes en China, no hay forma de que ellos [los funcionarios del PCCh] puedan continuar [con el crimen]".