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Vigilar lo que decimos

Nov. 30, 2022 |   Por un practicante de Falun Dafa en China

(Minghui.org) Cuando leí el artículo del Maestro: Dura advertencia, la frase "Cuida bien tu habla", permaneció en mi mente.

Al calmarme y mirar hacia dentro, reflexioné sobre mi camino de cultivación en los últimos veinticuatro años. Me pregunté: "¿Has vigilado lo que dices?". La respuesta fue no.

Recordé las enseñanzas del Maestro sobre la cultivación del habla mientras buscaba en mi interior y descubrí que no había cumplido los requisitos de Dafa sobre la cultivación del habla. A veces conversaba con otros practicantes sobre asuntos mundanos, difundiendo rumores o incluso chismeando sobre quién estaba bien y quién mal a espaldas de la gente.

El Maestro nos enseñó:

"Por eso, los asuntos de la gente común no son nada más que eso. Nosotros los cultivadores nunca los comentamos, ni los evaluamos (Salvando a la gente y enseñando el Fa sin hacer demostraciones, Zhuan Falun (Volumen II)).

No cumplí con los requisitos del Maestro debido a que no presté atención a mi propia cultivación, y por eso mis palabras y actos a menudo no estaban en línea con el Fa. Siendo elocuente, creía erróneamente que podía decir lo que quisiera. Ahora me doy cuenta de que mi apego había causado muchos problemas a mi propia cultivación y, en consecuencia, había perjudicado a otras personas.

Evitar hacer comentarios al azar

Como creía que era muy elocuente, a menudo hacía comentarios sobre los demás practicantes. Aunque parecía que nuestros temas eran relevantes para la cultivación, me di cuenta de que mi intención no era ayudar realmente a los compañeros a mejorar.

El Maestro nos enseñó:

"Cuando están comentando quién está bien o quién no lo está, los dioses ni los miran"(Exponiendo el Fa en la conferencia de estudiantes de la región Asia-Pacífico).

Hablar de los demás a sus espaldas es la cultura del partido

Todavía había en mí una seria cultura del Partido Comunista Chino (PCCh), que consistía en hablar de los demás a sus espaldas. Siempre pensé que me cultivaba mejor que los demás, como si pudiera ver claramente los problemas de los demás. Sin embargo, nadie conoce la situación real de los demás, excepto el Maestro.

Los apegos de los compañeros son en realidad el reflejo de nuestros propios apegos. Si se nos revelan, debemos mirar hacia dentro para deshacernos de los apegos. Si se trata de ayudar a los compañeros a mejorar, podemos señalarlo con amabilidad y sinceridad, en lugar de hablar de ello a sus espaldas.

Sin embargo, antes de obtener este entendimiento, no sabía cultivarme adecuadamente y perdí muchas oportunidades de mejorarme. En una ocasión, nuestro grupo intercambió sobre la cultivación del habla. Compartimos nuestros pensamientos sobre la importancia de vigilar lo que decimos para evitar problemas innecesarios a nuestra propia cultivación.

Originalmente, planeé solo escuchar, pero gradualmente perdí el control de mí mismo e hice algunos comentarios al azar criticando a algunos practicantes por no seguir los requerimientos del Maestro, y lo que podría pasarles.

Ni bien regresé a casa, me empezó a doler mucho un diente de la mandíbula inferior izquierda. Conseguí cenar soportando el fuerte dolor. Mientras enviaba pensamientos rectos después de la cena, recordé lo que había dicho antes y me di cuenta de los comentarios irresponsables que había hecho sobre los compañeros practicantes a sus espaldas. Me di cuenta de que, una vez más, no había cuidado mi habla. Me confesé con el Maestro en mi corazón, y al mismo tiempo envié pensamientos rectos para eliminar completamente todos los factores malignos de las viejas fuerzas en mis dimensiones. En ese momento, el diente dejó de doler.

En cuanto a la cuestión de hacer comentarios al azar sobre los demás, el Maestro lo ha explicado muy claramente en Zhuan Falun. Me sentí avergonzado de mí mismo por no haber controlado mi forma de hablar, aunque había leído muchas veces las enseñanzas del Maestro.

Hablar de la gente a sus espaldas es la cultura del PCCh. Si no controlo mis propias palabras, me estoy perjudicando y también a otros, y además, ni siquiera califico para ser un cultivador de Dafa.

Ser un buen oyente

Para controlar lo que decimos, primero debemos ser buenos oyentes. Para ser un verdadero cultivador de Dafa y tratar siempre a los demás con honestidad y humildad, debo aprender a escuchar lo que dicen los demás.

La cultivación es un asunto serio. Cuando encontramos problemas, debemos mirar primero hacia adentro, y nuestro entorno cambiará para mejor. Hace poco, me volvieron a doler dos dientes de la mandíbula inferior. Sabía que se debía a que no vigilaba mi forma de hablar, y las viejas fuerzas se aprovecharon de mis brechas. Debo controlar mejor lo que digo.

Espero que este artículo me ayude a recordar que siempre debo abstenerme de hacer comentarios al azar y, al mismo tiempo, recordar a los compañeros que deben cultivar el habla.

Por favor, tengan la amabilidad de señalar cualquier cosa que no esté de acuerdo con el Fa.