(Minghui.org) Se registró una nueva oleada de casos de COVID-19 en el distrito de Lingui, ciudad de Guilin, provincia de Guangxi. El recién construido hospital de cabina móvil se llenó rápidamente de pacientes. Muchos más fueron trasladados al cercano condado de Yangshuo para su puesta en cuarentena. No se permitió a nadie salir ni entrar en el distrito de Lingui. También se han registrado más casos en el distrito de Diecai, el distrito de Xiufeng y el distrito de Xiangshan.
En respuesta, el gobierno local ordenó un encierro estricto, así como el cierre de carreteras y escuelas. Sin embargo, ordenaron que las escuelas no dejaran ninguna evidencia escrita de los cierres escolares. Por ello, las escuelas pidieron a sus profesores que informaran a los alumnos uno por uno mediante llamadas telefónicas, en lugar de enviar correos electrónicos masivos. Los profesores tampoco podían mencionar la palabra "cancelación de clases", sino que debían referirse a ello como "control sanitario mientras se resguardan en el lugar".
Muchos habitantes de la zona tenían miedo de los brotes y del bloqueo. Algunos que tenían acceso a la información interna escaparon de la ciudad antes del cierre y se quedaron en el campo.