(Minghui.org) Después de jubilarme de una empresa estatal, me volvieron a contratar en su empresa matriz con un sueldo anual de seis cifras. Mucha gente a mi alrededor se puso verde de envidia. Uno de mis supervisores me dijo: "Un gerente jubilado fue recontratado como experto; esto nunca había sucedido en nuestra empresa".
Sé que mi buena suerte ocurrió porque Falun Dafa me convirtió en una persona considerada y competente, valorada y respetada por los demás.
Comencé a practicar Falun Dafa a principios de 1998. El Maestro dijo: "La característica más fundamental, Zhen-Shan-Ren, es la manifestación más alta de Fo Fa" (Primera Lección, Zhuan Falun). Quedé asombrada por esta frase. Desde que supe que este es el criterio para ser una buena persona, supe que debía seguirlo. Desde entonces, mi vida tiene un propósito.
Antes de mi jubilación, era responsable de la contabilidad de compras en mi empresa, uno de los puestos conocidos por los ingresos encubiertos. En los últimos más de 20 años, he manejado miles de millones de yuanes en compras cada año, pero siempre me exigí a mí misma seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia (Zhen-Shan-Ren). Es decir, traté de ser justa, equitativa y transparente para proteger los intereses de mi empresa y los de nuestros proveedores.
Tampoco acepté sobornos de los proveedores, ni permití que me pagaran la comida o los viajes, incluso cuando mi salario era bajo al principio.
Los vendedores me consideraron demasiado tonta y trataron de persuadirme para que aprovechara las oportunidades de obtener ingresos encubiertos. Uno de ellos me dijo: "Todo el mundo lo hace. Si estás en posición de hacerlo y no lo haces, todas las oportunidades desaparecerán cuando ya no tengas ese privilegio". Otro se quejó de que era más difícil invitarme a cenar que invitar a un alto funcionario.
No me movió su presión para que aceptara los ingresos encubiertos. Después de explicarles por qué hacía las cosas así, todos se volvieron comprensivos y muy respetuosos con los practicantes.
"Falun Dafa ha resuelto el problema de la corrupción que el dinero y las reglas no pueden resolver", comentó uno de los vendedores.
En los últimos más de 20 años, he pasado por innumerables auditorías y nuestros auditores siempre quedaron satisfechos. Mis contratos y registros contables eran claros y estaban homologados. Ningún proveedor informó que tuviera problemas.
Una vez, después de una auditoría importante, me encontré con un directivo de mi empresa en un autobús. Me dijo: "A muchos directivos de nivel medio se les ordenó devolver sus ingresos encubiertos después de la auditoría. Usted es la única excepción que no declaró ningún ingreso encubierto".
Otro compañero de trabajo vino a mi oficina y me dijo: "Tu fe te ha ayudado; de lo contrario, no podrías sentarte aquí [ya que muchos otros fueron sancionados por aceptar sobornos o comisiones ilegales]".
Así me gané más y más confianza y fui promovida.
Hace unos diez años, uno de mis supervisores me contó que mi análisis de la contabilidad de compras se difundió en una conferencia celebrada por nuestra empresa matriz a la que asistieron todas las filiales. Dijo que le preguntaron por qué todavía se atrevía a utilizarme a mí, un practicante de Falun Dafa. Respondió: "Ella hace todo lo que se le pide y lo hace bien. Si tuviéramos más gente como ella, las cosas serían mucho más fáciles".
A lo largo de los años, he trabajado con una serie de proveedores. Todos me decían al principio que eran conscientes de las reglas [tácitas] y que no me dejarían ayudarles a asegurar el negocio de mi empresa a cambio de nada.
Yo sonreía y decía: "Esas reglas [tácitas] no se aplican a mí. No te quitaré nada, ya que tengo mi convicción. Tendrás nuestro negocio siempre que tu calidad y tu precio sean buenos".
Siempre que podía, hablaba con ellos sobre Falun Dafa, la persecución y la propaganda difamatoria del Partido Comunista Chino (PCCh). Casi todos estuvieron de acuerdo y renunciaron a las organizaciones del PCCh. Algunos compartieron la información con sus familiares o amigos. Algunos pidieron a sus amigos policías que no reprimieran a Falun Dafa. Algunos empezaron a practicar.
Un vendedor vino a mi oficina con un sobre lleno de dinero. Insistió en darme las gracias con el dinero porque le había ayudado a "aprender a hacer negocios honestamente" y a seguir ganando mucho dinero. Me dijo: "He dado las gracias a todas las personas que me han ayudado en el camino. Esto es para ti, ya que eres la que más me ha ayudado".
Le expliqué que siempre ofrecería ayuda cuando pudiera debido a las enseñanzas de Falun Dafa. Sin embargo, nunca aceptaría regalos de otros. Al final, se llevó el sobre.
Antes del Año Nuevo chino, volvió con una gran bolsa y dijo: "Ya no somos socios comerciales, así que ya no hay conflicto de intereses. Solo quería hacerte algunos regalos como amigo. Mira, este es un reloj de alta gama que compré para ti en Hong Kong y estos son algunos cosméticos que mi esposa compró para ti... Por favor, no digas que no esta vez".
Sonreí y dije: "Lo entiendo y te lo agradezco. También espero que me ayudes a mantenerme conforme a los principios de Falun Dafa".
Estaba muy conmovido. "Llevo muchos años en el negocio y nunca he conocido a una persona como tú", continuó. "Tenerte es una bendición para tu empresa. La práctica de Falun Dafa debe ser muy buena".
Le dije que todos los practicantes manejarían estas situaciones como yo.
Tanto antes como después de convertirme en gerente, nunca permití que los vendedores me visitaran en casa en los últimos 20 años [cuando era una práctica común que los vendedores trataran de sobornar a la gente fuera de sus lugares de trabajo].
Una vez, cerca del Año Nuevo chino, un representante de un cliente de nuestra empresa me llamó diciendo que estaba en la puerta de mi edificio.
"Mi gerente me pidió que te visitara a ti y a tu familia", dijo.
"Sabes, nunca acepto regalos. Hace frío fuera, por favor, vuelve y podemos vernos en mi oficina mañana".
Me suplicó: "Por favor, abre la puerta; si no, mi jefa me calificaría mal en el trabajo; dijo que si no puedo hacer algo tan simple como esto, ¿cómo voy a poder manejar situaciones complicadas?".
Le dije que entendía su dificultad y le expliqué con honestidad y sinceridad: "Trato a todos los vendedores por igual. Llamaré a su gerente y le explicaré mañana que esto no es culpa tuya. Así que no te pasará nada y, por favor, no te preocupes. Por favor, vuelve a casa, ya que tu familia te está esperando para que te prepares para el Año Nuevo".
A través del teléfono pude escuchar sus sollozos.
"Está bien, gracias", dijo.
Sabía que no era fácil para mis clientes, puesto que tenían que preparar los regalos antes de las grandes fiestas para conseguir negocios de nuestra empresa. Les dije que no seguía esa norma no escrita de conceder negocios a quienes enviaban sobornos. Les aseguré que sería justa y ecuánime en el trato con todos y cada uno de los proveedores.
"Si me entienden y me apoyan, podremos hacer mejores negocios juntos. ¿Verdad?", les decía a menudo.
Y ellos estaban de acuerdo.
Un director de mi empresa me dijo: "Antes de trabajar con usted, he oído que nunca aceptaba regalos. Para ser sincero, lo dudaba. Ahora, sé que es verdad".
Le conté que los principios de Falun Dafa de Verdad-Benevolencia-Tolerancia están en consonancia con la cultura tradicional china. Como el PCCh promueve la lucha de clases, el odio y la mentira, ataca los valores tradicionales, incluido a Falun Dafa. El director lo entendió y renunció a las organizaciones del PCCh. También convenció a sus padres para que hicieran lo mismo.
Una vez vino a mi oficina un compañero de otro departamento y me preguntó: "He oído que no aceptas sobornos. Con tu posición, sabes que estás perdiendo un apartamento [que podría comprarse con posibles ingresos encubiertos] cada año."
"Como practicante de Falun Dafa, solo quiero ser una buena persona. Si el dinero no me pertenece, no lo tomaría", dije.
Conmovido por mis palabras, también renunció a su afiliación a las organizaciones del PCCh y comenzó a leer libros de Falun Dafa. Más tarde, me dijo que se había recuperado de una hernia discal lumbar sin tratamiento.
Un vendedor dijo que nunca había conocido a una persona tan buena como yo, ya que siempre ayudaba a los demás sin buscar retribución.
"El PCCh tiene tanta propaganda de odio contra Falun Dafa, pero usted es como el agua de manantial: limpia y pura, que purga toda la propaganda de mi mente", añadió.
Durante la colaboración en los negocios, le ayudé mucho y estaba muy agradecido. Me dijo que su empresa tenía muchos coches y que podía utilizarlos siempre que los necesitara. Pero nunca lo aproveché. Más tarde, me presentó a sus socios comerciales. También tomó materiales de Falun Dafa y los compartió con sus amigos.
El Maestro dijo:
“Siendo nosotros personas que refinan gong, repentinamente se pueden producir conflictos. ¿Cómo hacemos? Si mantienes en todo momento un corazón misericordioso y una actitud serena y pacífica, al encontrarte con problemas podrás actuar bien, porque eso da espacio para amortiguar. Si siempre eres misericordioso, tratas a los demás benevolentemente, consideras a los demás al hacer cualquier cosa, y cada vez que se presenta un problema piensas primero si los demás podrán aguantar o no y si dañas a otros o no, entonces no surgirá ningún problema. Por consiguiente, debes refinar gong según estándares altos, exigirte con estándares aún más altos” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).
Para alinearme mejor con los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, a menudo memorizaba este párrafo de camino al trabajo. Esto me ayudaba a ser verdaderamente considerada con los demás. Como resultado, otras personas a menudo me pedían consejo sobre cualquier problema que tuvieran en la vida. Me trataban como una fuente de bondad, felicidad y desinterés.
Respetaba a todo el mundo con mente abierta y tolerancia. Cuando surgían problemas, intentaba comprender la situación desde su punto de vista, a la vez que miraba en mi interior para identificar el margen de mejora. Por eso, cuando otros cometían errores en el trabajo, no los criticaba y lo resolvía con una sonrisa.
Un día, un compañero de trabajo estaba aterrorizado porque había perdido una factura del impuesto al valor agregado.
"¿Qué debo hacer?", se preguntó casi llorando.
Lo consolé: "Vamos a buscarla. Si al final no la encontramos, podemos poner una nota en el periódico para anularla".
Pero seguía muy asustado.
"Por favor, no te preocupes demasiado. Si nadie hubiera perdido nada, nuestros antepasados no habrían inventado esta palabra 'perder'", añadí.
Se sintió mejor y el miedo en su rostro desapareció.
Gracias a las enseñanzas de Falun Dafa, aprendí que mi amabilidad, mi tono y el hecho de ser considerada con los demás podían cambiar a los demás para mejor. La oficina principal de mi departamento tenía un cenicero. Varias veces encontré el cenicero lleno, pero nadie lo vaciaba. Yo lo vaciaba y limpiaba la zona. A partir de entonces, este problema apenas aparecía.
El departamento del que estaba a cargo funcionaba bien bajo mi dirección. Todo el mundo tenía claro lo que tenía que hacer y hacía bien las tareas que se le asignaban de corazón en lugar de limitarse a cumplirlas. Cada vez que había vacaciones, yo hacía horas extras para que los demás pudieran tomarse un descanso. A menudo me decían: "Tenemos mucha suerte de tenerte como gerente".
A lo largo de los años, he pasado por más de una docena de supervisores. Siempre los respeté y me comuniqué bien con ellos y conseguí que las cosas se hicieran. Intenté reducir su carga de trabajo y proporcionarles ayuda siempre que la necesitaban. Trabajar horas extras era algo habitual para mí, y nunca pedí una paga extra. Tanto mis supervisores como mis subordinados confiaban en mí. "Mientras ella (yo) esté a cargo de algo, confío en que las cosas irán bien", dijo un supervisor.
Mi rendimiento era bien reconocido. Incluso en la dura persecución de Falun Dafa en China, fui premiada muchas veces, incluyendo algunos premios a nivel provincial. La selección de los premiados se basaba en los votos de los distintos niveles de la empresa. Se elegía a los que recibían más votos en una determinada categoría de premios. Así que los numerosos premios que recibí demostraron que la gente de mi empresa reconocía los beneficios de Falun Dafa para las empresas.
Una vez la policía local me llevó al departamento de policía debido a mi práctica de Falun Dafa. Varios supervisores y compañeros de trabajo fueron voluntariamente al departamento de policía para pedir mi liberación. Cuando me liberaron a las 11 de la noche de ese día, vi que muchos de ellos seguían allí.
"La gente te quiere mucho", me dijo un oficial. "Mira, todos ellos son de tu empresa. Tu empresa incluso se dirigió a los funcionarios de la ciudad para pedir tu liberación. Todos dicen que eres increíble".
Desde los proveedores hasta los compañeros de trabajo, les gustaba compartir sus historias y problemas conmigo.
"¿Sabes por qué nos gusta charlar contigo?", dijo uno de ellos. "Es porque eres íntegra y no filtras información a los demás de forma intencionada. Hoy en día es difícil encontrar a una persona en la que se pueda confiar y algunos incluso no pueden esperar a burlarse de otros por sus problemas personales. Pero tú no eres así".
Una compañera de trabajo, Fen, tenía una crisis matrimonial. Le compartí mis pensamientos basados en las enseñanzas de Falun Dafa y también charlamos después del trabajo. Le expliqué que el hecho de que tuviera una aventura le haría daño a ella y a su familia.
Ella escuchó mis palabras y aceptó los materiales de Dafa. También vimos juntas las videoconferencias del Maestro. Llegó a comprender que la relación entre marido y mujer estaba predestinada y que las relaciones extramatrimoniales no eran buenas. Aceptó dejar de ver al otro hombre. Cuando la visité más tarde, ella, su marido y su hijo acordaron renunciar a las organizaciones del PCCh. Ahora viven felices juntos.
A medida que la gente confiaba más en mí, cada vez más personas acudían a mí para compartir sus retos en la vida, como si yo fuera una terapeuta. No importaba si era en días festivos o a altas horas de la noche, yo les ayudaba siempre que lo necesitaban. Puede que hayan sufrido mucho antes de acudir a mí, así que no quería defraudarlos. Por lo tanto, compartía mis entendimientos de las enseñanzas de Falun Dafa.
Ying era otra compañera de trabajo. Cuando se casó hace 17 años, su suegra no estaba de acuerdo con el matrimonio, por lo que apenas se hablaron durante años. Después de que Ying hablara conmigo, empezó a leer libros de Dafa y tomó la iniciativa de cuidar de sus suegros. Su suegro no podía cuidar de sí mismo mientras estuvo hospitalizado. Ella fue a cuidarlo con tanta atención que los demás asumieron que era su hija.
Tras el fallecimiento de sus suegros, el hermano menor de su marido quiso tener el apartamento de sus padres para él solo. Ying le cedió el apartamento sin dudarlo. Todos sus familiares y vecinos estaban impresionados por su cambio, y sabían que se debía a Falun Dafa.
Hua y su marido se habían divorciado y ella era infeliz. Charlé con ella muchas veces y le conté algunos de mis entendimientos sobre el matrimonio basados en las enseñanzas de Falun Dafa. Un día fui a su casa y su hijo me abrió la puerta. Se alegró de verme.
"¡Mamá!", llamó el niño a su madre y le dijo: "¡La tía está aquí y nuestra familia tiene ahora esperanza!".
Me conmovieron mucho las palabras del niño. Podía sentir su confianza en mí para ayudar a sus padres a volver a estar juntos. Le dije a su madre que solo Falun Dafa podía traer milagros y salvar a su familia. Ella leyó Zhuan Falun, las principales enseñanzas de Falun Dafa, y me dijo: "Ahora sé en qué me he equivocado. Y voy a cambiar".
Poco después, su exsuegro sufrió un derrame cerebral y fue hospitalizado. Ella iba al hospital todos los días para ayudar.
"Ahora ya no eres de la familia. ¿Por qué estás aquí?", le dijo su exmarido con sarcasmo.
Pero ella no replicó y se limitó a ayudar en silencio. Su exsuegro no podía hablar bien en ese momento y ella era la única persona que podía entender lo que decía. También le leyó Zhuan Falun. Después de 40 días, su exsuegro recuperó la salud y salió del hospital.
Un día, recibió una llamada telefónica de su exmarido. Le pidió disculpas y le preguntó si podían volver a casarse. A Hua se le saltaron las lágrimas y me lo contó enseguida. Ambas lloramos. De corazón, estamos agradecidas al Maestro y a Falun Dafa por haber producido el milagro.
Había un compañero de trabajo que estaba destinado fuera de la ciudad y tenía un problema con su supervisor. Incluso tomó un tren para regresar a nuestra ciudad (donde nuestra compañía tenía su sede) para quejarse de su supervisor. Resultó que su supervisor le había reducido la carga de trabajo y había contratado a un nuevo empleado para que asumiera parte de sus responsabilidades laborales. Lo interpretó como que el supervisor favorecía al nuevo empleado y que ya no confiaba en él.
Le dije: "¡Deberías dar las gracias a tu supervisor!". Se quedó desconcertado. Le expliqué que, como le había dicho a la gente que su novia vivía en nuestra ciudad, creía que su supervisor había ajustado su carga de trabajo para que solo tuviera que trabajar fuera de la ciudad durante dos semanas cada mes, lo que le permitiría pasar más tiempo con su novia. Le dije que su supervisor era bastante bueno a la hora de adaptarse a las situaciones personales únicas de los empleados.
Entonces se le dibujó una sonrisa en la cara y admitió que nunca se había dado cuenta de que su supervisor estaba siendo comprensivo con él. Abandonó su idea de luchar contra su supervisor por el nuevo arreglo laboral.
Una vez recibí una carta de alguien, que escribió: "Ojalá hubiera llegado a conocerte mucho antes. Si hubiera conocido los principios de Vedad-Benevolencia-Tolerancia cuando estaba en la escuela secundaria, no me habría defendido cuando me intimidaron y no hubiera herido a un compañero de clase, lo que le causó ceguera en un ojo. Me arrepiento profundamente de las faltas que cometí en mi juventud. Seguiré los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia para ser una buena persona el resto de mi vida".
Ha habido demasiadas historias de este tipo para contarlas. Muchos otros practicantes tienen experiencias similares. En el fondo de mi corazón, sé que los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia traerán una sociedad mejor con un futuro más brillante.