(Minghui.org) Mi padre tiene 90 años. Empezó a necesitar ayuda en 2020. Como hija única, la responsabilidad de cuidarlo recayó en mí. Al cabo de unos meses, su salud empeoró rápidamente y necesitaba una cuña, un catéter y una vía intravenosa todos los días.
En 2021, dejó de usar la vía intravenosa, pero necesitaba analgésicos. Le dije que recitara las frases auspiciosas: "Falun Dafa es bueno; Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", y su dolor se redujo en gran medida. Pero seguía necesitando muchos cuidados.
Después de cuidar a mi padre, me interferían pensamientos desviados cuando leía las enseñanzas o hacía los ejercicios. Intenté eliminar estas interferencias enviando pensamientos rectos, pero el efecto fue limitado. Después de mirar hacia adentro, me di cuenta de que la interferencia era solo un factor externo. La verdadera razón era que no estaba prestando atención cuando estudiaba el Fa, hacía los ejercicios y enviaba pensamientos rectos. Solo me limitaba a seguir la formalidad.
Recordé algo que me dijo una practicante. Su esposo era minero, y el patrón no pagó a los trabajadores durante mucho tiempo. La esposa no tenía ni siquiera dinero para comprar arroz. Después de terminar sus tareas, ella leyó el Fa. Su esposo se sorprendió de que pudiera leer tan tranquilamente cuando ni siquiera tenían comida. Ella respondió que uno debe estudiar solemnemente el Fa cuando se encuentra en una situación grave, que nada más ayudaría. Leyó el Fa mientras su esposo seguía agitado.
Cuando terminó de leer, le dijo que fuera a recoger su salario a la mina. Él no la creyó, pero no lo discutió. Fue a la mina y su supervisor le dijo que se habían enterado de su situación y le prepararon un cheque para que pudiera comer. Cuando los demás mineros se enteraron, también fueron a recoger sus cheques. Pero el supervisor ya se había ido.
Esta situación me ayudó a entender que cuidar de mi padre no interfiere con mis estudios del Fa. Cuido a mi padre por la mañana y le pongo canciones escritas por los practicantes de Dafa. Le recuerdo que recite las frases auspiciosas cada día. Después, comienzo mi estudio del Fa y hago los ejercicios. Fue bastante difícil al principio, pero con determinación y enviando pensamientos rectos, las cosas se hicieron más fáciles.
El estudio solemne del Fa me ha ayudado a superar mis nociones comunes y las llamadas tribulaciones. Por ejemplo, nuestros vecinos instalaron una cámara de vigilancia y un practicante me sugirió que la girara con un palo para que no vigilara a la gente cuando viniera a mi casa. Cuando se fueron, recordé algo que dijo el Maestro Li:
"En el caso de alguien que refina gong, la intención mental del hombre dirige los gongneng para realizar tareas; en cambio, siendo una persona común, la intención mental dirige las cuatro extremidades y los órganos sensoriales de la persona para hacerlas" (Novena Lección, Zhuan Falun).
No la moví físicamente, sino que me limité a mantener el pensamiento de que la cámara no funcionaba y que iba a funcionar mal. Tres días después, dos personas vinieron a retirar la cámara. Cuando pasé por allí, vi que la retiraban. Alguien preguntó por qué la retiraban. Respondieron que el cliente había prometido pagar después de instalar la cámara, pero no lo hizo.
Poco después de empezar a practicar Falun Dafa en 1999, comenzó la persecución. Mi familia y yo estábamos aterrorizados. Después de la farsa de la auto-inmolación de la plaza Tiananmen, mi familia y mis parientes me amenazaron para que dejara la cultivación. Mi esposo incluso me amenazó con divorciarse de mí. Yo estaba decidida a seguir practicando a pesar de la presión. Temían por ellos mismos y me pidieron que viviera en otro lugar si me negaba a abandonar. Acepté.
En el verano de 2002, me quedé con un pariente que vivía en una granja en las montañas. Recogí verduras y setas silvestres para comer. Pude estudiar el Fa y hacer los ejercicios, pero poco a poco me volví menos diligente. Durante el tiempo que estuve allí, me familiaricé con la zona.
En el otoño de 2004, regresé a casa y me uní a nuestro grupo local de estudio del Fa y participé en proyectos de aclaración de la verdad. A finales de 2004, se publicaron los Nueve comentarios sobre el Partido Comunista. En 2006, básicamente habíamos entregado el libro a todos los no practicantes de nuestra zona.
Me puse en contacto con una practicante que conocí cuando me quedé en la granja. Me dijo que solo distribuían los Nueve Comentarios en unas pocas zonas de su región. Decidimos que ella proporcionaría los folletos y el apoyo financiero, mientras que yo trazaría un mapa de la zona y haría que otros tres practicantes distribuyeran los materiales. De este modo, pudimos cubrir toda la zona.
El propósito de que escriba sobre esta experiencia es ilustrar que, cuando nos caemos y nos separamos del grupo, tenemos que darnos prisa y ponernos al día. El Maestro nos dará oportunidades para compensar nuestros errores, pero tenemos que aprovecharlas.
También quiero compartir con aquellos practicantes que han sido menos diligentes, que han sido arrestados por el PCCh, que han pasado por tribulaciones, o que pueden sentir dudas sobre si el Maestro sigue cuidando de ellos. No pienses así. Eso es exactamente lo que las viejas fuerzas quieren que pensemos. Debemos mirar con calma en nuestro interior para ver cuál es la causa fundamental y qué apegos debemos eliminar. Debemos estudiar más el Fa, deshacernos del apego, elevar nuestro carácter, y no solo seguir las formalidades.
Todo practicante se cultiva pasando por tribulaciones y diversas formas de interferencia. Estas son grandes oportunidades para que nos esforcemos en avanzar.