(Minghui.org) Hay un dicho chino que dice: "Hay seres divinos un metro por encima de nuestra cabeza". Significa que somos observados constantemente en lo que hacemos, ya sean buenas o malas acciones.
La lección de un funcionario
Wang Xiao era un alto funcionario de la dinastía Song. Su sobrina estaba casada con otro funcionario, Lin Ji.
Un día, la sobrina de Wang lloró al verlo. Wang le preguntó por qué.
"Anoche tuve un sueño", respondió la sobrina: "Un ser divino vino con una orden: Como Lin Ji desobedeció el decreto del emperador y perjudicó a la gente, su familia será castigada con la extinción".
Wang visitó a Lin y le preguntó que si recientemente había hecho algo indebido. Lin dijo que la región de Shu (en la actual provincia de Sichuan) sufría una sequía y que algunos funcionarios locales (él no), solicitaron 100.000 dan (6 millones de kilogramos o 13.22 millones de libras) de arroz como ayuda. El emperador ya había aprobado la petición de ayuda.
Entonces Lin admitió que solo distribuyó la mitad del arroz porque consideraba que la cantidad total de 100.000 dan era demasiado y que el camino hacia la región de Shu era difícil de transitar. En realidad, no creía que lo que había hecho fuera gran cosa, aunque sí sentía que no era del todo correcto.
Su mujer le contó el sueño mientras lloraba. Lin también estaba preocupado. Poco después, enfermó y regresó a su ciudad natal de Fuzhou (en la actual provincia de Fujian). La enfermedad le quitó la vida y sus dos hijos murieron más tarde a una edad temprana. Su familia se extinguió como había sido previsto.
Esta historia fue documentada en Anshi Quanshu, un libro escrito por Zhou Siren. La historia de Wang sirve de lección a la gente. Simplemente, pensó en investigar más antes de distribuir la otra mitad del arroz, de la que ni siquiera intentó apoderarse, como pudieron haber hecho algunos funcionarios corruptos. Sin embargo, incluso sin malas intenciones, fue castigado por el Cielo porque el arroz retenido por él podría haber salvado a muchas personas para no morir de hambre.
Acciones y consecuencias
Desde que el Partido Comunista Chino (PCCh) tomó el poder en 1949, ha lanzado numerosas campañas políticas para atacar a quien considera una amenaza para su gobierno. Las víctimas más recientes de la brutalidad del PCCh son los practicantes de Falun Gong.
Falun Gong es una práctica mente-cuerpo, basada en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Tras su presentación al público en 1992, sus profundos principios y su milagroso poder de curación atrajeron rápidamente a numerosos estudiantes, incluidos altos funcionarios. Casi todos los cónyuges de los miembros permanentes del Politburó, practicaron Falun Gong en algún momento. Qiao Shi, expresidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional de China, también concluyó en una encuesta de 1998, que "Falun Gong tiene muchos beneficios para nuestra nación y nuestro pueblo, sin ningún daño".
Sin embargo, la popularidad de Falun Gong tocó una fibra sensible del PCCh, quien en julio de 1999, lanzó una campaña nacional contra la práctica.
Desde entonces, un gran número de practicantes de Falun Gong han sido detenidos, encarcelados y torturados. Algunos incluso fueron víctimas de la extracción forzada de órganos. A pesar de la férrea censura del PCCh, la información recibida por Minghui muestra que al menos miles de practicantes han perdido la vida como resultado de la persecución.
Los autores de la persecución también se han convertido en víctimas. La cultura tradicional china cree que el bien y el mal serán recompensados correspondientemente. Según las estadísticas recopiladas por Minghui, 20,784 represores recibieron retribuciones de diversa índole a lo largo de los años. Algunos fueron degradados, apartados de sus cargos, investigados o sufrieron diversos tipos de desgracias. Un total del 35,6% (o 7,405) de los autores tuvieron muertes no naturales. Entre enero de 2020 y junio de 2022, 280 policías y 150 personas del poder judicial (incluidos jueces y procuradores) recibieron castigos.
Ni aun los altos funcionarios son la excepción. La Oficina 610 ha desempeñado, a lo largo de los años, un papel fundamental al dirigir la persecución nacional contra Falun Gong. Numerosos funcionarios de alto rango han sido destituidos en los últimos años, entre ellos el director y los subdirectores del Equipo Central de Liderazgo 610 (Zhou Yongkang, Zhou Benshun, Li Dongsheng, Fu Zhenghua), así como los directores y subdirectores de la Oficina Central 610 (Li Dongsheng, Fu Zhenghua, Sun Lijun).
Seguir a nuestra conciencia
El mencionado antiguo funcionario Wang fue castigado, aunque no albergara ninguna mala intención de perjudicar a nadie. No es de extrañar que los represores involucrados en la persecución a Falun Gong en la China moderna, también se enfrenten a las consecuencias por dañar intencionadamente a practicantes respetuosos de la ley. Después de todo, las acciones tienen consecuencias.
Sabiendo que los represores acabarán rindiendo cuentas por sus malas acciones, los practicantes de Falun Gong han trabajado incansablemente para crear conciencia sobre la persecución ilegal e instar a los represores a dejar de participar en la persecución. Los practicantes también han trabajado duro para ayudar al público en general a ver la naturaleza malvada del PCCh e instarles a romper los lazos con el PCCh.
A lo largo de los años, los practicantes dentro y fuera de China han producido todo tipo de materiales explicando los hechos de Falun Gong y refutando la propaganda difamatoria del PCCh. En 2004 se publicó Nueve comentarios sobre el Partido Comunista que ilustra, cómo esta persecución es una continuación de la supresión sistemática del régimen en las últimas décadas. Desde 2015, se han presentado al menos 200.000 denuncias penales en China contra el exlíder del PCCh, Jiang Zemin, por iniciar la persecución a Falun Gong.
El PCCh nunca ha dejado de perjudicar a personas inocentes en su propio beneficio. Su encubrimiento del brote de Covid también ha amenazado la seguridad del resto del mundo. Seguir nuestra conciencia para rechazar al PCCh y abrazar los valores tradicionales es importante para todos nosotros.