(Minghui.org) Saludos, Shifu. Saludos, compañeros practicantes.
Empecé a practicar Falun Dafa en 2016. Este es mi tercer año trabajando en la seguridad y el montaje de escenarios con Shen Yun. Cada vez que trabajo para Shen Yun, me ayuda a tener nuevos entendimientos para poder elevar mi xinxing. Como el trabajo es multifacético, siempre aprendo muchas cosas nuevas y acumulo nuevas experiencias. Me siento muy honrado de ser miembro de este equipo. Además de los artistas y músicos de Shen Yun, hay muchos voluntarios que han contribuido al éxito de Shen Yun. Yo soy uno de estos voluntarios.
Este año he tenido la suerte de participar en el montaje de varias representaciones de Shen Yun en Alemania y Austria. Me conmovió mucho el Jingwen del Maestro Li (fundador de Falun Dafa) titulado "Despierten". Así pude participar en el montaje para la primera actuación en Colonia, Alemania. Lo había preparado todo. Mi jefe me permitió contarle mis planes para el periodo de vacaciones de este año. Esto era algo totalmente nuevo para mí. ¿Cómo debía planearlo? Sin embargo, pensé que era una muy buena señal. Vi el calendario de Shen Yun en mi localidad y me las arreglé para que me dieran mi periodo de vacaciones durante ese tiempo. Mis vacaciones me permitieron participar en el trabajo para la actuación de Shen Yun en Salzburgo, Ludwigsburg, Graz, Fussen y Bregenz.
Llegar a comprender las capas más profundas del significado de "Zhen, Shan, Ren"
Una de las tareas del personal de seguridad durante la representación era asegurarse de que nadie tomara fotos o vídeos. Al principio de las representaciones, se recordó al público en dos ocasiones que no estaba permitido grabar ningún tipo de audio o vídeo porque esto violaría la ley de derechos de autor. Parte del trabajo de la seguridad interior consistía en vigilar al público para ver si eso ocurría. Si efectivamente ocurría, debíamos intervenir y asegurarnos de que el espectador borrara la grabación de audio o vídeo. Durante los dos últimos años, había tenido mucha "suerte" y nunca había ocurrido nada que me obligara a intervenir en algo que estuviera vigilando. Comprendí que aún no había asumido esa responsabilidad. Me asustaba tener que lidiar con este asunto, lo que ocurrió este año, por lo que tuve que aprender a lidiar con él.
Cuando estuve en Colonia, un colega experimentado que ya había tratado este tema y yo enviamos pensamientos rectos para apoyar a este practicante. En ese momento, alguien del público estaba grabando descaradamente todo el espectáculo. Muchos otros en la audiencia cerca de esta persona se quejaban y mostraban mucho descontento. Fue necesario poner fin inmediatamente a esto durante la actuación. Cuando vi que el compañero practicante se ocupaba directa y estrictamente de esto, el público y yo nos quedamos muy sorprendidos. La razón es que, según mi entendimiento, la acción del practicante no estaba de acuerdo con la benevolencia y la tolerancia. Pero, ¿fue realmente así? Reflexioné mucho sobre el tema y pensé en cómo tratar este asunto basándome en los principios de Verdad-Benevolencia- Tolerancia, pero no había encontrado una respuesta a mi dilema. En general, sentía que esta manera de hacer las cosas iba en contra del Fa, sin embargo, ¿estaba equivocado mi punto de vista y mi comprensión de esto? Seguía esperando que algo así no me sucediera.
¿Debía continuar así, evadiendo al encontrarme con problemas? Hasta la actuación en Ludwigsburg, seguí manteniendo este punto de vista equivocado. Desde el porche del segundo piso, pude ver que una mujer estaba, obviamente, grabando el primer programa de la actuación. Pensaba que mis otros compañeros la verían. Sin embargo, fui el único que se dio cuenta. En el entreacto, bajé y dije a los colegas que estaban allí que prestaran atención a esa mujer, y luego me di la vuelta y regresé. Había descargado la responsabilidad a mis compañeros, no me ocupé de ella y me negué a aceptar la responsabilidad del asunto.
Después del intermedio, vi ante mis ojos que alguien del público tomaba una foto al final de cada programa como recuerdo. En realidad, mientras los miembros del público entraban en el teatro, yo seguía pensando que este espectador no haría eso. Lo hacía muy disimuladamente y no molestaba a los demás. Finalmente comprendí que el Maestro me estaba dando una lección. No había otros practicantes allí para ayudarme, y era la primera vez que tenía que intervenir personalmente. Cuando se cerró el telón, fui a hablar con este espectador, y después dejó de tomar fotos. Pero una vez terminada la representación, aún quedaba pedirle que borrara las fotos. Le pedí muy amablemente que las borrara. Admitió que había tomado algunas fotos, pero dijo que eran muy importantes para él. Por más que intenté persuadirle, no cedió. ¿Por qué iba a borrar las fotos? Finalmente, con la ayuda de otro colega con más experiencia, expresó su comprensión y borró las fotos de inmediato. Me sentí impotente. ¿Seguía siendo capaz de realizar bien esta tarea? ¿Es posible que no haya sido lo suficientemente cordial y amable? ¿Acaso los principios de benevolencia y tolerancia no implican que uno debe ser cordial y amable?
Por la noche, al compartir experiencias, hablé de esto y pregunté cómo podíamos utilizar la benevolencia para resolver estas situaciones. Esto para mí era como un misterio. Me di cuenta de que mi comprensión de la benevolencia era todavía muy mundana en la superficie. Me di cuenta de que el Maestro en sus enseñanzas de Fa en Suiza hablaba de "Compasión".
Shifu dijo:
"Ya que haz mencionado la compasión, necesito corregir tu pensamiento, te diré lo que es la compasión. La gente en la sociedad humana común piensa que si vive muy cómodamente sin ningún desastre o dificultad, si cada día es muy agradable y sin preocupaciones, y si no están cortos de dinero y tienen todo lo que ellos necesitan, entonces Dios es compasivo hacia ellos y está siendo muy bueno con ellos. Déjame decirte que Dios no es así, si él realmente fuera así, estaría haciendo algo terrible con la gente. Esto es debido a que el razonamiento de los seres humanos está totalmente invertido" (Exponiendo el Fa en el Fahui de Suiza).
Un primer aprendizaje
Me di cuenta de que todo el tiempo estaba tratando el tema de la compasión desde la perspectiva de una persona común. ¿Es compasión fingir no ser consciente de ello mientras un espectador toma fotos? Si, por haber cometido un error y ser culpable de una mala acción, se encuentra con la calamidad en la tierra y en el cielo, ¿es esto algo bueno para él? Hasta entonces, no lo había pensado así. Si no lo detenía y corregía el problema, ¿significaba que estaba siendo amable con él? Aunque la persona pudiera sentirse mal al principio debido a mi intervención, el resultado final sería bueno para todos.
Al día siguiente, ayudé a mi hermano a podar vides en un viñedo. El sol brillaba con fuerza y era hora de ponerse a trabajar. Nunca había hecho algo así, así que tuve que aprender a hacerlo. Recortar una vid se llama podar. Consiste en cortar todos los brotes, aparte de uno o dos de los nuevos brotes justo por encima de las raíces. Así se consigue una cosecha abundante. Luego se atan las ramas y ramitas restantes y se doblan en la dirección necesaria, y a veces también se rompen. De las incisiones frescas sale mucho líquido. Parecía como si las vides estuvieran "sangrando", y parecía muy despiadado. Gracias al libro de Zhuan Falun, comprendí que las plantas también tienen sentimientos. Tenía miedo de hacer este trabajo y temía dañar la vid. Mi hermano me explicó que, si no lo hacía así, la parra moriría de hambre porque no podría suministrar suficiente agua a sus numerosas ramas. A menudo hablaba con las plantas y siempre las trataba con tranquilidad y suavidad para, en la medida de sus posibilidades, no dañarlas.
Esta lección de la viña parecía estar preparada para mí. De ella aprendí que tener compasión no significa que uno tenga que ser amable y cordial en la superficie. Entonces, ¿cómo debo proceder? ¿Qué aprendí de esta lección, y a qué me iluminé?
La segunda enseñanza
Cuando Shen Yun actuó en Graz, Austria, aprendí la siguiente lección. Una simpática señora mayor de unos 75 años tomó muchas grabaciones en vídeo de la actuación. Era lo mismo que antes. Aunque ella no molestaba a nadie más, estaba ocurriendo ante mis ojos. Mi forma de pensar cambió. Ahora sabía que esta mujer crearía karma al hacer esto, y por su propio bien, tenía que detenerla. Fui muy amable, pero le señalé directamente que otros dos compañeros y yo habíamos visto que estaba grabando.
Esta prohibición se anunció al principio del espectáculo y eso constituyó una infracción de la ley de derechos de autor. Le dije que había recibido instrucciones de pedirle que borrara las grabaciones de vídeo. Sin andarse con rodeos, aceptó y borró los vídeos sin discutir. Esto me sorprendió. Esta señora mayor borró los vídeos en pocos segundos, con mucha habilidad, como una adolescente, como si siempre hubiera hecho este tipo de cosas. Esto era algo que no podía imaginar. Era consciente de que yo era el responsable de esto. Había decidido firmemente que esto era lo correcto para ella. Y ella también lo hizo. Su lado conocedor lo completó en unos pequeños pasos, y en muy poco tiempo corrigió su error. En este momento sentí de repente que me había iluminado por fin al significado interno de la compasión.
En medio de todo esto, ¿no había también "Ren" (Tolerancia)? Después de tener mi primera experiencia de éxito, pensé en cómo podría hacerlo aún mejor. En los días siguientes, volví a experimentar dos pruebas que me permitieron hacerlo aún mejor.
Entendiendo el tema más profundamente
La primera vez que ocurrió fue con una mujer joven, y en mi conversación con ella, hice hincapié en la importancia de borrar las fotografías, y también le dije que si quería una foto de recuerdo, que podía tomarse una bonita foto de recuerdo delante del anuncio de Shen Yun en la sala principal del teatro, y también podía comprar muchos recuerdos y souvenirs en la tienda de regalos de Shen Yun. Además, en la página web de Shen Yun podía encontrar muchas fotografías y vídeos de primera calidad. De este modo, esta mujer podía verse beneficiada y apreciar mis buenas intenciones y mi acción compasiva. Ella escuchó mis palabras y yo también le agradecí su comprensión.
Lo que aprendí sobre infringir de los derechos de autor
A continuación, un compañero me informó de que una persona del público estaba tomando fotos. Como no había visto esto por mí mismo, no podía decidir si debía intervenir o no. Pregunté a esta pareja si había tomado fotos, y admitieron que sí. Al principio de la representación no habían entendido la indicación (en alemán y chino) de que no se podía grabar en vídeo o tomar fotos. Les expliqué en inglés que tomar grabaciones de vídeo o tomar fotos era una infracción de la ley de derechos de autor y les pedí que las borraran. Les recordé que sólo debían llevarse bellos recuerdos del espectáculo. Les hice saber que no sólo cumplía mi trabajo, sino que les entendía.
Cuando terminó el espectáculo, ocurrió algo que me sorprendió. Cuando todo el mundo se iba, vino a buscarme especialmente la pareja que había estado tomando fotos y se disculpó varias veces. Les di las gracias y les dije que estaba muy contento de que hubieran venido a buscarme.
Después de llegar gradualmente a una comprensión más profunda del Zhen Shan Ren (Verdad-Benevolencia-Tolerancia) y de lo que significa para nosotros, los practicantes, soy capaz de completar la tarea con la conciencia tranquila. Antes de esto, no era capaz de completar la tarea debido al apego al miedo. Además, con el fortalecimiento de los pensamientos rectos, pude ayudar a las personas que habían venido a ver la actuación a no cometer errores, y a que no se arrepintieran después.
Mi proceso de aprendizaje de Wuwei ("no intervención")
Como voluntario de seguridad en el escenario, este año he aprendido mucho con la ayuda del Maestro y de los compañeros. Era la primera vez que realizaba muchas de estas tareas. Un punto muy importante que aprendí fue a mantener la calma cuando me encuentro con algo.
Mi ciudad natal está a sólo 30 kilómetros de Fussen. Fue un honor para mí que Shen Yun estuviera tan cerca de mi ciudad natal. Aquí era responsable de la seguridad en el exterior del teatro, y eso me exigía estar realmente tranquilo. Hacer guardia y vigilar un espacio tranquilo durante tres o seis horas era una gran prueba para mi paciencia. ¿Cómo podía pasar este tiempo sin aburrirme? De esto aprendí que cada cargo y cada tarea que se nos asigna es muy importante. A veces, cuando veía que había una tarea olvidada, llenaba este vacío. A veces esta tarea que estaba fuera de nuestros planes requería mucho tiempo para completarla. Además, a menudo me preocupaba si sería capaz de asumir esas cargas adicionales. Esta vez por fin pude omitir el sueño y, además, hacer posible lo que parecía imposible.
Cuando me tocó entrar a servicio, la primera tarea que se me asignó fue en la seguridad de los artistas de Shen Yun y del autobús. Esperé varias horas, pero los artistas seguían sin llegar. Justo cuando mi tiempo de guardia estaba a punto de terminar, el coordinador me llamó por teléfono para decirme que los artistas habían aprovechado ese tiempo para visitar los alrededores. El coordinador dijo que se enteró muy tarde de este cambio de planes. Los alcancé con mucha ansiedad y, al final, encontré el autobús. Por fin pude empezar mi trabajo. Una hora más tarde, tuve problemas para pagar mi pase de estacionamiento, y en ese momento la Compañía de Shen Yun volvió a irse a cenar, y volví a perder el contacto con ellos. Pensé que debían haber ido al hotel a registrarse para su estancia, sin embargo, no fue así. Mi otro colega había recibido las instrucciones correctas y se apresuró a ir al restaurante para ser la seguridad allí.
Desde el principio, mi tarea no fue ordinaria, y esto fue un gran reto para mi paciencia. En este aspecto, todavía tenía muchos apegos que debían ser superados. Este es un apego que me ha seguido hasta el día de hoy, así que ¿cómo podría hacerlo mejor en el futuro? ¿Por qué me resultaba tan difícil realizar una tarea tan sencilla?
Nada es casual, así que ¿qué me estaba diciendo esto? Han pasado los días, y poco a poco he ido soltando mis emociones y he sido capaz de afrontar las cosas que pasaban y las tareas que me encomendaban para conseguir una mentalidad pacífica. Pero durante este proceso, seguía sin tener una buena comunicación con el equipo de seguridad. A veces decía demasiado y daba demasiados detalles y les hacía perder su precioso tiempo. En otras ocasiones, también por comunicar de forma insuficiente, les hacía dudar de si todo estaba bien o no. En otras oportunidades no podía entender bien mis propias responsabilidades. Ahora sigo necesitando encontrar un medio y un método moderados de comunicación cooperativa. A veces se producen algunos conflictos. No importa si se trata de un conflicto innecesario o si tiene una causa concreta, miraré dentro de mí e intentaré hacerlo mejor.
El último día de las actuaciones, me tocó ser personal de seguridad durante nueve horas. También tuve que ayudar durante unas dos horas a recoger el escenario, en medio de las cuales había un periodo de descanso. Me preocupaba un poco si podía trabajar durante tanto tiempo y temía no poder hacerlo bien.
Tras despertarme a las seis, hice mi primera ronda en el hotel donde se alojaban los artistas de Shen Yun. Tres horas después fui al teatro. Descubrí que no había nadie para vigilar el camión que estaba frente al teatro. En realidad, estaba en mi tiempo de descanso, pero sentí que era necesario que yo cubriera ese hueco. No pregunté a nadie y me puse directamente a trabajar. Me quedé allí hasta que terminó la representación y necesitaron mi ayuda para recoger el escenario. Después, pensaba descansar. Pero no me podía ir y dejar que este camión lleno de equipos se quedara sin nadie que lo vigilara. Así que me quedé allí. Hasta que fui al hotel a vigilar y estuve hasta la medianoche. Luego dormí en mi coche durante tres horas.
La mayor parte del tiempo estuve enviando pensamientos rectos. Al final, custodié el autobús con otro practicante hasta las seis de la mañana, cuando salió el sol. Esta fue la parte más difícil. Pero la parte buena fue que pudimos compartir experiencias entre nosotros. En total trabajé 18 horas pero sólo descansé tres, lo imposible se hizo posible. Yo mismo estaba asombrado. Llegué a saber lo que podía conseguir con la ayuda del Maestro.
Con esta nueva comprensión, varias semanas después pude afrontar el último día en Bregenz de una manera nueva. Llegué al teatro con antelación, para limpiar allí el campo dimensional. Además, en el camino del hotel al teatro, envié pensamientos rectos para limpiar toda la ciudad. Al llegar antes, pude hacer el papel de portero para la entrada de los artistas, saludar a los miembros del personal del teatro y del equipo de cocina, y abrir la puerta para todos. Este pequeño acto de abrir la puerta a los demás, dejarles pasar, hacer una reverencia, dar respeto y una sonrisa a los demás es realmente importante: todas estas son tradiciones antiguas, pero me han dado un significado especial durante el periodo de las actuaciones de Shen Yun, principalmente al abrir la puerta a los artistas intérpretes de Shen Yun. Cuando abría la puerta al personal de limpieza del teatro, se quedaban asombrados y decían: "nadie de aquí ha hecho esto por nosotros antes". Esta pequeña acción les conmovía. Empezamos a hablar de las antiguas tradiciones y de cómo me he esforzado en estudiarlas porque se han convertido en algo muy importante para mí. Nosotros, como practicantes, podemos utilizar estos pequeños detalles para mostrar la Verdad-Benevolencia-Tolerancia a la gente del mundo, y son precisamente estas tradiciones las que dan impresiones positivas a la gente que conocemos. Ese día vigilé muchas puertas y pasillos, y cada puerta y cada pasillo era muy especial, porque hubo muchas experiencias diferentes.
Ese día tomé una decisión: No me iría hasta que ya no hubiera nadie que necesitara mi ayuda. Hasta ahora, he juzgado por mí mismo cuándo es este momento y la mayoría de las veces he terminado muy cansado. Quería hacerlo mejor después de la experiencia en Fussen. Esta vez no ayudé a desmontar el escenario ni a custodiar el camión del equipo, sino que ayudé a los del equipo de cocina a empaquetar sus cosas y, así pasé varias horas. Dejé de lado mis pensamientos de estar ya muy cansado y, me fui cuando todos habían salido del teatro. Una vez más me quedé asombrado al descubrir que, con la ayuda del Maestro, era capaz de conseguir lo inesperado. Esta fue la primera vez que logré pasar la prueba.A veces pensaba: acaso ¿no soy mayor ahora, a diferencia de cuando era joven y podía hacer cualquier cosa? ¿Es realmente así? ¿Estar en esta condición es como quiero estar? ¿Qué no es esto ilusorio? Creo que cuando se trata de Dafa uno debe repensar sus propios limitantes. Zhuan Falun señala claramente cómo podemos rejuvenecer. Debemos utilizar esta posibilidad. Cuando mi punto de partida está lleno de pensamientos rectos, puedo experimentar entonces cómo volverme más joven.
Siempre me ha disgustado llevar trajes y ropa adecuada y apropiada para el ambiente del espectáculo. Prefiero usar ropa casual y deportiva, incluso en mi lugar de trabajo. Después de que el Maestro hablara de las tradiciones, me di cuenta de que en muchas pinturas antiguas, muchos campesinos y trabajadores sencillos y pobres de nuestro pueblo solían vestir bien incluso para el trabajo diario, lo que me sorprendió. Incluso llevaban sombreros para cubrirse la cabeza. Y aun cuando hacía mucho calor, llevaban mangas largas y pantalones largos. Si llevaban pantalones cortos, usaban medias largas. La gente podía distinguir su profesión por su vestimenta. Cada pueblo tenía su propia ropa tradicional. Algunas tradiciones se mantienen hasta hoy.
Desde la perspectiva de mi trabajo de seguridad en el exterior del teatro, pude observar cómo los artistas de Shen Yun, en su trayecto del hotel al teatro y al regresar, eran tan tranquilos y disciplinados. Ya sea con su vestimenta o con su comportamiento, todos me dieron una excelente impresión. ¿Era yo apto para hacer trabajos de seguridad? ¿Tenía esta disposición en cada uno de mis actos y movimientos?
La Compañía de Shen Yun Performing Arts es un grupo artístico de primera clase, y como personal de seguridad, aunque sólo esté haciendo un simple trabajo de seguridad, ¿no debería vestirme mejor como los artistas, y de acuerdo con las antiguas tradiciones y el decoro para restringir mi comportamiento y considerar más mi vestimenta? Para mí, ser capaz de usar pensamientos rectos en el estacionamiento que estaba vigilando, sonreír y dar cortésmente los respetos, y dar la bienvenida y despedirse de los artistas de Shen Yun y de aquellos que tienen una relación predestinada conmigo fue un honor. Señalé la entrada al teatro a muchas personas y respondí a muchas preguntas y ofrecí más ayuda. A veces pensaba en cómo podía hacerlo mejor. Sumergí mi mente y mi cuerpo en mis tareas, y las horas pasaron muy rápido. Experimenté cada vez más cómo los cultivadores podíamos formar un solo cuerpo, y muchos visitantes también se fundieron en él. Tal vez yo era uno de los primeros practicantes que los visitantes veían de camino al teatro, así que tenía que darles una buena impresión. Incluso esta tarea aparentemente trivial fue importante y trajo una nueva conciencia a mi cultivación.
Deseando caer enfermo
Para participar en Shen Yun, durante mucho tiempo, como voluntarios, no estábamos seguros de si debíamos vacunarnos o no en función de la nueva situación epidémica. Después de leer el artículo del Maestro "Despierta", decidí vacunarme y de esta manera, independientemente de las estipulaciones que tuvieran Austria y Alemania, habría estado preparado. Sin embargo, aunque había aceptado vacunarme por Shen Yun, seguía teniendo una actitud de preferir no hacerlo. Según las estipulaciones austriacas de la ley, tenía dos opciones: Una era vacunarme, y la otra era que se me considerara inmune después de haber recuperado la salud durante seis meses después de contraer el virus.
Debía vacunarme por segunda vez después de la primera representación de Shen Yun en 2022. Deseaba poder enfermarme y, por lo tanto, no necesitaría vacunarme. Este deseo se hizo realidad. Dos días después, en el camino de vuelta de Colonia, perdí el sentido del gusto. La prueba PCR dijo que estaba infectado y que debía ser aislado.
Como practicante, llegando a desear enfermar, ¿era esto correcto? ¿Era esto acorde con el Fa? Y al hacerlo, ¿no estaba perjudicando también a otros practicantes?
Durante los días siguientes me sentí impotente. Cinco días más tarde, después de pasar por una prueba, pude decidir si concluía mi período de aislamiento o no. Pero la prueba demostró que todavía tenía el virus. Yo lo había invitado, pero ahora no estaba dispuesto a marcharse. ¿Era correcto mi punto de vista? ¿No estaba dando al mal un resquicio para aprovecharse? Muy pronto tuve que ayudar en Salzburgo. El día antes de montar el escenario en Salzburgo concluyó mi aislamiento. Sin embargo, todavía tenía los síntomas del nuevo virus, como la tos, y además me encontraba mal de salud. Así que, en ese momento, decidí no ir a Salzburgo.
Mis vecinos sabían que no había enfermado en seis años, así que tras infectarme de repente con el virus, todos se quedaron sorprendidos. Una vez les había dicho que no me pondría enfermo porque los efectos curativos de Falun Dafa son muy buenos. ¿No fue esto una mala señal cuando me infecté con el virus? Mirando hacia atrás, esto fue realmente una mala situación, con un apego tan fuerte a querer enfermar, como resultado, no tuve manera de cumplir mi promesa de ayudar en Salzburgo.
Pensé detenidamente en ello, y en si había tenido este apego antes. En realidad, cuando todavía era un niño y siempre que tenía exámenes, siempre deseaba ponerme enfermo para poder aplazar los exámenes. A veces mi muestra de abatimiento era una excusa para eludir mi responsabilidad. Cuando la presión era demasiado grande para mí, siempre deseaba enfermar. Porque a los enfermos se les podía compadecer y prestar atención. ¿No era esto también un apego? ¿No había un apego del que debía deshacerme?
En cuanto a ser un cultivador, cuando me sentaba a meditar en un grupo, siempre prestaba atención a cuándo me empezaban a doler las piernas, y cuánto tiempo me dolían, y después de esto, podía decírselo a todos los demás allí presentes. ¿Siempre esperaba ser el que en el lugar de la práctica a quién le doliera más? ¿Era una competencia a quién le duele más? ¿Debía quejarme y así ganar la simpatía de los demás? Después de deshacerme de este apego, no pensaba en cuándo empezaba el dolor mientras estaba sentado en meditación ni consideraba cuánto tiempo me dolía. Cada vez que surgía este pensamiento o cuando me dolían las piernas, me recordaba inmediatamente que debía deshacerme de este apego. Ahora, esto ya no tiene ningún significado para mí.
Participar en Shen Yun este año y tomar parte en actividades de grupo con otros practicantes ha sido una gran ayuda en mi cultivación, y me ha permitido ser consciente de las tribulaciones que tenía que pasar, y además pasarlas bien.
Me gustaría dar las gracias por haber podido participar más activamente en un proyecto de Shen Yun. Tenía mucha curiosidad por saber lo que podía aprender o realizar en él. Agradezco mucho al Maestro el tiempo y las oportunidades que nos ha dado, la experiencia de compartir con otros practicantes. También lamento no haber completado mis tareas al cien por cien, pero la próxima vez intentaré hacerlas bien.
Como mi nivel es limitado, por favor, señale compasivamente mis errores para corregirlos.
Gracias Shifu, gracias compañeros practicantes.
(Presentado en el Fahui de Europa 2022)