(Minghui.org) En octubre de 2013, mi hermano menor resultó gravemente herido cuando su motocicleta colisionó con un vehículo. Fue llevado de urgencia al hospital. Tenía una fractura craneal conminuta y una hemorragia intracraneal. Cuando llegué al hospital todavía lo estaban operando. Rápidamente les dije a todos los familiares que recitaran sinceramente "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" en silencio fuera de la sala de operaciones.
Tres horas más tarde, el cirujano salió y dijo: "No pude reemplazar todo su cráneo porque algunas de las piezas eran demasiado pequeñas, demasiado pequeñas incluso para las grapas. Pero le hemos quitado la sangre y estamos tratando de evitar que siga sangrando. Luego estará en la unidad de cuidados intensivos (UCI)".
Miré a mi hermano mientras lo sacaban del quirófano camino de la UCI. Estaba irreconocible. Me eché a llorar. Le susurré al oído que recitara las frases auspiciosas de Dafa.
Antes de salir del hospital, la esposa y el hijo de mi hermano me aseguraron que seguirían recitando las frases.
Mi hermano recibió el alta del hospital 16 días después. Le visité al día siguiente. Mi cuñada me dijo: "No podía reconocer a nadie más que a mí cuando se despertó. Ni siquiera sabía por qué estaba en el hospital. Los cuatro familiares recitábamos las frases auspiciosas siempre que podíamos. Tres días después, lo trasladaron a la sala general. Ya no sentía dolor y había recuperado la memoria. Mejoraba día a día y le dieron el alta el decimosexto día".
Mi hermano tenía buen aspecto. Su familia sabía que su rápida recuperación era una bendición de Dafa.
Desaparición del cáncer de riñón
Mi vecino tiene 65 años. Vendía carne de cerdo y el negocio había ido bien. El pasado mes de octubre se le diagnosticó un cáncer de riñón. Su cáncer ya se había extendido, y la cirugía solo lo empeoraría, así que fue a recibir quimioterapia una vez al mes. Pero después de cinco meses, no mejoró. Estaba delgado y aletargado cuando lo vi. Estaba en la cama la mayor parte del tiempo.
Les dije a mi vecino y a su esposa que Falun Dafa podía salvarlo. Les aclaré la verdad y los ayudé a renunciar al Partido Comunista Chino (PCCh) y sus organizaciones afiliadas. Les dije que recitaran sinceramente "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" siempre que pudieran.
El 3 de marzo de 2022, volví a ver a mi vecino vendiendo carne de cerdo en el mercado. Su esposa dijo que no se encontraron células cancerosas en su último examen. Quería darme las gracias. Le dije que fue el Maestro Li, el fundador de Falun Dafa, quien lo salvó.
Más tarde, ayudé con éxito a sus dos hijos y nueras a renunciar al PCCh.
El cáncer de pulmón desapareció después de practicar Falun Gong
Mi hermana mayor tiene 64 años. El pasado mes de julio se le diagnosticó un cáncer de pulmón y la operación estaba prevista para la semana siguiente.
Mi hermana se sintió muy mal por haber contraído el cáncer de pulmón porque siempre había prestado mucha atención a su salud. Le preocupaba que no le quedaran muchos días de vida. Le prometí que le llevaría un remedio para salvar su vida después de la operación.
Mi hermana estuvo en el hospital durante siete días. Fui a verla cuatro días después de que le dieran el alta. Con lágrimas en los ojos, estaba pálida, demacrada y apática. Habían pasado 11 días desde la operación y la incisión aún no había cicatrizado. Estaba roja e hinchada y seguía sangrando.
"No te preocupes", le dije. "Tengo un remedio para salvarte".
Saqué un reproductor multimedia con las conferencias del Maestro Li y música de ejercicios. Dije: "Falun Dafa es una práctica de cultivación de nivel elevado. Enseña a la gente a ser buena según los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Beneficia a todos los que la practican. Tiene efectos milagrosos para la salud. Puedes escuchar primero las enseñanzas. Te enseñaré los ejercicios una vez que se te cure la incisión".
Siguió mi consejo y empezó a escuchar las grabaciones. Ya había renunciado al PCCh en el pasado y sabía que Falun Dafa era bueno. Confiaba en que la ayudaría.
Escuchaba las enseñanzas todos los días. Tres días después, me dijo que tenía suficiente fuerza y que estaba lista para hacer los ejercicios. Escribí las instrucciones y le enseñé a hacerlos. Solo tardó dos días en aprenderlos.
A medida que aumentaba su energía, empezó a hacer algunas tareas domésticas, como cocinar, limpiar y otros menesteres. Ya no se entrometía con su hijo y su nuera.
Antes de finalizar el año pasado, mi hermana fue al hospital para una revisión y todos los indicadores eran normales. Al ver cómo había cambiado, su nuera empezó a apoyar a Dafa.