(Minghui.org) Soy una estudiante de cuarto grado y tengo diez años. Empecé a practicar Falun Dafa cuando tenía siete años. Mi tía y su marido iban a casa de mi abuela y mientras estaban estudiando el Fa, le dije a mi tercera tía que me gustaría estudiar el Fa con ellos. Mi tercera tía dijo felizmente: "Claro, vamos a estudiar el Fa juntos. Te ayudaré con las palabras que no conozcas".
Yo iba a la casa de mi tía los fines de semana para estudiar el Fa. Una tarde vi a varios practicantes haciendo la meditación sentada y dije que yo también quería hacerla. Mi tía me enseñó a sentarme en la posición de doble loto y pude cruzar ambas piernas al primer intento. También aprendí los movimientos de las manos después de ver dos demostraciones. Mi tía me dijo: "Ahora puedes hacer el ejercicio de meditación con nosotros. Vamos a meditar durante una hora. ¿Puedes hacerlo?". Dije: "¡Sí!". Medité durante una hora mi primera vez.
El Maestro Li (fundador de Falun Dafa) ya me cuidaba en ese tiempo. Sentí como si estuviera sentada en una nube de algodón y que alguien me sostenía los brazos. Un poco más tarde, sentí que alguien me jalaba de los hombros y me llevaba a otro lugar. Todas las cosas, como las casas y los árboles, eran de color dorado. Justo cuando lo estaba gozando, me llevaron a otro lugar. El segundo lugar era igual de maravilloso. Vi coches y escritorios y todo el lugar estaba lleno de emblemas de Falun. Era muy bonito. Sonreía todo el tiempo.
Después de hacer los ejercicios, mi tía me preguntó por qué había sonreído. Le conté lo que había visto en la meditación y me dijo: "Tienes una buena cualidad innata. Shifu te está animando a cultivar con diligencia y a volver a tu verdadero hogar en los cielos". Respondí con alegría: "Me cultivaré con diligencia. Ese paraíso es maravilloso. La abuela debería empezar a cultivar también".
Al día siguiente fui a casa de mi tía y le dije: "Hoy meditaré dos horas". Mi tía dijo: "Meditaré contigo durante dos horas". Tal vez me adelanté a mi nivel y me vi presuntuosa. Las piernas empezaron a dolerme en menos de una hora. Seguí soportando el dolor. A la hora y diez minutos, estaba sudando y llorando de dolor. A la hora y veinte minutos, mi tía vio mi cara sonrojada y me dijo: "¿Por qué no bajas las piernas? Hoy has hecho un gran trabajo. Todos deberíamos aprender de ti".
Disfrutaba estudiando el Fa con otros practicantes y escuchándolos mientras compartían su experiencia. Aunque mis padres no son practicantes, me apoyan en la práctica de Falun Dafa. Me volví más diligente en hacer mis tareas. Mi madre dijo con alegría: "Parece que te has convertido en otra persona". Yo sé que todos estos cambios positivos se debían a la práctica de Dafa.
Iba a la casa de mi tía para estudiar el Fa en mis vacaciones de verano e invierno. Durante el estudio del Fa en grupo, me sentaba y sostenía los libros de Dafa con ambas manos. Leía con atención y mi tía me ayudaba con los caracteres chinos que no reconocía cuando me tocaba leer. Escuchaba a los adultos cuando compartían cómo habían mejorado su cultivación después de estudiar el Fa. El ambiente de cultivación en la casa de mi tía era agradable.
Una vez, mi tía y yo fuimos a un supermercado y pasé por un congelador y vi que su puerta estaba ligeramente abierta. Mientras caminaba, pensé que la comida congelada podría descongelarse. Volví al congelador y cerré su puerta. Aunque parezca un asunto trivial, como cultivadores debemos pensar en los demás.
Cuando mis compañeros me insultaban o me pegaban, no me defendía porque sabía que soy una joven practicante. Tenía el impulso de defenderme, pero con frecuencia podía suprimir ese impulso cuando pensaba en Dafa. Pensaba: "Quien me golpea está perdiendo virtud y yo estoy ganando virtud. No debo devolver el golpe". Mis profesores también me elogiaban y decían que era una buena estudiante.
Empecé a terminar mis tareas a tiempo después de empezar a cultivarme y mis padres ya no necesitan supervisarme. Mis notas mejoraron y entendí muchos conceptos enseñados por los profesores en la escuela. Siempre quedaba entre las tres primeras en los exámenes de clase. Una vez pedí ayuda a Shifu cuando olvidé cómo escribir un determinado carácter chino en mi examen de lengua china. Recité en silencio: "Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", cuatro veces. Casi inmediatamente, recordé cómo escribir los caracteres; supe que Shifu me estaba ayudando y le agradecí Shifu en mi corazón.
Aunque todavía soy joven, he pasado por muchas situaciones en las que pude mirarme como una cultivadora. Una vez estaba en un coche con mi cuñada, mi tía y su marido. Los adultos salieron del coche cuando llegamos a nuestro destino, y por accidente, me encerraron dentro. Me puse nerviosa y les grité, pero no me oyeron.
De repente me acordé de Shifu y grité: "Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Mi cuñada, que ya se había alejado del auto, recordó de repente que me había dejado en el coche. Corrió y abrió el coche. Si Shifu no me hubiera ayudado, ninguno de ellos habría recordado que me habían dejado en el coche. Estoy profundamente agradecida a Shifu y creo firmemente en Dafa.
Todavía tengo muchos relatos para contar. Me he encontrado con muchas dificultades y Shifu me ha ayudado cada vez. ¡Gracias, Shifu!