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​Detienen a la suegra del jefe de policía y la interrogan durante un día entero por hablar con la gente sobre Falun Gong

Sept. 8, 2021 |   Por un corresponsal de Minghui en la provincia de Hubei, China

(Minghui.org) Una mujer de 80 años de la ciudad de Wuhan, en la provincia de Hubei, fue arrestada y retenida durante un día, después de que un hombre de 30 años la denunciara por hablarle de Falun Gong, una disciplina espiritual también conocida como Falun Dafa, que es perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

La Sra. Chen Yuanzhi habló con el hombre mientras se dirigía a comprar alimentos, en la mañana del 5 de agosto de 2021. Nada más empezar a hablarle, el hombre la agarró de la mano y le dijo: "Hablemos de ello en la Estación de Policía". También le hizo una foto a la Sra. Chen.

Como la Sra. Chen se resistió, llegaron dos agentes de seguridad. Los tres la arrastraron juntos hasta la cercana Estación de Policía de Zhonghualu.

Wang, el subjefe de la Estación de Policía, y un oficial apellidado Yu llevaron a la señora Chen a la sala de interrogatorios. Uno de ellos le dijo: "Sabemos que su yerno (Li Jie) es nuestro jefe, pero hoy está fuera por una reunión. Lo que vamos a hacer hoy es enderezarte".

Durante todo un día, casi diez policías se turnaron para intentar presionar a la Sra. Chen para que escribiera una declaración de renuncia a Falun Gong. Ella se negó a hacerlo.

Alrededor de las 4 de la tarde, Wang y Yu ordenaron a otros cuatro agentes que sujetaran con fuerza a la Sra. Chen. Luego la esposaron y la obligaron a dejar sus huellas dactilares en un documento que tenían preparado.

Cuando la Sra. Chen protestó por la persecución, Wang le dijo: "Puedes seguir adelante y demandarme. No me da miedo". La piel de sus muñecas estaba rota y algunas zonas sangraban.

A las 9 de la noche, la policía llamó al hijo de la Sra. Chen y le dijo que fuera a la comisaría. Le dijeron que tenían previsto llevarla al centro local de lavado de cerebro, pero que lo habían cancelado debido a la pandemia. Le pidieron a su hijo que firmara un documento desconocido. La Sra. Chen regresó a casa con su hijo a las 10 y media de la noche.

Antes de la detención de la Sra. Chen, su yerno, el jefe de policía Li Jie, y su esposa, ya le habían pedido una vez que firmara unos formularios para declarar su renuncia a Falun Gong. Ella se negó a firmarlos y la amenazaron con repudiarla.

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