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Taiwán: Llegar a los turistas de China con compasión

Ago. 25, 2021 |   Por Liu Wenxin, corresponsal de Minghui en Taichung, Taiwán

(Minghui.org) Falun Dafa es muy popular en Taiwán, y el número de practicantes es el segundo después de China. Para muchos de los practicantes taiwaneses, fueron las mentiras que el Partido Comunista Chino (PCCh) difundió al mundo para difamar a Dafa lo que despertó su curiosidad por la práctica.

Esto llevó a algunos a empezar a practicar, y, habiendo experimentado la bondad de Falun Dafa de primera mano, muchos se sintieron obligados a llegar a sus homólogos en la China continental para hacerles saber la verdad detrás de la propaganda del régimen contra la práctica.

Recuperación total de las enfermedades y amplitud de miras

Liao Yuwei es una de ellas. En el año 2000, cuando tenía 50 años, le dolía de pies a cabeza y siempre sentía que algo iba mal en su cuerpo. No podía quedarse quieta y la nariz le goteaba toda la noche a causa de las alergias. También tenía graves reacciones alérgicas a las inyecciones y los medicamentos. Las articulaciones de sus rodillas estaban muy deterioradas. Por ello, le costaba subir y bajar las escaleras. Su cuñado, que era médico en Kaohsiung, le sugirió que practicara Dafa.

Ella dijo: "En aquel entonces, la supresión de Falun Dafa era muy intensa. Pero yo no estaba convencida. Todo lo que el PCCh decía que era malo, yo sabía que debía ser bueno".

Después de que Yuwei empezara a practicar, sus amigos y parientes la elogiaron, diciendo que parecía mucho más joven y con una mentalidad más amplia. Presentó Dafa a su marido y a sus hijos. Como ganó tanto con Falun Dafa, quiso compartir su experiencia personal con los chinos. Le dice a la gente: "Falun Dafa es recto, nada que ver con lo que dice el PCCh, por favor, no escuchen las mentiras del régimen".

Yuwei ofrece materiales para aclarar la verdad a los turistas chinos.

Ayudando a los chinos a aprender la verdad

Poco después de empezar a practicar, Yuwei fue a Hong Kong para ayudar a la gente, especialmente a los turistas de China continental, a conocer la verdad sobre Falun Gong y la persecución. Iba varias veces al año y normalmente se quedaba un mes. En 2002, empezó a ir al Lago Sun Moon de Taiwán para hablar con los turistas de China continental.

"Al principio, muchos turistas chinos nos insultaban. A veces venía un grupo entero o un autobús turístico, y su actitud era muy despiadada. Pero a veces, si los turistas viajaban solos, podía hablar con ellos mucho más fácilmente". Recordó una experiencia: una madre y su hijo acudieron al lugar de esclarecimiento de la verdad. La madre dijo: "Soy miembro del PCCh, pero quiero dejarlo. ¿Dónde puedo hacerlo?".

Turistas de China se detienen a leer los paneles de Falun Gong en el Camino de Qinglong.

Turistas chinos gritan: "¡Falun Dafa es bueno!"

Ahora, más de una década después, un número creciente de turistas chinos conoce la verdadera situación. Yuwei se ha encontrado con muchos turistas de China que gritaban: "¡Falun Dafa es bueno! Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno. El mundo entero lo sabe!", cuando ven a los practicantes. Todos los días, ella y otros practicantes se encuentran con residentes locales o turistas que apoyan a Dafa y levantan el pulgar, diciendo: "¡Gracias por todo lo que haces por nosotros! Te apoyamos".

Había una madre y una hija de Shanghái. La madre quería llevarse el material informativo, pero la hija trató de impedírselo. Yuwei dijo: "No deberías impedir que tu madre se entere de la verdad, tiene derecho a saber y juzgar por sí misma. No es bueno que la detengas". Entonces la madre le dijo a su hija: "¿De qué tengo miedo a mi edad?".

La gente de China renuncia activamente al PCCh

Yuwei siempre saluda alegremente a los turistas y les dice: "Bienvenidos al Lago Sun Moon. Les deseo un buen recorrido. Por favor, recuerden que Falun Dafa es bueno. Se practica en más de 100 países alrededor del mundo. Ahora que están en un país donde pueden acceder libremente a la información, por favor, aprovechen la oportunidad de conocer la verdad".

Cada día, entre 10 y 100 turistas chinos decidían renunciar al PCCh con la ayuda de la señora Yuwei.

Yuwei recordó: "Un guía turístico nos apoyó mucho. Me invitó a subir a su autobús turístico para que pudiera hablar con la gente. Casi todos los que iban en el autobús aceptaron el material informativo que les di. Una persona vio que todos los demás lo tomaban menos él. Rápidamente corrió detrás de nosotros para conseguir una copia. En realidad, muchos turistas de China tienen un fuerte deseo de conocer la verdad. Sin embargo, a veces todo el grupo es vigilado. Una señora me susurró que si aceptaba un folleto sería fotografiada. Incluso su hijo, de vuelta a casa, sería detenido y encarcelado.

Antes del brote del virus PCCh (también conocido como Coronavirus), muchos grupos turísticos venían de China. La atracción turística del lago Sun Moon estaba abarrotada. Las pasarelas de la ruta de senderismo estaban tan llenas que Yuwei dijo: "Algunos días los practicantes no teníamos espacio para estar de pie. Al ver a tantos turistas de China, me esforcé por hablar con todos ellos, hasta el punto de que se me caían las lágrimas. Ahora llegó el virus: ¿tendremos otra oportunidad? Algunas oportunidades solo se presentan una vez".

Despertando la conciencia de la gente

Otra practicante, la Sra. Lin Tingting, se jubiló hace cuatro años, y comenzó a ir a la atracción turística del Templo Xuanguang en el Lago Sun Moon para hablar con los turistas de China. Cuando los turistas pasaban junto a los paneles informativos, Tingting los saludaba calurosamente: "¡Falun Dafa es bueno! Bienvenidos al lago Sun Moon".

Una vez, tres turistas chinos no tomaron inmediatamente los materiales informativos de ella. Pero cuando regresaron, se detuvieron frente a los paneles informativos y comenzaron a leerlos. Tingting se acercó y les habló de la belleza de Dafa y de la persecución. Los tres turistas decidieron renunciar a sus afiliaciones al PCCh y a sus organizaciones afiliadas. Tingting les dio seudónimos: "Felicidad, Alegría y Paz". Ellos le dieron las gracias.

Se dio cuenta de que algunos turistas querían llevarse el material, pero tenían miedo. Una persona le dijo: "Me cortarían la cabeza si me lo llevara a China". Su grupo ya se había marchado, pero un hombre regresó rápidamente por su cuenta y se apresuró a acercarse al expositor donde se guardaban los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista. Tomó un ejemplar y se marchó rápidamente. En otra ocasión, se situó en las escaleras y repartió material informativo. Un turista chino que pasaba junto a ella le arrebató de repente los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista y se los metió rápidamente en el bolsillo. La pilló desprevenida. Tingting dijo que nunca esperó que tuvieran tanto miedo del PCCh incluso estando fuera de China.

Shifu escuchó mi anhelo

Antes de que Tingting empezara a practicar Falun Dafa, tenía dificultades en el trabajo, tenía que cuidar de su familia, se ocupaba de sus suegros y de otras cosas insignificantes de la vida. Cada vez estaba más deprimida. Recordó que cuando estaba en la escuela secundaria, era muy indiferente a las búsquedas materialistas y pensó en practicar el budismo. En 2004, tuvo la suerte de conocer Falun Dafa. Cuando terminó de leer Zhuan Falun, quedó sorprendida y encantada. Dijo: "Resultó que Falun Dafa era lo que había estado buscando".

Después de empezar a practicar, Tingting se dio cuenta de que el dolor y la alegría de la vida requieren valor. Su suegra enferma era muy difícil de cuidar, incluso su cuñada tenía miedo de las dificultades y no quería cuidar de su propia madre. Sin embargo, Tingting lleva más de 10 años cuidando de sus suegros. Antes, siempre le parecía muy duro. Ahora estaba dispuesta a manejarlo con facilidad. En su día a día, estaba atada al trabajo y ocupada. Entonces pidió un deseo secreto: después de jubilarse, iría a los lugares de interés para dar a conocer Falun Gong. Como resultado, las cosas fueron sorprendentemente bien, su familia la apoyó y todos los asuntos familiares se arreglaron. Tingting dijo: "El Maestro escuchó mi deseo".

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