(Minghui.org) Soy una practicante de Falun Dafa de setenta y seis años. Mis padres no me enviaron a la escuela. Cuando llegué a la edad adulta me casaron apresuradamente con un hombre de un pueblo vecino. Después de dar a luz a mis hijos desarrollé varias enfermedades, entre ellas osteo-proliferación, migrañas, enfermedades ginecológicas e hígado graso.
Un día del otoño de 1997 visité a mi hermana, que vivía a 50 kilómetros de distancia. En cuanto entré por la puerta, mi hermana me tomó de las manos y me dijo emocionada: "¡Falun Dafa es genial! Es increíblemente eficaz para mejorar la salud". Le pedí prestados tres libros de Falun Dafa. Como no sabía leer, mi marido me los leyó. Mi marido y yo seguimos las enseñanzas, empezamos a practicar Falun Dafa y tratamos de ser mejores personas.
Un año después, mi marido me llevó a una ciudad de la provincia de Hebei para ver varias veces las grabaciones de las conferencias del Maestro. También aprendimos hacer los ejercicios de Falun Dafa. En 18 meses todas mis enfermedades habían desaparecido.
El Partido Comunista Chino comenzó a perseguir a Falun Dafa en julio de 1999. Mucha gente de mi pueblo dejó de practicar bajo la presión. Mi marido y yo tampoco nos atrevimos a practicar al principio, pero un mes después, mi marido dijo: "¡Falun Dafa es tan maravilloso! No podemos dejarlo". Empezó a hacer los ejercicios en casa, pero yo tenía demasiado miedo de practicar.
Pasó un año. Un día, vi un programa de televisión sobre enfermedades ginecológicas. Mi nuera había tenido recientemente un bebé en un centro de salud local. Cuando la visité a ella y a mi nieto, decidí someterme yo misma a un examen físico. Me encontraron un tumor en el útero. Todas mis antiguas enfermedades volvieron a aparecer. Estaba preocupada y asustada. No sabía qué hacer. Probé la medicina china, la medicina occidental y los remedios populares, pero nada me ayudó.
Desesperada, empecé a hacer los ejercicios de Falun Dafa con mi marido y a escuchar las conferencias del Maestro. Unos seis meses después, tuve un dolor agudo al ir al baño, como si estuviera dando a luz a un bebé. El dolor cesó. El dolor agudo volvió a la mañana siguiente. Me apresuré a ir al baño. De nuevo, el dolor cesó. Cuando miré en el baño, vi un bulto con sangre. Me di cuenta de que el Maestro Li (el fundador de Falun Dafa) había limpiado mi cuerpo y me había quitado el tumor. ¡Estaba totalmente asombrada!
Mi hermana tuvo una hemorragia cerebral hace unos nueve años. Vomitó varias veces. Tenía un coágulo de sangre en el cerebro, así que fui a cuidarla. Su hija me llevó de compras al mercado. Mientras caminaba, de repente me sentí confusa, con náuseas y débil. Comí muy poco en el almuerzo, pero vomité. Mis síntomas eran similares a los de mi hermana.
Al enterarse de lo ocurrido, mi marido vino y me llevó a casa. Envié pensamientos rectos durante el camino y recité los poemas del Maestro. En cuanto llegué a casa, no pude dejar de vomitar. Sentí que se me helaba la sangre y no podía moverme.
Mi nieto le dijo a mi nuera: "¡Mamá, llevemos a la abuela a un hospital! Se está muriendo". Mi hijo menor también vino a verme. Me pidió con lágrimas en los ojos que fuera a un hospital. Recordé las palabras del Maestro: "... sólo teniendo el corazón sin conmover serán ustedes capaces de manejar todas las situaciones" (Eliminen sus últimos apegos, Escritura esenciales para mayor avance (II)).
A la mañana siguiente, mi hija y mi segundo hijo vinieron a verme. Mi nuera llamó a mi segundo hermano. Vino y les dijo a mis hijos: "Vuestra madre ha tenido una hemorragia cerebral. Su estado es mucho peor que el de vuestra tía". Todos estaban preocupados, pero no pudieron convencerme de que fuera al hospital.
Para su sorpresa, a las tres de la tarde de ese día ya estaba completamente bien. Mi marido les dijo: "Está bien. Shifu cuida de nosotros, los practicantes de Falun Dafa". Mi familia y mis vecinos fueron testigos del poder de Falun Dafa, y dijeron: "¡Dafa es realmente grandioso!".
Un día de abril hace seis años estaba escardando mi huerto, cuando de repente me sentí extremadamente débil. Me apresuré a volver a casa. No pude comer nada a la hora de la cena. A la mañana siguiente me dolía todo el cuerpo y no podía caminar. Tuve que usar un bastón.
Después de preguntar, descubrí que mi enfermedad se llamaba "Sao Zhenzi" (apodo de una enfermedad en nuestro campo, que suele durar siete días).
Recordé lo que dijo el Maestro: "Dafa mira el corazón de la gente" (Sin título, Hong Yin, (II)). Decidí no reconocerlo. Mientras mi hijo y mi nuera me observaban, salí a la calle con un bastón. Mientras caminaba, pronto dejé el bastón. Pude caminar por el patio trasero y poco a poco me sentí bien.
Mi hijo y mi nuera dijeron con alegría: "¡Mamá está bien desde que practica Falun Dafa! Ella está bien ahora, tal y como nos dijo".
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