(Minghui.org) Soy una maestra jubilada. El otro día fui a visitar a mi hermano menor. Al llegar, noté que mi sobrina estaba leyendo una copia de Zhuan Falun.

“Sabes, el gaokao (examen nacional de ingreso a la universidad) llegará pronto. ¿Por qué no te estás preparando para eso? ", le pregunté.

"Esto es parte de la tarea que nos dio el profesor", respondió. "Dijo que tenemos que leer este libro varias veces antes del gaokao".

Cuando le pregunté qué profesor les asignó esa tarea, su respuesta me sorprendió. Su maestro era Yong, un doctor que era famoso en la ciudad por sus ataques a Falun Gong.

"¿Estás segura?", le pregunté. “Escuché que estaba en contra de Falun Gong. ¿Es esto algún tipo de broma? ¿O una trampa?"

Le pedí a mi sobrina que me contara lo que pasó. Sabía que Yong estaba increíblemente informado y era especialmente bueno debatiendo. Citaba los clásicos con facilidad; era casi imposible derrotarlo. Por estas razones, era un profesor muy conocido.

Fue por esos motivos, explicó mi sobrina, que la policía le pidió a Yong que ayudara a “transformar” a los practicantes de Falun Gong en prisión. Yong estuvo de acuerdo y pensó que sería pan comido. Después de estudiar algunos materiales relacionados con la religión y la propaganda del PCCh, llegó a la prisión lleno de confianza.

Dio la casualidad de que se suponía que Yong transformaría a un practicante de Falun Gong llamado Peng. Peng también tenía su doctorado.

Durante su discusión con Yong, Peng le explicó a Yong qué es realmente Falun Gong y cómo el PCCh inventó mentiras para difamar la práctica. También habló sobre cómo el régimen obligó a los practicantes a renunciar a sus creencias.

Peng le contó a Yong sobre la brutal tortura que los practicantes habían sufrido por defender sus creencias y cómo esta tortura había violado la ley y estaba en contra de la moralidad. Los practicantes de Falun Gong solo querían convertirse en mejores ciudadanos siguiendo los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Muchos de ellos también han mejorado su salud física. Además, Falun Gong les dio fuerza para permanecer decididos y pacíficos, incluso mientras eran perseguidos.

Yong, profundamente impresionado por las palabras de Peng, reconoció amablemente la derrota. De hecho, dijo que los materiales que había preparado para usar para transformar a los practicantes eran "como basura". Estaba avergonzado y se había dado cuenta de la injusticia de lo que estaba haciendo.

"¿Podría conseguirme una copia de Zhuan Falun?", le preguntó a Peng.

“Simplemente mire a su alrededor y cualquier practicante lo ayudará a conseguirlo”, respondió Peng. También le recordó a Yong que leyera el libro repetidamente, ya que podía llegar a diferentes entendimientos cada vez que leyera el libro.

Ese fue el momento de despertar de Yong, y después de eso, fue un hombre diferente. Mi sobrina me dijo que Yong también animaba a sus estudiantes a leer Zhuan Falun.

“Nos dijo que, cuando leyó el libro por primera vez, descubrió que era un libro que le decía a la gente cómo ser bueno; cuando lo leyó por segunda vez, descubrió que se trataba de cultivación”, me contó mi sobrina.

Mientras Yong lo seguía leyendo, descubrió que el libro respondía a sus preguntas sobre astronomía, arqueología, geología, historia, cultura tradicional y muchos otros temas. Se resolvieron numerosos interrogantes que lo habían desconcertado durante décadas.

“Nos dijo que, si leemos Zhuan Falun con frecuencia, podríamos ampliar nuestros puntos de vista y adquirir sabiduría. Nos ayudaría a ser más eficientes con nuestros estudios y obtener mejores calificaciones”, agregó.

Después de que se publicaron los puntajes de gaokao, le pregunté a mi sobrina su nota. “Saqué doce puntos más de los que pensaba”, respondió emocionada.

Dijo que estaba atrapada en un problema de matemáticas que valía doce puntos y que no tenía idea de cómo resolverlo. Su mente estaba en blanco.

“Entonces comencé a recitar 'Falun Dafa es bueno' (Falun Gong también es conocido como Falun Dafa)”, dijo. “Después de un tiempo, apareció una solución en mi mente y pude resolverlo correctamente”.

Ella dijo que los otros estudiantes de su clase también obtuvieron calificaciones más altas de lo que esperaban.

Le dije que muchas otras personas han sido bendecidas por apoyar a los practicantes inocentes, así como por creer y decir "Falun Dafa es bueno".

Mi sobrina sonrió. “¿Sabes cómo saludamos a nuestro maestro ahora? Cada vez que lo vemos, le susurramos ‘Falun Dafa es bueno’. Y él asiente y sonríe".

Una vez vino a visitarme la directora para la que trabajaba. Le hablé de los doce puntos extra que había obtenido mi sobrina, junto con la historia del cambio de opinión de Yong en el centro de lavado de cerebro.

La directora comentó que ella también se había enterado. Después de que le expliqué qué era Falun Gong, ella dijo: "No estoy en contra de Falun Gong, ¡pero por favor, ten cuidado!".

Estoy feliz por Yong, el director y los estudiantes. Creo que más personas conocerán los hechos y serán bendecidos con un futuro mejor.

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