(Minghui.org) Una mujer de la ciudad de Panjin, provincia de Liaoning, fue sentenciada a un año de prisión por distribuir materiales sobre Falun Gong. Sufrió una tortura brutal durante su detención y fue liberada el 2 de marzo de 2021.
Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.
Arresto
La Sra. Sun Xiaojing fue a distribuir materiales de Falun Gong en la calle la tarde del 4 de marzo de 2020. Una joven llamada Zhang Yu recibió una copia de los materiales y se lo informó a su novio Pei Shuai, un oficial de policía de la comisaría de Xinglong. Luego, Pei le ordenó a Zhang que siguiera a la Sra. Sun.
Poco después, Pei y cinco policías arrestaron a la Sra. Sun. Más tarde, la policía allanó su casa y confiscó dos computadoras a pesar de que estaban averiadas. La Sra. Sun fue llevada a la comisaría de Xinglong e interrogada esposada a una silla de metal.
La Sra. Sun fue trasladada al centro de detención de la ciudad de Panjin al día siguiente. Aunque tenía fiebre, fue ingresada.
Alimentación forzada brutal
Para protestar por su arresto ilegal, la Sra. Sun primero se negó a usar los uniformes y luego hizo huelga de hambre. En el quinto día de su huelga de hambre, le administraron infusiones por la fuerza, la esposaron y le pusieron grilletes. Unos días después, los guardias comenzaron a alimentarla por la fuerza en la sala de cuarentena. Casi se asfixia durante la alimentación forzada y su barbilla quedó raspada y fracturada.
Una vez, durante la alimentación forzada, no podía respirar, por lo que el subdirector Lin ordenó a un médico subalterno que usara la sonda gástrica. El médico no la insertó porque la Sra. Sun se resistió. Se llamó a otro médico quien lo hizo. La Sra. Sun comenzó a toser y vomitar después de que le insertaron el tubo. Luego vomitó un coágulo de sangre, del tamaño de un corazón. Los prisioneros que asistían a la alimentación forzada estaban aterrorizados y lloraban. Pensaron que su corazón había salido.
El centro de detención obligó a la Sra. Sun a pagar los costos de la infusión, sonda gástrica y análisis de sangre, por un total de 1,700 yuanes.
La familia de la Sra. Sun depositó otros 2,000 yuanes en su cuenta, pero la policía no le permitió comprar artículos de primera necesidad, diciendo que no tenía saldo en su cuenta. Carecía de papel higiénico y lo tuvo que pedir prestado a otras personas. Los guardias solo le permitieron comprar artículos de primera necesidad después de que la transfirieran a una celda normal el 9 de mayo, pero el saldo de su cuenta se convirtió en 1,000 yuanes. Nadie le dijo quién usó su dinero sin su conocimiento.
Audiencia ilegítima porque fue un caso armado
Más tarde, la procuraduría del distrito de Xinglongtai hizo comparecer a la Sra. Sun Xiaojing a través de una videollamada. Ella relató cómo la policía de la comisaría de Xinglong la incriminó con pruebas falsas. Argumentó que ninguna ley criminaliza a Falun Gong en China o lo etiqueta como una secta. Además, la oficina de publicaciones china también levantó la prohibición de los libros de Falun Gong en 2011.
El procurador acusó a la Sra. Sun y trasladó su caso al tribunal del distrito de Xinglongtai el 20 de julio de 2020.
La Sra. Sun fue juzgada a través de una videoconferencia el 2 de septiembre de 2020. Ella se negó a aceptar al abogado designado por el tribunal, quien recibió instrucciones de las autoridades para que se declarara culpable en su nombre. Actuó como su propia abogada y defendió su inocencia.
Pidió al juez que leyera en voz alta el contenido de los materiales de Falun Gong que ella entregó. Pero el juez se negó a hacerlo y dijo que los había tirado.
La policía afirmó que encontraron 89 folletos de Falun Gong, 11 DVD, 251 volantes y dos computadoras, cuando saquearon su casa. Pero la Sra. Sun argumentó que no tenía esas cosas en casa. Lo que se llevó la policía fueron algunas cartas que le escribió a su supervisor en el trabajo, después de que la despidieran por practicar Falun Gong. No sabía cómo la policía contaba esas cartas como 251 volantes. Exigió a la policía que mostrara las imágenes del saqueo de viviendas grabadas por las cámaras corporales, pero el juez se negó alegando que el video no se podía reproducir y que lo verían más tarde.
Alimentación forzada y golpizas grupales severas
Después de la audiencia, la Sra. Sun volvió a iniciar una huelga de hambre en el centro de detención, exigiendo su absolución. El subdirector Lin habló con ella el sexto día de su huelga de hambre, pero ella no se retractó.
Fue trasladada a la celda 312 el 2 de octubre de 2020, donde la jefa de la celda era conocida por torturar a las personas. Tan pronto como la Sra. Sun llegó a la nueva celda, la jefa de la celda la golpeó con más de diez internas compañeras de celda. El jefe de división, Zhao, le dijo a la jefa de la celda: “No importa qué método uses, siempre que puedas obligarla a comer, puedes comer. De lo contrario, tampoco hay comida para ti".
Entonces las presas en su nueva celda comenzaron a torturarla en grupo. Algunas le abofetearon con las suelas de sus zapatos, una le pisoteó el cuerpo, otra le jaló el cabello y golpeó su cabeza contra la pared. Mientras la golpeaba, la jefa de celda maldijo: "Prefiero golpearte hasta la muerte, prefiero pagar tu vida con la mía". Después de la golpiza, comenzaron a alimentarla a la fuerza durante dos horas.
Cada sesión de alimentación forzada era una tortura para la Sra. Sun. Incluso los guardias que lo veían a través de la cámara de vigilancia les dijeron a los reclusos: "Es horrible verlas alimentarla por la fuerza". La mandíbula de la Sra. Sun se rasgó gravemente de nuevo en menos de dos días.
Durante una sesión de alimentación, estuvo a punto de asfixiarse. También la privaron del sueño por la noche. Una reclusa se quedó despierta, pinchándola cada media hora para despertarla. También le vendaron los ojos con cinta adhesiva para evitar que los cerrara durante el día.
Después, el tribunal del distrito de Xinglong la condenó a un año de prisión. Ella apeló ante el tribunal intermedio de la ciudad de Panjin, pero el fallo fue para mantener su veredicto original.
Después de la huelga de hambre, la Sra. Sun sufrió un fuerte dolor persistente en el pecho. En lugar de llevarla al hospital como lo solicitó, el subdirector Lin la abofeteó dos veces y ordenó a sus compañeras de celda que la torturaran. La arrastraron al baño, donde no había cámaras de vigilancia y la alimentaron a la fuerza con agua. Ella resistió fuertemente y su ropa quedó empapada.
A mediados de diciembre de 2020, los guardias obligaron a la Sra. Sun a permanecer de pie durante largos períodos de tiempo a pesar de su estado de debilidad debido a la última huelga de hambre, lo que la debilitó aún más. Para protestar por la persecución, realizó otra huelga de hambre y se negó a usar el uniforme y a sentarse en un pequeño taburete. Entonces todas sus compañeras de celda comenzaron a torturarla en grupo nuevamente.
Una de las presos llamada Gao Haimin la torturó con más fuerza. Le quitó la ropa a la Sra. Sun en el invierno, dejándola solo en ropa interior. Luego dejó la ventana abierta para congelarla y humillarla. También jaló un poco el cabello de la Sra. Sun y la pellizcó ocasionándole hematomas en el cuerpo.
La Sra. Sun fue alimentada por la fuerza, mientras le encadenaban las extremidades a la cama. Los guardias mantuvieron la ventana abierta durante la alimentación forzada y varios presos mayores se resfriaron después. Después de la alimentación forzada, los guardias la dejaron encadenada a la cama y mantuvieron la sonda de alimentación y el catéter urinario durante aproximadamente una semana.
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