(Minghui.org) Hace más de siete años que las autoridades de la ciudad de Yingkou, en la provincia de Liaoning, suspendieron la pensión de la señora Zhu Ruimin. Su marido, de 81 años, sigue viviendo fuera de casa para evitar ser detenido por su fe compartida en Falun Dafa. Con su pensión también suspendida, la señora Zhu, maestra de primaria jubilada de 80 años, lucha por llegar a fin de mes y cuidar de su madre de 101 años.
El caso de la señora Zhu es una de las innumerables tragedias a las que se enfrentan los practicantes de Falun Dafa desde que el régimen comunista chino ordenó la persecución de esta antigua disciplina espiritual en 1999. Por defender su fe, estos firmes practicantes se enfrentan a constantes detenciones, acoso, encarcelamiento y ahora son objeto de persecución económica: la suspensión de sus pensiones.
Tanto la señora Zhu como su marido, el señor Wu Ruiting, comenzaron a practicar Falun Dafa en 1995. La señora Zhu atribuye a la práctica la curación de su grave enfermedad cardíaca, su problema renal y su hernia de disco lumbar. Su marido agradece a Falun Dafa haberle liberado del tormento de la vasculitis y de las secuelas de una apoplejía.
Debido a que hablaron con la gente sobre cómo Falun Dafa los ayudó a recuperar la salud y cómo el régimen persigue a los practicantes, la pareja fue detenida el 22 de septiembre de 2004 y su casa fue saqueada. Tras un mes de detención penal, la señora Zhu fue condenada a un año de trabajos forzados. Debido a su estado de salud, el campo de trabajos forzados de Masanjia le denegó el ingreso y la dejó en libertad.
La pareja fue detenida de nuevo el 11 de octubre de 2014, después de ser seguida por la policía mientras hablaba con la gente sobre Falun Dafa en la calle. La policía saqueó su casa y confiscó libros de Falun Dafa, una foto del fundador de Falun Dafa y su computadora. La pareja fue puesta en libertad bajo fianza por razones médicas, después de que el centro de detención rechazara su ingreso.
La policía presentó sus casos a la procuraduría del distrito de Xishi el 21 de noviembre de 2014, que luego los acusó el 9 de diciembre.
El 8 de abril de 2015, la pareja compareció ante el tribunal del distrito de Xishi. El juez los condenó a cuatro años a cada uno el 3 de junio de 2015. Apelaron el veredicto ante el tribunal intermedio de la ciudad de Yingkou, que decidió mantener sus condenas. Mientras que la señora Zhu fue llevada a la prisión de Dabei, en la ciudad de Shenyang, el 12 de enero de 2016, el señor Wu se escapó y está refugiado desde entonces.
Durante sus cuatro años de prisión, la señora Zhu fue obligada a fabricar hisopos de algodón todos los días, a pesar de su avanzada edad.
Las autoridades suspendieron la pensión de la señora Zhu poco después de su detención. Tras ser liberada el 11 de enero de 2020, se dirigió a la oficina local de educación y exigió que le devolvieran la pensión. La persona encargada le dijo que había sido despedida por la oficina de educación y que ya no tenía derecho a ninguna prestación.
La señora Zhu volvió a la oficina de educación unas cuantas veces para pedir justicia, pero sin éxito. La última vez que acudió fue a mediados de mayo de 2021. Uno de los supervisores de la agencia le dijo que no había forma de volver a concederle la pensión. Lo único que podían hacer era redactar una carta en la que se demostrara que la señora Zhu fue despedida para que pudiera solicitar un subsidio de bajos ingresos en la comunidad.
La madre de la señora Zhu vivía con ella cuando fue detenida en 2014. La anciana quedó tan traumatizada por la detención de su hija que cayó enferma. Desde entonces, sigue postrada en la cama y requiere alimentación por sonda. Ahora tiene 101 años y a veces delira. La señora Zhu se esfuerza por cuidar de su madre y de sí misma.
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