(Minghui.org) Un ingeniero en la ciudad de Qiqihar, provincia de Heilongjiang, murió el 20 de mayo de 2021, un año después de ser liberado de cumplir una segunda pena de prisión por practicar Falun Dafa, un sistema de mejora de mente y cuerpo perseguido en China en los últimos 22 años años.

Debido a las incesantes torturas en las prisiones, el Sr. Li Shunjiang sufrió un derrame pleural severo con acumulación excesiva de líquido en los pulmones y la cavidad torácica, apenas podía respirar. En lugar de recuperarse, su salud siguió deteriorándose, ya que tuvo que cuidar de su esposa enferma mental y su suegra paralizada, quienes también son víctimas de la persecución. Además del constante acoso policial, finalmente sucumbió a la angustia física y mental. Tenía poco más de 50 años.

Como su muerte fue muy repentina, sus padres y hermanas no pudieron verlo antes de que muriera.

Además de su segunda pena de prisión de tres años, el Sr. Li había cumplido previamente nueve años de prisión por su fe. Debido a que se negó a renunciar a Falun Dafa, sufrió una variedad de torturas, como ser colgado de las esposas durante mucho tiempo, estar sentado durante mucho tiempo en una silla de metal, golpizas con palos de metal, confinamiento solitario y alimentación forzada.

Último arresto y muerte

La policía arrestó al Sr. Li y a una docena de practicantes en marzo de 2017. Estaba en mal estado después de ser golpeado por la policía. Como el centro de detención local se negó a admitirlo, la policía fabricó un examen en el hospital y obligó al centro de detención a aceptarlo.

Cuando el abogado del Sr. Li lo visitó en el centro de detención el 7 de abril de 2017, estaba esposado y con grilletes y apenas podía caminar hasta la sala de visitas.

Ilustración de tortura: esposado y encadenado.

Posteriormente fue condenado a 3 años. Después de que lo llevaron a la prisión de Fengtun en noviembre de 2018, fue obligado a realizar trabajos intensivos sin compensación. Cuando protestó por el abuso, lo esposaron en una posición torcida que le causó un dolor insoportable. Tampoco se le permitió usar el baño. Como resultado de la tortura, contrajo derrame pleural y fue hospitalizado.

Cuando la familia del Sr. Li lo visitó en septiembre de 2019, estaba bajo de peso y demasiado débil para caminar. Un guardia lo sacó en brazos y dijo que le habían extraído líquido de los pulmones y la cavidad torácica en el hospital de la prisión.

Las torturas y los tratos inhumanos afectaron gravemente su salud. Su peso bajó de 77 kg a menos de 40 kg, (medía 1,78 m de altura). No podía caminar solo, no tenía apetito y sufría dificultad para respirar. La piel de sus pies estaba raspada por llevar grilletes durante todo el día. Durante el día sus manos estaban esposadas a una puerta y no se le permitía usar el baño. Por la noche, yacía en el suelo, con las manos esposadas al armazón de la cama y privado de sueño.

Para cuando fue liberado en marzo de 2020, estaba demacrado más allá del reconocimiento y tosía constantemente. Pero a pesar de su propia condición física, tuvo que cuidar de su esposa, la Sra. Chen Li y su madre, quienes se encontraban en una situación desesperada después de ser perseguidas por su fe compartida.

Después de pasar tres años en la prisión de mujeres de Harbin, la Sra. Chen enfermó mentalmente y, a menudo, trataba de iniciar un incendio. Su madre fue condenada a más de cuatro años y quedó paralizada y postrada en cama después de ser liberada de la prisión.

La condición de la Sra. Chen impidió que el Sr. Li durmiera bien por la noche, lo que afectó aún más su propia salud. Para empeorar las cosas, la policía local lo encontró muchas veces y le exigió que se mudara. Una vez llamaron a su puerta durante más de una hora en abril de 2021. Al estar física, mental y financieramente exhausto, el Sr. Li murió en mayo de 2021.

Torturado hasta casi morir durante el anterior período de prisión de nueve años

El Sr. Li fue arrestado por primera vez por practicar Falun Dafa en febrero de 2001. En la estación de policía de Tienan, fue esposado y golpeado fuertemente. Como resultado, tenía la cara, las manos y las piernas hinchadas y deformadas. Fue sentenciado a 9 años y llevado a la prisión de Tailai en diciembre de 2002, después de pasar un año y 10 meses en el centro de detención de Qiqihar.

En la prisión, lo golpearon hasta que le destrozaron la carne y lo cubrieron de sangre. En un momento fue esposado, golpeado y alimentado a la fuerza en confinamiento solitario durante 7 días. En invierno, le dieron poca comida y agua. Los guardias también le quitaron la chaqueta de invierno y lo expusieron a la gélida temperatura. Una vez lo desnudaron y los guardias lo rociaron con agua fría. Los guardias también lo alimentaron a la fuerza con agua salada hasta que tuvo incontinencia.

Para cuando fue liberado en 2010, lo habían despedido de su trabajo como ingeniero. Trabajó en trabajos ocasionales para mantenerse a sí mismo y a su familia.

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