(Minghui.org) Después de graduarse, mi hija encontró un trabajo fuera de la ciudad. La visitaba de vez en cuando y por lo general me quedaba un mes o dos. Aunque ella trató de que me quedara más tiempo, a veces incluso llorando y suplicándome, yo seguía marchándome, pensando que todavía tenía mis propias cosas que hacer en casa.

Abrumada por la presión

Cuando mi hija quedó embarazada por segunda vez, me instó a que me quedara en su casa. Por mi parte, acababa de comenzar un nuevo proyecto de aclaración de la verdad y muchos compañeros practicantes confiaban en mí para instalar sistemas informáticos y reparar sus máquinas. Pero como madre, es mi deber cuidar de mi hija, así que fui.

La situación con mi hija era mucho peor de lo que pensaba. Faltaban solo dos meses para su fecha de parto y estaba agotada física y mentalmente. Estaba al borde de un ataque de nervios, llorando y gritando ante la más mínima incomodidad. La relación con su suegra, que incluso animó a su hijo a divorciarse de mi hija, no fue buena. Lo bueno fue que la joven pareja tenía una buena relación y estaban decididos a no divorciarse.

En la superficie, los suegros de mi hija se ocupaban de ellos, pero en realidad, estaban sembrando discordia y creando problemas. Mi hija se quejó conmigo y me culpó por atraer la persecución por practicar Falun Dafa, lo que provocó la muerte de su padre. Ella estaba llena de agravios y resentimiento contra mí.

Me quedé estupefacta. Mi estado de cultivación llegó a un punto bajo. Habiendo practicado Dafa durante muchos años, estaba profundamente consciente de que este era el resultado de mis apegos y que había muchos obstáculos que necesitaba superar. Estaba distraída. Además de perder mi ambiente de cultivación, no pude calmarme ni estudiar el Fa tranquilamente durante varios días seguidos. Mi cuerpo también estaba en un estado anormal.

Inspirada por las enseñanzas del Fa

El Maestro dijo:

“Como he dicho, todo lo que pasa hoy en la sociedad común es el resultado de los apegos de los Dafa dizi. A pesar que las viejas fuerzas existen, si ustedes no tienen aquellos apegos, ellos no pueden hacer nada" (Exponiendo el Fa en el Fahui de Filadelfia, Estados Unidos, 2002).

Hice lo mejor que pude para calmarme y buscar en mi interior. Sabía que Shifu me estaba cuidando, inspirándome a mejorar mi xinxing. Tenía que ser firme en mis pensamientos rectos, rectificarme, volver a la normalidad lo antes posible y hacer las tres cosas todos los días. Me ajusté rápidamente y mi cuerpo volvió a la normalidad.

Tuve que cuidar a mi nieto, cocinar, hacer las compras y muchas más tareas similares. Todo eso tomó demasiado de mi tiempo y energía. Tuve que hacer las tres cosas reduciendo mi tiempo de sueño. No importa qué, no podía aflojar. Estaba decidida a ser diligente y superar los obstáculos. Creo firmemente que Dafa es omnipotente y planeé memorizar el Fa.

Empecé con la memorización de Hong Yin V. Como no tenía mucho tiempo, memoricé el Fa mientras caminaba, tomaba el autobús o iba al supermercado. Llevaba un teléfono celular especial conmigo para estudiar el Fa y poder memorizarlo. Más tarde, mi hija contrató a una niñera y tuve más tiempo para mí.

Cuando comencé a memorizar Hong Yin V, de repente me di cuenta de que era la primera vez que estudiaba este libro. Mirando hacia atrás, cuando se publicó por primera vez, estaba demasiado ocupada y pensé que lo estudiaría cuando las cosas se aquietaran un poco. Pero luego lo olvidé por completo. Fui interferida por mi apego a hacer cosas y lucirme. Lamenté haber decepcionado al Maestro.

Después de que terminé de recitar Hong Yin V de memoria por primera vez, sentí que se había eliminado una gran cantidad de sustancias degeneradas en mí. Mi estado de cultivación fue mucho mejor que antes. Sentí una rápida mejora en mi xinxing. Los poemas me ayudaron a eliminar muchas de mis nociones modernas degeneradas, como el ateísmo y la evolución, así como el veneno de la cultura del partido comunista.

Mi mejora también benefició a mi hija

Justo cuando sentí que había logrado un avance rápido en mi cultivación, mi hija dejó inesperadamente su inigualable compañía con un salario generoso y planeó comenzar su propio negocio. Pensé que era la maravilla de Dafa. ¿Por qué? En el trabajo anterior de mi hija, tenía que permanecer en Internet todo el día, leyendo muchas cosas degeneradas. Estaba muy a favor de que dejara ese trabajo. Y fue un gran avance y un desafío para ella.

Dijo que había una enorme diferencia entre su entorno laboral anterior y su vida real y que le tomaría algún tiempo adaptarse antes de que pudiera volver a tener un estado mental normal. Supe que mi familia se benefició y mi hija dejó ese trabajo porque mi campo de energía se purificó después de que memoricé Hong Yin V y me limpié de mucha cultura del partido y nociones modernas.

Aclaré a mi hija aún más la verdad de Dafa y sobre la persecución, y le pedí que escribiera una declaración solemne para disculparse con Shifu y Dafa por los comentarios irrespetuosos que había hecho en el pasado. Ella estuvo de acuerdo. Poco después, sonrió cuando se enteró de que su declaración había sido publicada en el sitio web de Minghui. El proceso de creación de su empresa se desarrolló sin problemas y la situación financiera de la familia mejoró considerablemente.

Cumplir con los deberes de un practicante de Dafa

Recitar el Fa me hizo más lúcida y racional. Pude reconocer mi mentalidad de ostentar y que consideraba hacer cosas como cultivación. Prioricé hacer las cosas antes que estudiar el Fa. ¡Qué error cometí entonces!

Mientras estaba en casa de mi hija, escribí a mano cartas de aclaración de la verdad y las envié a los represores que perseguían a los practicantes en todo el país. A menudo escribía una carta al día y luego salía una vez a la semana para enviarlas por correo. También trabajé con compañeros practicantes locales en proyectos para exponer la persecución.

Después de que terminé de memorizar Hong Yin V, comencé a memorizar Lunyu y a estudiar Zhuan Falun. La mayor parte del tiempo memoricé el Fa cuando mis manos estaban ocupadas, sosteniendo al bebé o tomando el autobús. No importa lo que estuviera haciendo, memorizar Lunyu siempre me ponía feliz y entusiasmada.

Con mi llegada, los suegros de mi hija tuvieron que volver a su casa. Estaban molestos y culparon a su hijo: "Tienes una niñera y una abuela para que nos echen". Mencioné muchas veces que tenía que regresar a casa. Pero ni mi hija ni mi yerno querían que me fuera. Si lo hacía, sus padres volverían para agitar las cosas de nuevo. Mi hija estaba desconsolada por la forma en que la habían agraviado.

Sentí pena por mi hija y también pensé que no era justo. Pero como cultivadora, sabía que no debía medir las cosas con los estándares de la gente común. Le dije: “No te enfades. Lo que sea que quieran, hagan todo lo posible por dárselo". Mi hija se calmó. Cuando sus suegros se enteraron de lo que habíamos hablado, se disculparon con mi hija y conmigo. Su actitud también cambió mucho.

Seguí mirando hacia adentro. Un día, de repente sentí que se abría una ventana en mi corazón. A través de esta ventana, vi claramente que muchos de mis viejos e inquebrantables apegos estaban conectados detrás de escena con ese poderoso "yo". Me di cuenta de que todos los agravios que había sentido no eran mi verdadero yo, sino ese ego ambicioso y egocéntrico. Resultó que había sido lo que me había estado influyendo, instándome a hacer cosas y validarme, pero no a cultivarme verdaderamente. Era tan fuerte que había estado controlando mi mente. Resultó que todo tipo de sentimientos de injusticia, dolor e indignación que sentí fueron impulsados por ese poderoso "yo".

A partir de ese día, sentí que mis apegos arraigados se volvían cada vez más ligeros. Me sentí como una persona nueva. Siempre que me encontraba con una injusticia, podía razonar con calma y ya no me ponía nerviosa. Gradualmente, la situación general de la familia de mi hija mejoró y se volvió más armoniosa. Mi hija también ha hecho un buen trabajo tratando a sus suegros con respeto y sin tener en cuenta su relación pasada, y sus suegros también han cambiado para bien.

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