(Minghui.org) Un día me encontré con una excolega. Lloró mucho cuando me vio, diciéndome que tanto su marido como su hijo tenían cáncer de pulmón en fase terminal y estaban en el hospital en cuidados paliativos. Me dijo que había perdido las ganas de vivir. Su marido era secretario del partido comunista en una escuela, y su hijo era funcionario de una empresa estatal.

Le dije que había una manera de ayudarla, pero no estaba segura de que me quisiera escuchar. Me prometió que confiaba en mí al cien por cien. Ella sabía que yo una vez tuve un cáncer de hígado en fase 4, pero que me recuperé poco después de empezar a practicar Falun Dafa. Le pedí que ayudara a su marido y a su hijo a renunciar al PCCh y sus organizaciones juveniles. Le dije que el PCCh ha hecho tanto mal que sus miembros se enfrentarán a las consecuencias cuando finalmente se haga justicia. También le sugerí que su marido y su hijo recitaran con sinceridad las frases auspiciosas "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", sabiendo que muchas personas han sido bendecidas por hacer eso.

Un mes después, me encontré con ella de nuevo. Me dio un gran abrazo y era todo sonrisas: "¡Cómo podré pagarte! Los dos están curados". Le dije que no era yo, sino el Maestro Li (el fundador de Falun Dafa) quien había salvado a sus seres queridos y que debía agradecérselo.

También me dijo que había puesto el amuleto de Falun Dafa que le había dado en la mochila de su nieta. Pocos días después, su nieta tuvo un accidente de coche mientras participaba en un retiro organizado por su escuela. Varios estudiantes murieron, pero su nieta solo sufrió costillas rotas. Su nuera llevó a su nieta a una adivina, que le dijo que su nieta podría haber muerto ese día, pero que estaba protegida por algo que había en su mochila. Ella cree que fue el Maestro Li quien salvó a su nieta.

Más tarde, fui a visitarla a su casa. Sus familiares estaban asombrados por la notable recuperación de su marido e hijo y por la supervivencia de su nieta a un accidente tan terrible, y llegaron a entender más sobre Dafa y la persecución. Además de su marido y su hijo, logró que otros seis familiares renunciaran al PCCh y sus organizaciones afiliadas.

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