(Minghui.org) Anoche mi hijo me preguntó si alguna vez dudé de Shifu (fundador de Falun Dafa) o de Dafa. Le dije que mi creencia en Shifu y en Dafa la había adquirido a través de la cultivación. Cuando empecé a practicar tuve algunas dudas. En aquel momento tenía una cualidad de iluminación pobre. Pero ahora puedo decir con orgullo que no tengo ninguna duda sobre Shifu o el Fa.
He practicado Falun Dafa durante más de 20 años. Gracias a la protección de Shifu, he transitado mi camino de cultivación hasta hoy. Aunque no siempre he sido diligente, mi creencia en Shifu y en Dafa nunca ha flaqueado. Estoy muy agradecida a Shifu por su sacrificio para salvarnos y las dificultades que ha soportado por nosotros.
Me gustaría compartir con ustedes cómo experimenté el poder ilimitado de Dafa y la protección compasiva de Shifu y pasé las pruebas de yeli de enfermedad.
Negar las ilusiones
Empecé a ver una serie de televisión en 2016, y me descuidé en mi cultivación. Veía la televisión todos los días, incluso cuando comía. Durante unos dos años no pude estudiar el Fa con una mente enfocada. Las viejas fuerzas se aprovecharon de mis brechas. Shifu me proporcionó muchas oportunidades para rectificarme, pero seguí ignorándolas. Fui detenida y no sabía qué hacer. No tuve el valor de pedirle a Shifu que me ayudara de nuevo. Tenía muchos apegos evidentes. Con esta mentalidad, reconocí la persecución de las viejas fuerzas y admití lo que había hecho para evitar exponer a otros practicantes.
Estuve detenida en el centro de detención durante más de dos meses. El primer ye de enfermedad, la depresión, me afectó. Cuando me levanté una mañana sentí como si algo me bloqueara el pecho. Me sentía deprimida y pesimista y no quería vivir. Pero inmediatamente lo reconocí y envié este pensamiento: "No eres parte de mí, no te quiero. Te elimino". Durante los doce días siguientes, sentí depresión apenas me levantaba. Repetía inmediatamente las frases anteriores y la sensación desaparecía.
Después de un tiempo, apareció el segundo ye de enfermedad. Era un mareo. Al principio, lo ignoré, pero me puse alerta cuando me sucedió varias veces. Un recluso dijo que muchos reclusos se sentían mareados porque no comíamos bien. La mayoría éramos ancianos y trabajábamos demasiado para nuestra edad. Aquella tarde me di cuenta de repente de que no debía reconocerlo como un "estado normal" porque soy una practicante. Debería ser capaz de eliminarlo porque había eliminado la depresión. Sin embargo, tenía dudas. Envié un pensamiento firme: "No formas parte de mí. No te quiero. Debes morir". El mareo desapareció y no volvió a aparecer después de enviar este pensamiento.
Tuve dolor de espalda mientras estuve detenida durante cuatro meses. No le presté mucha atención. Era un fenómeno común en la celda porque trabajábamos mucho y hacíamos horas extras todos los días. Una noche no podía girar en la cama por el dolor y me di cuenta de que estaba en un estado incorrecto. Envié el mismo pensamiento: "No me perteneces. No te quiero. Debes morir". Mi situación mejoró mucho después. Continué enviando pensamientos rectos, y me recuperé completamente después de un tiempo.
Los tres incidentes anteriores reforzaron mi creencia en el poder de Dafa.
Mirar hacia adentro me ayuda a pasar la prueba de la vida y la muerte
Después de ser liberada del centro de detención, mi esposo practicante falleció, y me puse muy emocional. Mi cuerpo sangraba mucho. Sabía que era una interferencia del sentimentalismo. Pero cuando envié el pensamiento "No me perteneces. No te quiero. Debes morir", no funcionó. Sangré más severamente. No dejé de lado mi apego. En cambio, pensé: "Dafa puede resolver cualquier problema. Practicaré más los ejercicios, estudiaré más el Fa y enviaré continuamente pensamientos rectos. Tengo muchas maneras de deshacerme de ti". Estaba segura de que mi pensamiento demostraba mi completa creencia en Dafa. Pero, en realidad, este pensamiento puso al descubierto una gran omisión: Estaba siguiendo mi apego y no podía dejar de sangrar.
Estaba ocupada en el trabajo y tenía muchas cosas en la cabeza. No podía estudiar el Fa o hacer los ejercicios con una mente enfocada, por lo tanto, no podía mirar tranquilamente hacia adentro. Cuando enviaba pensamientos rectos, no sentía el poder. Sentí pánico. ¿Qué pasaría si muriera? Empecé a soltar la emoción hacia mi marido. Sabía que tenía que dejar de lado mi sentimentalismo. Lo intenté con todas mis fuerzas y lo dejé ir. Pero la hemorragia no se detenía. Escribí una lista de mis apegos en un papel. La hemorragia continuaba y se había convertido en un gran problema.
Pero, ¿dónde estaba el problema? No podía encontrarlo. Envié pensamientos rectos, pero esta vez no sentí que tuvieran ningún poder. Le supliqué a Shifu que me diera una pista. Recordé un incidente. Mi hija me preguntó una vez si alguna vez le había faltado el respeto al Maestro o al Fa. Le dije que no. Me reí de su pregunta y me sentí orgullosa de mi firme creencia en Shifu y en Dafa. Me olvidé totalmente de mirar hacia adentro. Pero ahora miré hacia adentro. Busqué en mi interior y finalmente descubrí que al principio de mi cultivación tuve un pensamiento de falta de respeto hacia Shifu que luego rectifiqué. ¿Era posible que no lo hubiera eliminado por completo? Envié pensamientos rectos para limpiar todos los elementos que faltan el respeto a Shifu y al Fa en mi campo dimensional.
Descubrí que mis pensamientos rectos tenían poder en ese momento. Supe que había encontrado el apego. Continué enviando pensamientos rectos durante media hora. La hemorragia se detuvo. Me sentí muy feliz. Pensé que me había recuperado por completo, así que dejé de enviar pensamientos rectos. La hemorragia volvió al tercer día. Me di cuenta de que debía tener otros apegos. Así que profundicé y continué enviando pensamientos rectos. Pero mis pensamientos rectos no tenían poder y no ayudaban. ¿Qué fue lo que salió mal? ¿Y si moría por la hemorragia?
Empecé a considerar la posibilidad de ir a un hospital. Sentí el dolor (apego al miedo) y podría incurrir en muchos gastos médicos (apego al interés propio). En mi pánico, le dije a mi hija cómo organizar mi funeral. Incluso pensé en qué decir a mis padres. Mi hija se asustó y lloró. Su reacción me despertó. No debería ser tan pesimista y egoísta.
Descubrí que quería evitar los problemas, no quería sufrir. Así que me sentía aliviada de morir. Me di cuenta de que este pensamiento no era recto y lo negué con firmeza. Debo quedarme. Si moría, ¿qué pasaría con los seres conscientes de los que era responsable? ¿Se salvarían? ¿Mi muerte no tendría un efecto negativo sobre mis parientes y amigos?
No debería dejarme engañar por las viejas fuerzas. La idea de morir era un pensamiento maligno que las viejas fuerzas me imponían. Le rogué a Shifu que me diera más tiempo. Sabía que Dafa podía ayudarme a superar esta tribulación. No necesitaba ir al hospital. Los métodos de la gente común no podían resolver mi problema de cultivación. Pedí dos días de permiso en el trabajo.
Estudié el Fa y practiqué los ejercicios con una mente pacífica. Busqué en mi interior los apegos. Encontré el mismo problema que era la falta de respeto a Shifu y al Fa. No cultivé seriamente y no escuché a Shifu. Ignoré sus consejos. Shifu debe haber cargado con mucho ye por mí porque aflojé en la cultivación. ¡Qué irrespetuosa fui con Shifu! Tan pronto como encontré este apego, mis pensamientos rectos tuvieron poder al instante. Una vez más limpié todos los elementos que faltaban el respeto a Shifu y al Fa de mi campo dimensional. En media hora la hemorragia se detuvo.
No hay palabras para expresar mi gratitud hacia Shifu. ¡Mirar hacia adentro es realmente una herramienta mágica!
Todo cambia
A pesar de que la hemorragia se detuvo, todavía estaba preocupada. Empecé a sentir un dolor sordo en el bajo vientre izquierdo. Puse mi mano allí y dije: "Verdad-Benevolencia-Tolerancia". Me iluminé a que, dondequiera que llegue "Verdad-Benevolencia-Tolerancia", los seres conscientes de allí se asimilarán al Fa o se eliminará el mal. Recité las palabras lentamente con la mente concentrada. Dije a esos seres conscientes: "Shifu ha enseñado el Fa del universo. Debido a que no cultivé bien, no han sido salvados por Dafa. Ahora les estoy contando sobre el Dafa universal, asimilémonos juntos al Fa". Cuando dije atentamente las tres palabras sagradas a aquellos seres conscientes, mi dolor desapareció.
Experimenté estas tribulaciones porque no estudié el Fa ni practiqué los ejercicios con una mente enfocada. Muchos de mis apegos permanecieron. Por lo tanto, algunos seres conscientes de mi cuerpo no se asimilaron al Fa. Cuando les dije directamente que se asimilaran a Dafa, me recuperé completamente.
En una ocasión sentí dolor en mi brazo izquierdo. Era tan fuerte que incluso tenía dificultades para practicar los ejercicios. Duró más de un año. Miré en mi interior y envié pensamientos rectos, pero no sirvió de nada. No había identificado mi apego, por lo que el brazo me dolía cada vez más. Al final no pude hacer los ejercicios. Se me ocurrió decir que Falun Dafa es bueno. Puse mi mano derecha sobre mi hombro izquierdo antes de irme a la cama cada noche y dije a esos seres concientes "Vamos a asimilarnos a 'Verdad-Benevolencia-Tolerancia'. Si no saben la verdad, se las digo ahora. Si les debo algo, espero que se pueda arreglar ahora. Si esta es una vieja fuerza que interfiere, la eliminaré ahora mismo". Mi brazo mejoró gradualmente cada día. Si me olvidaba de recitar las palabras, el dolor no disminuía. Al cabo de un mes, mi brazo se recuperó por completo y pude volver a practicar los ejercicios.
Un día, cuando estaba sola en casa, me di cuenta de que mis nociones a menudo interferían conmigo y que, sin querer, amparaba el crecimiento del mal. Concentré mi mente y recité lentamente “Verdad-Benevolencia-Tolerancia" repetidamente durante una hora. Me sentí muy cómoda y envuelta por la energía. Más tarde me di cuenta de que mi pie que tenía problemas ya estaba bien.
Mientras escribía este artículo, me di cuenta del poder omnipresente de Dafa. El Fa puede resolver cualquier problema. He resumido las razones por las que experimenté la interferencia:
1. La pereza. Muchos de mis problemas resultaron de mi pereza. No fui proactiva y no resolví el problema con prontitud. La interferencia se expandió.
2. No estar atenta. No mantuve mis pensamientos rectos todo el tiempo. Mis nociones humanas interfirieron en mí constantemente.
3. No traté la cultivación con seriedad. Shifu hizo mucho para salvarme y los seres conscientes estaban esperando que yo los salvara. No traté la cultivación con seriedad. Pedí disculpas a Shifu y a los seres concientes que pusieron tantas esperanzas en mí.
Debido a mi nivel de cultivación, si hay algo inapropiado, por favor, señálenlo.
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