(Minghuui.org) Soy una joven practicante de Falun Dafa que obtuvo el Fa en 2015. Tengo 31 años y soy madre de dos hijas.
La primera vez que oí hablar de Falun Dafa fue a través de mi profesora de primaria, después de que comenzara la persecución en 1999. Ella nos contó la verdad sobre la persecución y, desde entonces, Dafa quedó prendido en mi corazón. Mi familia se trasladó a la provincia de Shandong cuando yo estaba en la escuela secundaria. Aunque vivimos en esta gran tina de tintura de la sociedad común, siempre he anhelado obtener el Fa.
Un practicante de Falun Dafa me aclaró la verdad en un supermercado un día de junio de 2015. ¡Estaba muy emocionada porque mi deseo se había hecho realidad! Las lágrimas rodaron por mis mejillas mientras expresaba mi gratitud al Maestro. Sé que el motivo de mi vida es para obtener el Fa y que necesito cultivarme genuina y diligentemente.
Memorizando el Fa
Cuanto más estudiaba el Fa, más me daba cuenta de lo valioso que es el Fa. Sin embargo, a veces tendía a perder la concentración cuando estudiaba el Fa y no podía recordar lo que había leído. Para solucionar esto, decidí memorizar el libro Zhuan Falun en dos meses.
Para fortalecer mi capacidad de memorización, leía cada frase dos veces y luego la recitaba dos veces sin mirar el libro. De este modo, cada palabra quedaba firmemente arraigada en mi corazón. Fui capaz de entender mucho más los principios del Fa y esto me ayudó mucho a la hora de enfrentarme con tribulaciones. Aunque todavía me falta en la cultivación, soy capaz de medirme de acuerdo con los estándares del Fa y mejorarme constantemente.
A veces, me encontraba como en un cuello de botella al memorizar el Fa y me sentía somnolienta. Me resultaba difícil memorizar cualquier pasaje del Fa. Sin embargo, nunca me di por vencida, sin importar lo arduo que fuera. A veces, si me resultaba demasiado difícil memorizar una frase determinada, la leía una y otra vez. Realmente disfruto memorizando el Fa. Todas las células de mi cuerpo se sienten como maravillosas notas musicales.
Pasé un mes memorizando Zhuan Falun. Después lo memoricé una segunda, una tercera y una cuarta vez. Para la cuarta vez, había incluido subtemas como parte de mi memorización. También conecté la última línea del párrafo anterior con el comienzo del párrafo siguiente. Memorizar el Fa no ha sido fácil para mí, pero he persistido desde 2015. Mi mente no divaga como antes, y también soy capaz de concentrarme mejor.
La mayor interferencia con la que me he encontrado ha sido la de acudir a mi teléfono móvil. Tenía la costumbre de ir en busca del celular cuando me cansaba de memorizar el Fa. Navegaba por la web, ojeaba las redes sociales, hacía compras en línea y consultaba las noticias. El tiempo se me escapaba, y cada vez que usaba el teléfono celular muchos apegos se apoderaban de mí mente, como la fama, la ganancia personal y la lujuria. Decidí cambiar mi teléfono celular por uno normal que no tuviera acceso a Internet. Después de cambiar de celular, mi mente se aclaró y pude memorizar mejor el Fa.
Cuando mi segunda hija tenía nueve meses, nuestra situación familiar sufrió un cambio drástico. Mi marido tenía que trabajar doce horas al día, y yo no solo debía cuidar de nuestras dos hijas, sino que tenía que hacer otras tareas y deberes domésticos. Parecía que no había tiempo suficiente, y me enfadaba mucho porque no tenía tiempo para estudiar el Fa. Pero sin importar lo ocupada que estuviera, persistía en memorizar el Fa cuando mis hijas se iban a la cama por la noche. Las cosas mejoraron un poco cuando mi hija mayor empezó a ir a la escuela. Durante el día, mientras mi hija menor dormía la siesta, pude aprovechar ese tiempo para memorizar el Fa.
Los pequeños discípulos de Dafa reciben las bendiciones del Fa
Hoy en día, muchos niños son malcriados por los adultos y se les da todo lo que quieren. Como resultado, los niños tienden a volverse muy egoístas y arrogantes. A la larga, estos niños crecen con sus propias nociones y ya no escuchan a sus padres. Cuando los niños se niegan a hacer lo que se les dice, sus padres les pegan y los niños se vuelven más rebeldes.
Mi hija mayor empezó a escuchar las conferencias de audio del Maestro y se sumergió en el Fa a una edad temprana. Cuando tenía tres años, era capaz de recitar muchos poemas en Hong Yin, y a los cinco años sabía recitar Lunyu. Un día, al ir a buscarla al colegio, me contó que su profesor había matado un bicho. Cuando vio a dos personas peleando en la calle, le dijo a su abuela: "No hay que pelearse porque se perderá de [virtud]".
Enseñé a mi hija a ser independiente desde muy joven, e incorporé los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia en nuestra vida diaria, enseñándole a compartir y a ser considerada con sus amigos.
Durante el virus PCCh (coronavirus), la escuela de mi hija estuvo cerrada. Mi hija se volvió bastante desobediente, ya que no tenía mucho tiempo para cuidarla. Comenzó a mostrar algunos malos hábitos, como poner música y cuentos muy altos y ser desconsiderada con su hermanita. Apenas me quedaba tiempo para estudiar el Fa. Esto dificultó mi cultivación. Me enfadaba más a menudo y también reprendía a mi hija. En realidad, reprender a mi hija no funcionó en absoluto. Cuanto más la reprendía, más rebelde se volvía. Como practicante, debo seguir los principios del Fa al enfrentarme con conflictos.
El Maestro dijo:
“Hay personas que cuando educan a los hijos también se enfadan, los regañan haciendo tanto ruido que casi voltean el cielo; cuando educas a tus hijos no tienes que actuar de esa manera, no debes enfadarte realmente, debes educar a tus hijos con más racionalidad, así podrás educarlos verdaderamente bien” (Novena Lección, Zhuan Falun).
Me tomé muy en serio las palabras del Maestro y constantemente me recordaba que no debía perder los nervios cuando disciplinaba a mi hija. Intenté cambiar mis métodos disciplinarios. En lugar de gritarle, empecé a razonar con ella. Poco a poco, todo volvió a la normalidad en casa. A veces, cuando estaba cansada o me quedaba dormida por la tarde, mi hija utilizaba el microondas para prepararse la comida. También me ayudaba limpiando el suelo.
Dejé de culpar a mi hija por no escucharme. Le causaba daño cuando le gritaba, y sabía que eso no era bueno. Aprendí a ser tolerante y agradecida con ella. Durante el encierro, estudiaba el Fa con mi hija mayor y leía Zhuan Falun. El Maestro ha abierto su sabiduría y reconoce muchos caracteres chinos. Terminé de leer Zhuan Falun con mi hija en dos meses. El Maestro también alentó a mi hija en el envío de pensamientos rectos. Ella vio muchos Falun y flores de loto. Con la guía de Dafa, se está volviendo más considerada con los demás.
Bajo la protección del Maestro, mi hija nunca ha necesitado tomar ningún medicamento.
Siempre que tiene molestias, le pongo las conferencias de audio del Maestro y le pido que recite "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Este año había una infección roja parecida a la tiña en el cuello de mi hija. Siempre se rascaba y mis suegros estaban muy preocupados. Querían que la llevara al médico. Cuando le pregunté a mi hija si quería ir al médico, se negó y tampoco quiso tomar ningún medicamento. Mi suegra se enfadó, pero le dije: "Los medicamentos suelen producir efectos secundarios. Le he dicho que recite Falun Dafa es bueno y Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno, y todo irá bien".
Para tranquilizar a mis suegros, volví a preguntarle a mi hija si debíamos ir al médico. Mi hija dijo: "No quiero ir al médico. Estoy eliminando yeli (karma), y me pondré mejor si estudio el Fa. El Maestro me ayudará sin duda". Mi hija empezó a recitar Falun Dafa es bueno y Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno 100 veces cada día. También leí el Fa y puse las conferencias de audio del Maestro para ella. Poco después, la infección desapareció y le dije a mi suegra que mi hija estaba completamente bien. Sé que esto fue porque ella estuvo recitando sinceramente Falun Dafa es bueno y Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno.
Mi familia fue testigo de los milagros de Falun Dafa, y mi marido expresó su gratitud al Maestro.
Cumpliendo mis votos históricos y salvando seres conscientes
Consideré que aclarar la verdad era mi responsabilidad y ayudé a mis compañeros de la escuela secundaria, el instituto y la universidad a renunciar al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones juveniles. Una vez una chica empezó a hablarme en el tren, y pensé que era una oportunidad para aclararle la verdad. Sin dudarlo, empecé a hablarle de Falun Dafa. También le aclaré la verdad en un tren a un compañero de la escuela secundaria al que no había visto desde hace ocho años.
Cuando obtuve la Fa en 2015, monté en mi motocicleta eléctrica para aclarar la verdad a los demás seres conscientes. Independientemente del calor o el frío que hiciera, mi hija nunca me dio problemas. Si estaba cansada, se acurrucaba y dormía en su asiento y, en otras ocasiones, cuando estaba despierta, decía amablemente "¡adiós!" a las personas mayores que nos encontrábamos.
Un invierno, vi una cartera tirada en el suelo mientras salía de un supermercado después de aclarar la verdad. Tenía unos cientos de yuanes y algunas tarjetas de crédito dentro. Al ver que había un número de teléfono, lo marqué y le dije a la persona que estaba al teléfono que había encontrado su cartera. Al principio, el hombre quería que la llevara al cine. Le dije que no podía hacerlo porque llevaba la compra en mi ciclomotor y mi hija estaba durmiendo. Le dije que podía esperarle en la entrada principal. Un rato después, salieron tres jóvenes. Le devolví la cartera y le dije que era practicante de Falun Dafa. También le conté que el régimen del PCCh había matado a muchos inocentes en el pasado y que ahora perseguía a los practicantes de Falun Dafa. Les hablé de los caracteres de piedra ocultos en la provincia de Guizhou que decían "El PCCh se desintegrará". Uno de los tres hombres dijo que a él tampoco le gustaba el PCCh. Después de ayudarles a renunciar al PCCh y a su organización juvenil, estaban muy contentos y volvieron al cine.
En otra ocasión, vi a un anciano que caminaba por el arcén mientras yo volvía a casa en mi ciclomotor. Me detuve y empecé a aclararle la verdad. Me dijo que iba a subir a un tren para ir a casa a pasar el Año Nuevo Chino cuando se dio cuenta de que le habían robado la cartera. No solo no podía ir a casa, sino que tampoco tenía dinero para comprar comida. Me sentí muy mal por él y le dije que me esperara mientras yo iba a casa a buscar dinero. Se emocionó mucho cuando le di 200 yuanes y quiso dejarme su reloj y su DNI como garantía. Rechacé amablemente su oferta y le dije que debía dar su gratitud al Maestro Li. El Maestro nos ha enseñado a ser mejores personas
Una vez intenté también aclararle la verdad a un hombre de mediana edad. Al principio, no estaba dispuesto a aceptar la verdad y dijo que eso no tenía nada que ver con él. Después de múltiples intentos de razonar con él, finalmente aceptó lo que tenía que decir y comprendió que los discípulos de Dafa se preocupan de verdad por los demás. También le ayudé a renunciar al PCCh y a sus organizaciones juveniles. El hombre de mediana edad me elogió por hablar con mucha sabiduría. Sé que la sabiduría me ha sido dada por el Maestro y que el Maestro lo ha dispuesto todo.
Desde el comienzo del virus del PCCh, supe que tenía que salvar a más seres conscientes. Aunque todavía tengo que cuidar de mis dos hijas, también coopero con otros practicantes y hago todo lo posible durante este periodo de la rectificación del Fa. Cuando tengo que salir para aclarar la verdad, mi marido cuida de nuestras hijas. Le estoy muy agradecida por ello. Aunque mi esposo no es un practicante, apoya mucho lo que hago y nunca se ha quejado de ello.
Sé que todavía tengo muchos apegos, como una mentalidad competitiva, la envidia, ser impaciente y el apego a la comodidad. Seré realmente más diligente y me ceñiré estrictamente al Fa. Espero que en el poco tiempo que nos queda podamos salvar a más seres conscientes.
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