(Minghui.org) Soy una joven practicante de Falun Dafa en China y recientemente me presenté a la prueba nacional de acceso a la universidad. Estoy muy agradecida al Maestro Li y a Dafa por ayudarme a tener buenas notas y a que me vaya bien en la escuela.
El director que tuve durante el tercer año de instituto estaba muy adoctrinado con la cultura del partido comunista chino (PCCh). Tenía un mal carácter y regañaba a sus estudiantes de forma histérica. Mis compañeros hablaban a sus espaldas y también le guardaban rencor. Me costó tiempo iluminarme al hecho de que yo era una practicante de Falun Dafa y no debía comportarme como una persona común. Debía de tomarlo todo con un corazón calmado y no conmoverme. Fui capaz de dejar ir mi resentimiento hacia el profesor. Si me reñía o no, no me importaba en absoluto. También animé a mis compañeros a que no hablaran del profesor a sus espaldas.
Desde que hago las clases por videoconferencia desde casa debido a la pandemia, utilizo dispositivos electrónicos a diario. A menudo, cuando estaba cansada de hacer los deberes, jugaba con estos dispositivos. Me di cuenta de que esos dispositivos estaban hechos con tecnología alienígena; cómo cultivadora debería centrarme en elevarme a niveles superiores, ¿Cómo puedo ser controlada por ellos?. ¿No es eso un apego? Decidí no tocar mi celular sino era para hacer los deberes. Después de mantenerlo durante una semana, ya no tuve la tentación de usar el celular.
Mientras hacía la videoconferencia, el profesor nos daba los exámenes. Muchos de mis compañeros utilizaban los dispositivos electrónicos para buscar las respuestas y sacaban muy buenas notas. También intentaban copiarse los deberes los unos de los otros y hacían chuletas para los exámenes. Sabía que debía ser sincero y no hacer trampas. A pesar de que, saqué las peores notas de la clase, de que los profesores me reñían y de que tuve que hacer exámenes de recuperación debido a los frecuentes suspensos, me mantuve haciendo las cosas bien y no hice trampas.
En abril cuando reabrieron la escuela, mis notas mejoraron de repente y obtuve la mejor nota en un simulacro de examen. Mi profesor se quedó boquiabierto. Sabía que el Maestro había desbloqueado mi sabiduría, le agradecí al Maestro y a Dafa desde el fondo de mi corazón y comprendí que esto no habría sido posible si no me hubiera regido por los principios de Dafa y sin renunciar a mis apegos.
Muchos de mis compañeros comenzaron a admirarme; mis profesores también me elogiaron por haber trabajado duro durante la pandemia y me dijeron que tenía mucho potencial. Nunca me tomé en serio sus cumplidos ni me sentí superior a ellos desde que mis notas mejoraron.
El Maestro dijo:
“Para un cultivador, todas las frustraciones que él encuentra entre la gente común le son ordalías para atravesar y todos los elogios le son pruebas para pasar”, (El cultivador naturalmente es parte de ello, “Escrituras esenciales para mayor avance”).
Muchos de mis compañeros me hacían preguntas sobre los deberes. Después de un tiempo, me cansé de sus preguntas y me enfadé. Me quejé de por qué tenían problemas con las preguntas más fáciles. Pero los discípulos de Dafa deben ser desinteresados y pensar siempre en los demás. Debía ver este suceso como una oportunidad para mejorarme. Mis compañeros siempre decían que era fácil llevarse bien conmigo. Mi pupitre de la escuela siempre estaba abarrotado de compañeros.
Durante el fin de semana siempre íbamos a casa de mis abuelos. Siempre lo consideré como una pérdida de tiempo y miraba de centrarme en los deberes. Sé que esta es una noción humana, pero un cultivador necesita poner primero a los demás. Por eso, cada vez que visitaba a mis abuelos, siempre charlaba con ellos y ellos se ponían muy contentos.
Ponía una caja de pañuelos en la mesa de la escuela, siempre se acababan en dos o tres días ya que mis compañeros los tomaban cada vez que pasaban por mi mesa. Mi madre me criticó por ser una derrochadora.
El Maestro dijo:
“Eliminar mediante la cultivación fama, interés material y qing, ascender al firmamento después de la perfección”, (Alcanzando la perfección y completando el gong, Hong Yin).
¿Por qué era tan miserable con los beneficios y ganancias personales? Puede que tenga deudas con mis compañeros de mis vidas pasadas y ahora están recuperando lo que es suyo por derecho. Debía darles las gracias en lugar de enfadarme con ellos.
Cuando voy y vengo de la escuela, recito silenciosamente poemas de Hong Yin. A veces reflexiono para ver si he respetado los principios de Dafa. Como el trayecto de mi clase hasta la cafetería es bastante largo recito en silencio “Falun Dafa es bueno, Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno”.
El tercer año del instituto fue muy agotador ya que me enfrenté a mucha presión académica. Sin embargo, siempre tenía una sonrisa en mi cara y miraba las cosas positivamente. Mis compañeros a menudo se preguntaban como lo hacía para estar feliz a todas horas. Sé que todo esto es posible gracias a las bendiciones de Dafa y del Maestro. También había muchos deberes difíciles y fui la única estudiante de toda la escuela que los acabó todos, nunca fui a clase de tutoría.
En el pasado, siempre tuve problemas con las matemáticas e incluso lloraba durante los exámenes por qué me ponía muy nerviosa. Cuando realmente seguí las normas de Dafa, todas las preguntas difíciles se resolvieron y saqué buenas notas. Además, mi capacidad de memorizar ha mejorado. Aunque llego tarde a casa, siempre saco tiempo para estudiar el Fa.
Quedé tercera de toda la escuela en los exámenes finales. Mis profesores quedaron sorprendidos de mis buenas notas.
Mi condición física también ha mejorado. Solía tener sinusitis e infecciones estacionales de las vías respiratorias, estas enfermedades desaparecieron después de que comencé la cultivación. Durante el segundo año del instituto tenía sobre peso y corría los 400 metros. Después de perder peso, comencé a correr los 2.000 metros con los chicos de mi clase. Mis rasgos faciales también mejoraron y todos mis granos desaparecieron, sé que esto fue gracias a Dafa. De ahora en adelante, seré más diligente y me cultivaré hasta alcanzar la perfección.
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