(Minghui.org) La ley de seguridad nacional de Hong Kong, aprobada por el partido comunista chino (PCCh) en junio de 2020, se considera una amenaza para los derechos humanos en la región, y deja a muchos residentes preocupados por su futuro. Pero esta no es la primera vez que se atacan los derechos humanos desde que Hong Kong fue transferido nuevamente a China en 1997.
Falun Dafa (también conocido como Falun Gong), un sistema de ejercicios y meditación pacífica que se basa en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, ha sido perseguido en China desde 1999. En 2002, varios practicantes fueron detenidos cuando protestaron pacíficamente contra la persecución ante la oficina de enlace del gobierno popular central en la Región Administrativa Especial de Hong Kong (RAEHK). Los practicantes aclararon la verdad y recurrieron la acusación de obstrucción pública ante el tribunal de última instancia. Al final, los practicantes fueron absueltos.
Este caso se cita a menudo como ejemplo de la situación de los derechos humanos en Hong Kong. También se incluyó en el plan de estudios básicos de Derecho de la Universidad de Hong Kong.
Yeung May-wan, una de las acusadas en el caso, es una residente de Hong Kong que lleva más de 20 años distribuyendo materiales y contándole a la gente sobre la persecución. Su experiencia es un reflejo de los esfuerzos de los practicantes por proteger su fe a pesar de la presión de un régimen totalitario.
Protestando contra "Matar sin piedad"
Yeung May-wan, profesora y practicante de Falun Dafa
Yeung May-wan es profesora y creció en una familia numerosa y tradicional. Su tía, Yeung Lai-yin, fue elegida concejal y ocupó varios cargos en Hong Kong. Bajo la influencia de los ejemplos de servicio público de ella y otros familiares, Yeung estaba decidida a seguir su ejemplo y ser una buena persona.
Sin embargo, debido a su mala salud y baja estatura, Yeung no pudo hacer todo lo que quería. Su situación no cambió hasta 1998, cuando su tía en Australia le recomendó que tratara de practicar Falun Dafa.
Esta práctica no solo ayudó a Yeung a ser mejor persona, sino que también le dio fuerza. Un día, cuando llevaba una gran pila de periódicos para repartir, un policía comentó: "Esos periódicos son casi tan altos como usted. Es tan pequeña, ¿cómo puede cargar tanto?". Yeung respondió: "Practico Falun Dafa. Inténtelo y podrá experimentar cosas increíbles también".
Los periódicos exponían la persecución generalizada del PCCh contra los practicantes en China. Para incitar el odio a la práctica, el PCCh produjo propaganda calumniosa y escenificó un incidente de autoinmolación en enero de 2001. Esta calumnia se emitió sin cesar en todas las plataformas de los medios de comunicación de China.
Ante el bloqueo del acceso a los canales de comunicación, los practicantes de Changchun, en la provincia china de Jilin, interceptaron la señal de televisión de la región y difundieron información para desmentir las calumnias del PCCh. Jiang Zemin, el líder del PCCh que lanzó la persecución en 1999, estaba tan furioso que emitió una orden secreta: "Matar sin piedad". En poco tiempo, más de 5000 practicantes de Changchun fueron detenidos. Siete fueron golpeados hasta la muerte y 15 fueron condenados hasta a 20 años de prisión.
Protesta pacífica realizada por 4 practicantes de Suiza y 12 de Hong Kong el 14 de marzo de 2002.
Practicantes de todo el mundo organizaron actividades para informarle a la gente sobre estas tragedias, y cuatro practicantes de Suiza planearon ir a Beijing para apelar. Cuando el PCCh les revocó las visas, fueron a Hong Kong y realizaron una protesta pacífica el 14 de marzo de 2002. Doce practicantes de Hong Kong, incluida Yeung, se unieron a ellos.
Siguiendo órdenes de la RAEHK, más de 70 policías se llevaron a estos practicantes por la fuerza. Algunos presionaron la cabeza de los practicantes, les sujetaron el cuello o les retorcieron los brazos. Al menos un practicante suizo y 8 de Hong Kong resultaron heridos.
Cuando los practicantes se agruparon, la policía los separó, empezando por Yeung, que era baja y delgada. Al ser la primera en ser obligada a entrar en el furgón de la policía, Yeung dijo a la policía que la detención era ilegal, ya que la protesta era pacífica y legal. También escribió a Tung Chee-hwa, entonces jefe del Ejecutivo de Hong Kong, reiterando que los practicantes eran inocentes.
Sentencia y apelación
Era la primera vez que los practicantes de Falun Dafa eran detenidos en Hong Kong por realizar una protesta pacífica. Al principio, dijo Yeung, tuvo miedo. "Como profesora, siempre he enseñado a mis alumnos a obedecer a la policía y a mantener la justicia y el orden". "Ahora sabía que la policía iba a detener a personas inocentes y teníamos que enfrentarnos a eso", dijo.
Después de esto, la HKSAR colocó un jardín fuera de la entrada, haciendo la calle más estrecha para que los manifestantes no tuvieran espacio para estar de pie. En un juicio celebrado el 15 de agosto de 2002, los 16 practicantes fueron declarados culpables de obstrucción pública y "agresión" a la policía.
Ante la injusticia, Yeung y los demás practicantes siguieron aclarando la situación a la policía del distrito local y a otros organismos gubernamentales. Todos los días ella se situaba frente al tribunal de última instancia. Aunque estuviera sola, llevaba un cartel con información sobre la situación para que los transeúntes, incluidos los abogados, pudieran leerlo. También le escribió a diferentes organismos, diciéndoles que los practicantes tenían el derecho legal de practicar su fe y que Falun Dafa representa un gran beneficio para la sociedad.
Los practicantes siguieron organizando protestas mientras se recurría el caso.
Yeung dijo que le contó a la gente cómo al mejorar la salud de los practicantes significaba que el gobierno ahorraba en gastos médicos. "Al practicar Falun Gong", "nuestros estándares morales y nuestro carácter han mejorado: los practicantes son pacíficos y considerados", les dijo.
Después de tres años de duro trabajo, el tribunal de última instancia revocó el veredicto inicial y declaró inocentes a los practicantes. La sentencia también ordenaba a los peatones que se acomodaran a los manifestantes y a los funcionarios para respetar las leyes básicas y de derechos humanos. "La libertad de manifestación es un derecho constitucional. Está estrechamente asociada a la libertad de expresión... Estas libertades están en el corazón del sistema de Hong Kong", señala la sentencia.
Esperanza para los residentes de Hong Kong
Este caso ha despertado una amplia atención pública. El activista democrático de Hong Kong Szeto Wah elogió a Falun Dafa por sus esfuerzos y su éxito en la defensa de la libertad de los residentes de Hong Kong. Dijo que el caso puso en relieve los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia que los practicantes usan para medirse en su vida diaria.
Yeung está agradecida por la fuerza que le da la práctica de Falun Dafa. Al principio tenía miedo porque le preocupaba que se prohibieran las futuras protestas si perdían este juicio. "Sabemos que la Constitución es la máxima autoridad. A menudo me recuerdo que hay que hacerlo bien. Si cada uno de nosotros piensa así, nuestros esfuerzos se unirán y traerán luz y esperanza para el futuro y alejarán la oscuridad", dijo.
Dijo que el mayor reto es ayudar a la gente a entender qué es Falun Dafa y cómo ha beneficiado a sus practicantes. "Como practicante de Falun Dafa he aprendido a ser una buena persona, una persona mejor. Eso significa que tengo que actuar de acuerdo a mi conciencia. Somos dueños de nuestro futuro y, desde nuestro corazón, tenemos que hacer lo correcto", añadió.
Hong Kong es un lugar pequeño con una numerosa población. Los practicantes de Falun Dafa se encuentran en todas las clases sociales. Al ver que los practicantes siguen haciendo los ejercicios y colocando pancartas para denunciar la persecución, muchos transeúntes también se conmovieron. Una persona dijo: "Su determinación nos da confianza y seguridad. Hay esperanza para la sociedad después de todo".
Las pancartas, los carteles y los puestos de los practicantes de Falun Dafa se ven por todo Hong Kong.
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