(Minghui.org) Durante las últimas dos décadas de persecución a Falun Dafa, la Sra. Xie Dewen fue arrestada cuatro veces y padeció dos condenas en campos de trabajos forzados. Sufrió todo tipo de torturas inhumanas, especialmente en el campo de trabajos forzados de Masanjia. Sucumbió a la tortura a la edad de 57 años al fallecer el 21 de enero de 2021.
La Sra. Xie Dewen
La Sra. Xie, residente de la ciudad de Dalian, provincia de Liaoning, China, comenzó a practicar Falun Dafa en 1996. Todas sus enfermedades desaparecieron y recuperó totalmente su salud. Ella seguía los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia para ser amable y considerada con los demás.
Debido a la enorme popularidad de Falun Dafa y al resurgimiento de la cultura tradicional que contrarrestaba la propagación de la ideología comunista, el partido comunista chino (PCCh) comenzó la persecución a Falun Dafa en julio de 1999, la cual continúa en la actualidad.
La persecución y el acoso constantes también dejaron a los ancianos padres de la Sra. Xie viviendo con miedo. No solo la Sra. Xie, también su hermana mayor y su hermano menor fueron arrestados y perseguidos por su fe compartida en Falun Dafa.
El padre de la Sra. Xie quedó tan devastado por tal situación que enfermó después del cuarto arresto de su hija en 2004. Luchó contra su mala salud durante tres años y falleció dos meses después de que la Sra. Xie fuera liberada de una condena de tres años.
Después la Sra. Xie vivió con su madre. En los últimos años vendieron su casa y se mudaron para evitar el continuo acoso de la policía. Su madre, ahora con más de 90 años, no ha podido vivir un solo día en paz y está devastada por el fallecimiento prematuro de la Sra. Xie.
Cuatro arrestos
Después del inicio de la persecución, la Sra. Xie fue arrestada cuatro veces y estuvo encarcelada por un total de cuatro años y ocho meses.
Su primer arresto sucedió el 5 de septiembre de 1999, cuando fue a Beijing para hablar a favor de Falun Dafa. La policía la rastreó hasta un motel en los suburbios de Beijing y la arrestó. Después de tres días detenida en Beijing, la llevaron al centro de detención de Yaojia en Dalian, donde la detuvieron durante 45 días y le extorsionaron 1,500 yuanes.
Fue arrestada nuevamente el 21 de enero de 2000, estando en su casa. Fue detenida en el centro de detención de Yaojia durante 15 días y en la comisaría de policía de Houjiagou durante seis días. Aunque estuvo en huelga de hambre durante toda su detención en protesta por su arbitrario arresto, los guardias la obligaron a pagar 200 yuanes por las comidas.
La tercera detención se produjo en el segundo semestre de 2000. Fue detenida en su casa por agentes de la comisaría de Houjiagou. Estuvo recluida en un centro de lavado de cerebro en el distrito de Zhongshan durante tres días y en detención penal durante un mes antes de ser llevada al campo de trabajos forzados de Dalian durante un año y medio.
El cuarto arresto sucedió la noche del 14 de abril de 2004, mientras distribuía material informativo de Falun Dafa. En la comisaría la obligaron a sentarse en una silla de metal durante 13 horas. Después la policía saqueó su casa. La trasladaron con ambas manos esposadas a la espalda. Fue detenida durante 30 días y luego condenada a tres años en el campo de trabajos forzados de Masanjia, donde sufrió brutales torturas. Los guardias extendieron su condena cinco días más porque se negó a renunciar a Falun Dafa.
Tortura en el centro de detención de Yaojia
Después de sus dos primeros arrestos, la Sra. Xie fue detenida en el centro de detención de Yaojia, donde la torturaron por hacer los ejercicios de Falun Dafa.
Ilustración de tortura: esposada en el piso con cadenas de metal.
En una de las torturas que sufrió, los guardias esposaron sus manos y piernas a un soporte en el suelo durante dos semanas. Cuando protestó, el guardia le metió en la boca un trapo con el que limpiaban el baño. Tampoco abrían sus esposas para que comiera. Cuando alguien preguntó cómo podía comer con las manos esposadas, un guardia dijo: "Déjela que coma como perro".
Torturas en el campo de trabajos forzados de Dalian
Alimentación forzada y atada
Durante su primera condena en el campo de trabajos forzados, la Sra. Xie y otras practicantes hicieron huelga de hambre en protesta por la persecución. Hao Wenshuai, jefe del campo de trabajos forzados de Dalian, las amenazó diciéndoles: “Si no comen, no las trataremos como seres humanos. Las alimentaremos a la fuerza y las trataremos como animales".
Las practicantes fueron alimentadas a la fuerza por un tubo con masa en salmuera concentrada. Los guardias extendieron deliberadamente los tubos y los insertaron profundamente en sus estómagos. La Sra. Xie sintió que el tubo largo formaba dos vueltas en su estómago y vomitaba.
Posteriormente, los guardias usaron otros tubos más gruesos y largos. Cuando los guardias le insertaban rápidamente el tubo en la nariz, ella sentía que le quemaban por dentro y le sangraba la nariz.
Otra practicante, la Sra. Sun Lianxia, murió como resultado de la alimentación forzada.
Durante una sesión de alimentación forzada, un guardia la pisó y la jaló del cabello. Otro guardia la amenazó con quitarle 200 yuanes por cada comida. Después de la alimentación forzada, la Sra. Xie fue encerrada en una jaula de metal. Los guardias la mantuvieron aislada durante siete días, obligándola a permanecer de pie con las manos esposadas a la espalda y no la dejaron dormir.
Después la trasladaron a otra unidad de aislamiento. Los guardias estiraron sus piernas, las envolvieron con cinta adhesiva y la empujaron hacia abajo. Estirar las piernas de esa manera era muy doloroso.
Los guardias utilizaron todo tipo de torturas para tratar de obligarla a renunciara a su fe. Cuando ella se negaba, la obligaban a levantarse y la privaban del sueño. A veces dormía estando de pie y se caía.
Como las torturas no la hicieron ceder, los guardias la obligaron a trabajar al menos 15 horas cada día. Cuando por la noche regresaba a su celda, le ordenaban empaquetar palillos. Hizo huelga de hambre nuevamente para protestar por la tortura y la inyectaban por la fuerza.
Después de las inyecciones, los guardias instigaban a las prisioneras para que le ataran las extremidades a un lecho de muerte en cada esquina de la cama. La cama tenía cinco tablones. Las prisioneras sacaban dos tablones y dejaban tres piezas para sostener el cuello, el trasero y las piernas. Estaba atada a la cama durante todo el día, excepto durante los tres alimentos forzados.
Una reclusa añadió polvo de pimienta picante directamente a su boca a través de un embudo. Sintió que su vientre se hinchó. Cuando fue liberada de la cama tres días después, tenía grandes dificultades para pararse y levantar los brazos.
Reconstrucción de la tortura: atada a un lecho de muerte.
Descargas eléctricas
El 19 de marzo de 2001 todas las puertas de las celdas fueron cubiertas con palabras que difamaban a Falun Dafa y a su fundador. Cada practicante fue obligada a ponerse en cuclillas con ambas manos alrededor de sus piernas para leer las palabras humillantes escritas en hojas de papel que les ponían frente a ellas en el suelo. También fueron obligadas a escuchar canciones ofensivas. Quien se levantaba era arrastrada al pasillo y electrocutada con picanas eléctricas. Fueron heridas física y mentalmente.
En una ocasión, la Sra. Xie fue esposada a la pata de una mesa, con las manos en su espalda y obligada a escuchar grabaciones difamatorias a través de altavoces a gran volumen. También era obligada a leer las palabras frente a ella que difamaban a Falun Dafa y a su fundador.
Tortura en el campo de trabajos forzados de Masanjia
La Sra. Xie fue llevada al campo de trabajos forzados de Masanjia en octubre de 2004, cuando la condenaron al segundo período en el campo de trabajos forzados.
Durante el primer mes tuvo que escuchar propaganda difamatoria y a diario ver videos que difamaban a Falun Dafa, desde las 6:30 a. m. hasta las 10 p. m.
Después del período de lavado de cerebro, fue torturada, incluso colgada y estirada. Comenzó a perder su cabello y tenía dificultad para respirar.
Lo que sufrió año tras año se resume a continuación:
Alimentación forzada, aislamiento y palizas en 2004
Una noche fue aislada después de que gritó: "Falun Dafa es bueno" en protesta por la persecución. En el camino, los guardias le golpearon la cara con pantuflas.
En la unidad de aislamiento la esposaron a un banco y el guardia Liu le pateó el pecho. También fue obligada a escuchar todos los días transmisiones en voz alta que todo el día difamaban a Falun Dafa. A veces las transmisiones duraban hasta la medianoche.
La Sra. Xie hizo huelga de hambre para protestar por la tortura. La guardia Ma Jishan la golpeó y le jaló el cabello con fuerza. Ma también usaba pinzas especiales (como se muestra a continuación) para abrir su boca y alimentarla a la fuerza muy lentamente a través de un tubo insertado en su estómago, durante tres horas cada vez. Como Ma no siempre le quitaba la pinza después de alimentarla, la Sra. Xie no podía cerrar la boca hasta que se la quitaban.
Pinza para abrir la boca
Durante una alimentación forzada, le hirieron el revestimiento del estómago. Casi se asfixia por el abundante sangrado. Después, el médico de la prisión comenzó a dejarle un abrebocas que le dislocó la mandíbula. Cuando le sangraba la nariz durante la alimentación forzada, el guardia Zhang Lei la mojaba con una manguera, empapándola por completo.
La Sra. Xie estuvo aislada durante más de diez días. Cuando la sacaron del aislamiento, los guardias la ataron cuatro días a un banco de tigre y luego la llevaron a un hospital psiquiátrico durante tres días.
En el hospital psiquiátrico, dos guardias de la prisión le inyectaron sustancias desconocidas blancas y rojas. Después sintió que perdía el control de su mente. Mientras la inyectaba, el guardia Ding Taiyong le pellizcó las mejillas. Debido a que la Sra. Xie gritó “Falun Dafa es bueno” como protesta, los guardias abrieron la ventana para dejar que el viento frío soplara sobre ella. También le patearon el estómago y le obstruyeron la boca con una cuerda gruesa.
Golpes y aislamiento en 2005
El 5 de abril de 2005 el guardia Huang Haiyan se sentó a horcajadas sobre el cuerpo de la Sra. Xie para alimentarla a la fuerza. Luego la sujetaron en una silla de hierro, lo que le provocó un severo dolor en las piernas.
El 7 de abril fue atada con otras dos practicantes, la Sra. Sun Shuxiang y la Sra. Wang Shuping, porque se negaron a usar esposas. El subdirector Wang Naimin y varios guardias les patearon el rostro. Como resultado, todas tuvieron hemorragias nasales. La Sra. Sun además quedó con los ojos rojos y con su visión borrosa durante mucho tiempo.
Ilustración de tortura: inmovilizado en una silla de hierro.
El 19 de abril fue llevada otra vez a una unidad de aislamiento donde estuvo detenida tres meses, durante los cuales los guardias la ataron a una silla de hierro dos veces, cada vez durante 14 días.
En esta tortura, le ataron ambas manos a los lados de la silla, con grilletes en las piernas. Después de más de diez días de estar sentada su trasero comenzó a supurar. Solo entonces los guardias desataron una de sus manos para que pudiera sentarse en el suelo.
En la unidad de aislamiento de unos 12 m2 (40 pies cuadrados), los guardias mantenían siempre la puerta y las ventanas cerradas, sin importar el intenso frío de invierno o el húmedo y caluroso verano. Durante el aislamiento, no le permitían lavarse la cara ni cambiarse la ropa, ocasionando un nauseabundo olor en el verano. Los guardias solo le daban de comer pan de maíz y encurtidos y ella se puso demacrada. Como no les daban agua potable, las practicantes solo tenían agua del inodoro para beber. Los guardias frecuentemente también las golpeaban y pateaban.
Alimentación forzada y palizas en 2006
El 23 de febrero de 2006, cuando se negó a sentarse en un pequeño taburete, la empujaron al suelo y la golpearon. También la abofetearon repetidamente en ambas mejillas por gritar "Falun Dafa es bueno". Después de la golpiza, fue obligada a quedarse quieta con el rostro contra la pared.
Repetidamente fue abofeteada por varios guardias porque se negó a usar la ropa de la prisión. En una ocasión, dos guardias varones le quitaron los pantalones para humillarla. Un guardia incluso la amenazó con quitarle la ropa interior la siguiente vez.
Cerca de fines de abril, los guardias Ma Jishan y Zhang Jun la abofetearon el cuarto día en huelga de hambre, haciéndole sangrar la nariz. Luego la obligaron a arrodillarse con la cara contra la pared y la alimentaron a la fuerza. Como de costumbre, le abrieron la boca para alimentarla, dañando sus dientes. Cuando se rompió el tubo de alimentación, la amenazaron con obligarla a pagarlo.
En la mañana del 1 de mayo, la guardia Ma Jishan la ató al lecho de muerte y la golpeó porque no colocó ambos pies de manera uniforme mientras estaba de pie. Dejó el abridor de boca en ella después de alimentarla por la fuerza.
El 2 de mayo, la guardia Ma les dijo a otras guardias que la alimentaran a la fuerza con medicamentos desconocidos, que decían ser medicamentos para la presión arterial. Después sintió una intensa presión en su pecho. La alimentaron a propósito lentamente para aumentar su dolor. Luego, Ma la ató a la cama, amenazándola con torturarla hasta la muerte.
El 4 de mayo, Ma volvió a alimentarla a la fuerza con papilla y dejó las pinzas en su boca durante mucho tiempo. También la ató al lecho de muerte porque la Sra. Xie no llevaba la placa de reclusa.
El 9 de mayo se negó a realizar el trabajo forzado de pelar ajo, por lo que fue obligada a arrodillarse con la cara contra la pared. Cuando se resistió, un guardia le esposó las manos a la espalda y le pateó las pantorrillas. La Sra. Xie se cayó, se golpeó la pierna con el armazón de la cama de metal y la cabeza con el poste de la cama. Luego, los guardias colocaron una silla contra su espalda e hicieron que alguien se sentara en la silla para evitar que pudiera levantarse.
El 10 de mayo seguía rechazando hacer trabajos forzados. Entonces esposaron sus manos por separado a una mesa y a un tubo de calefacción. También la obligaron a ponerse en cuclillas con la espalda contra la mesa. La guardia Ma Jishan le reproducía una grabación difamando a Falun Dafa y le tironeaba del cabello.
Después, los guardias le ataron los brazos a la litera y la dejaron estirada todos los días durante el resto de su condena, que fue extendida por cinco días. Quedó en libertad el 19 de abril de 2007.
Ilustración de tortura: manos estiradas entre camas
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