(Minghui.org) El 22 de febrero de 2021, el parlamento canadiense aprobó una moción que califica de genocidio la persecución a los uigures por parte del partido comunista chino (PCCh). La moción instaba al primer ministro Justin Trudeau a tomar medidas contra esta atrocidad.
Esta moción fue presentada el 18 de febrero por Michael Chong, del Partido Conservador de la oposición. Aunque Trudeau y su gabinete se abstuvieron en la votación, esta moción recibió un amplio apoyo del Bloque Quebequense, el Nuevo Partido Democrático, el Partido Verde y los diputados liberales, con una aprobación de 266-0 en la Cámara de los Comunes.
Cumpliendo con las responsabilidades
Stéphane Bergeron, portavoz del Bloc Québécois en asuntos exteriores, explica la moción el 18 de febrero de 2021.
Durante un debate celebrado el 18 de febrero, Stéphane Bergeron, portavoz del Bloc Québécois en asuntos exteriores, dijo que el PCCh había intensificado las violaciones de derechos humanos contra varios grupos desde principios del 2000.
"Al final de la Segunda Guerra Mundial, el mundo se asombró al enterarse de lo que había ocurrido en los campos de concentración nazis. Tras estos dramáticos acontecimientos, una de las primeras -si no la primera- convenciones adoptadas por las recién fundadas Naciones Unidas fue la relativa a la prevención y represión del genocidio, que Canadá ratificó en 1952 y que, por tanto, impone obligaciones", señaló. "Esta convención define lo que constituye un genocidio y para que se pueda hablar de ello basta con que se contemple una sola situación".
"Sin embargo, aquí estamos hablando de campos de concentración, violaciones, separación de niños de sus familias, trabajos forzados, vigilancia y esterilizaciones masivas, todas las situaciones mencionadas en la convención", añadió.
Disponible en el sitio web de las Naciones Unidas, la Convención sobre el Genocidio fue adoptada en diciembre de 1948 y cuenta con 150 Estados miembros a partir de enero de 2019.
Más concretamente, el término Genocidio se define en el artículo II de la Convención sobre el Genocidio:
Se entiende por genocidio cualquiera de los siguientes actos cometidos con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal
(a) Matar a miembros del grupo;
(b) Causar graves daños físicos o mentales a los miembros del grupo;
(c) Infligir deliberadamente al grupo condiciones de vida elaboradas para provocar su destrucción física total o parcial;
d) Imponer medidas destinadas a impedir nacimientos dentro del grupo;
(e) Trasladar por la fuerza a los niños del grupo a otro grupo.
Bergeron dijo que algunas personas llaman a los campos de concentración del PCCh "campos de trabajo", un término que, en su opinión, ha restado importancia a la brutalidad. Esto es similar a la frase de "el trabajo te hace libre" a la entrada de Auschwitz y otros campos de concentración. En realidad, se produjeron incidentes horribles, como violaciones, separación de niños de sus familias, trabajo esclavo, vigilancia y mucho más.
Sustracción forzada de órganos
Bergeron dijo que el ministro canadiense de Asuntos Exteriores comentó en una ocasión que los hechos mencionados "no están suficientemente documentados" y que la China comunista debería permitir que una misión internacional independiente fuera allí a documentarlo. "El argumento no se sostiene, ya que tanto la Unión Europea como los Estados Unidos, por no hablar de varias organizaciones internacionales, no dudan en hablar de genocidio", añadió.
El Parlamento Europeo publicó un informe en 2016 titulado "Cosecha de órganos en China". Citando una resolución del Parlamento Europeo de diciembre de 2013, decía que los "objetivos comunes de esta práctica [la sustracción forzada de órganos] son los practicantes de Falun Gong, así como los grupos religiosos y las minorías étnicas."
Bergeron añadió que el Congreso de los Estados Unidos también es consciente de este asunto. Tanto la administración actual de los Estados Unidos como la anterior lo calificaron de genocidio. Además, el PCCh ha silenciado a los medios de comunicación occidentales en este aspecto. Después de que la BBC informara sobre el genocidio en China, los funcionarios del PCCh restringieron la expansión del medio de comunicación en China.
Tomando medidas
Elizabeth May, ex líder del Partido Verde, leyó una declaración en el debate. Instó al parlamento canadiense a tomarse en serio el maltrato en China. Dijo que los practicantes de Falun Gong habían sacado a relucir la cuestión de la sustracción forzada de órganos y la tortura, así como las listas de los principales represores. Dijo que debía aplicarse la Ley Magnitsky para exigirles responsabilidades.
Bergeron también espera que el gabinete preste atención a esto. "Colegas de todos los partidos, incluidos los liberales, han reconocido en una comisión parlamentaria que China ha perpetrado un genocidio contra su población uigur", explicó. Por ejemplo, Alexis Brunelle-Duceppe y otros parlamentarios canadienses firmaron una carta abierta titulada "Los Juegos de la Vergüenza", en la que se pedía al Comité Olímpico Internacional que trasladara los Juegos de Invierno a 2022.
"Si la República Popular China continúa con su delirio... genocida. ¿A qué espera el ministro para decir por fin la verdad sobre lo que sabe de lo que ocurre en China y finalmente hacerse eco de la posición adoptada por sus compañeros?", añadió.
"¿Qué hemos aprendido de la experiencia de la Segunda Guerra Mundial? A pesar de la convención adoptada por las Naciones Unidas, cerramos los ojos ante el genocidio de Ruanda. A pesar de esta convención, cerramos los ojos ante el genocidio de Bosnia-Herzegovina", explicó Bergeron. "¿Vamos a cerrar los ojos ante otro genocidio, reaccionando después de los hechos y lamentándonos por lo sucedido? ¡Podemos verlo, es hora de actuar!".