(Minghui.org) Tengo ochenta y cuatro años y comencé a practicar Falun Dafa (también conocido como Falun Gong) en 1995. Tengo muchos recuerdos de mi infancia, yendo a los templos con mi abuela a prender incienso y hacer ofrendas a Buda.
En 1972, visité la montaña Tiantai, que se encuentra cerca de la ciudad de Taizhou, en Zhejiang China. Me tomó nueve horas escalar su cima para poder adorar a Buda.
Cada año, desde 1972 hasta 1995, me quedaba en la montaña desde el día del Año Nuevo Chino, hasta finales de mayo. Después de que mi esposo falleciera en 1992, decidí convertirme en monja y llevar mi ropa de cama y los objetos de uso diario a un templo. En ese tiempo, sentía que la vida era dura y muy amarga.
Con frecuencia me preguntaba: “¿Cuál es el propósito de la existencia humana? ¿Quién soy? ¿Qué debería estar haciendo en mi vida?". Me sentía muy confundida y exhausta, ya que no había nadie que pudiera responder mis preguntas.
Aprendiendo Falun Dafa
En 1995, conocí a una pareja que practicaba Falun Dafa. Me explicaron brevemente el sistema de cultivación y luego me entregaron una copia de Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa. Terminé de leer el libro en dos días e inmediatamente entré en la senda de la cultivación. Estaba absolutamente segura de que había obtenido una enseñanza verdadera, una que me permitiría volver a mi verdadero ser. Desde ese día, ¡mi vida ha estado bañada por la gracia de Buda!
Dejé de visitar templos y en su lugar empecé a cultivar Falun Dafa de todo corazón. También comencé a notar en los practicantes locales, progresos positivos en los estándares de carácter. "¡Falun Dafa ha creado de verdad, una tierra pura en el mundo!". Pensé.
En abril de 1996, junto con compañeros practicantes de otros condados, celebramos nuestro primer taller de videoconferencia de Falun Dafa de nueve días en una clínica local, al que asistieron 49 personas. La asistencia a nuestro segundo taller aumentó drásticamente a más de 300 personas. Poco después, aparecieron numerosos sitios de práctica de Falun Dafa en nuestra localidad. Varios practicantes de buen corazón se ofrecieron como voluntarios para asumir el papel de coordinadores.
La melodiosa música de los ejercicios de Falun Dafa se podía escuchar en la mañana y en la noche en las calles, en los parques y en las plazas centrales. Un compañero practicante cuyo ojo celestial se había abierto vio una enorme cúpula roja que cubría cada sitio de práctica.
En menos de un año de practicar Dafa, mi cuerpo empezó a sentirse muy confortable y ligero. Tan pronto como el Maestro Li (el fundador) comenzó a limpiar mi cuerpo, muchas enfermedades persistentes desaparecieron. ¡También aprendí que el espíritu humano es inmortal y que los seres humanos no evolucionaron de monos o simios!
Cuando comencé a ver grandes avances en la naturaleza de mi mente y mi corazón, comprendí que Falun Dafa es un sistema verdadero de cultivación de Buda, no un qigong ordinario. Por lo tanto, me dediqué a aprender el Fa, hacer los ejercicios y promover la práctica. ¡En tres años, varios miles de personas en nuestra localidad empezaron en la senda de la cultivación!
Cultivar en medio de la persecución
En julio de 1999, el entonces líder del partido comunista chino (PCCh) Jiang Zemin, lanzó la persecución contra Falun Dafa. Los practicantes de todas partes estaban siendo arrestados, golpeados y obligados a dejar de practicar.
Poco después, fui a Beijing para apelar por nuestro derecho a practicar Falun Dafa. También quería que la gente supiera la verdad sobre Falun Dafa y limpiar el nombre de Shifu. Sin embargo, la policía me arrestó más tarde y fui llevada a mi localidad por la oficina local 610, donde me detuvieron durante 29 días. La policía saqueó mi casa y confiscó todos mis libros de Dafa, así como más de 2,000 yuanes ($ 300 USD), que tenía en mi bolsillo.
En marzo de 2001, me llevaron a una sesión de lavado de cerebro y me obligaron a ver programas de televisión que difamaban a Falun Dafa. En septiembre de 2007, fui arrestada mientras distribuía materiales de aclaración de la verdad de Falun Dafa. Mi casa fue saqueada por la policía, que luego me detuvo durante siete días. Varios oficiales lograron extorsionar a mi familia con 30.000 yuanes.
Con la protección de Shifu, logré superar cada tribulación. Presté mucha atención a estudiar y memorizar el Fa y superé muchas dificultades. Después de leer Zhuan Falun una y otra vez, finalmente pude memorizar el libro.
Una vez copié los libros de Hong Yin a Hong Yin V y memoricé alrededor de un tercio de ellos. Actualmente estoy copiando y memorizando Escrituras escenciales para mayor avance (III). Ya he copiado a mano Zhuan Falun tres veces y seguiré haciéndolo en el futuro. El tiempo es muy precioso para mí, por eso lo atesoro y duermo solo cuatro horas por noche.
Contar a la gente la verdad sobre Falun Dafa
Tanto mi familia como mis amigos disfrutan de muchas bendiciones, tales como felicidad y buena salud, por su sincero apoyo a Dafa. Entienden que Falun Dafa es bueno y a menudo recitan: “Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”.
Un día me enteré de que un familiar en una zona rural, cayó en la pobreza por haber gastado casi todo su dinero en costos médicos. Le ayudé económicamente, le di algunos folletos relacionados con Dafa y luego le dije que recitara “Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Poco después, su salud mejoró enormemente y terminó practicando Falun Dafa.
Una vez le aclaré la verdad a una señora de 50 años, luego le di un folleto que le indicaba que recitara: “Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Después me dijo que había tenido cuatro nódulos crónicos en las nalgas, que milagrosamente desaparecieron después de recitar las dos frases por un tiempo. Esto fortaleció su confianza para recitar las frases, así que cuando más tarde le aconsejé que renunciara al PCCh y sus organizaciones afiliadas, ella accedió de inmediato.
Desde 2020, he estado montando mi bicicleta de pueblo en pueblo con otros practicantes, diciéndole a la gente la verdad sobre Falun Dafa. Cuando iba sola, siempre sentía la gran compasión de Shifu cuando la gente me agradecía mis esfuerzos de clarificarles la verdad.
¡Todos los seres conscientes están esperando que los discípulos de Dafa los salven! Precisamente es el sentido de responsabilidad, lo que me inspira a salir y difundir la verdad sobre Falun Dafa.
Avanzando constantemente
Aunque tengo ochenta y cuatro años, ¡parece que solo tengo 60! Esta es una de las muchas bendiciones que he obtenido de Dafa. Todavía tengo muchos apegos, incluido el apego al miedo. ¿Tendrían los dioses miedo de la gente común que está para ser salvada? La única razón por la que la gente puede interferir conmigo es que no entienden la verdad sobre Falun Dafa. Como practicantes, debemos contarle a la gente los hechos, ¡sin importar quiénes sean!
Siento que me es necesario aprender cómo defender el derecho legal de creencia de los practicantes de Dafa. Si yo pudiera hacer eso, podría declarar qué ley y estatuto están infringiendo los represores de la maldad, cuando eligen interferir con lo que queremos hacer.
También necesito cultivar la compasión. El poder de la compasión puede cambiarlo todo, tal que las personas que no conocen la verdad puedan ser salvadas.
¡Me mantendré siempre firme en este sagrado camino de cultivación, haciendo bien las tres cosas! ¡Quiero expresar mi más sincera gratitud tanto al Maestro Li como a todos mis compañeros practicantes!