(Minghui.org) En 1956, formé parte del primer grupo de 30 estudiantes seleccionados por el gobierno chino para estudiar informática en la Unión Soviética. Después de un año de hacer un curso intensivo de ruso, justo después de terminar el bachillerato, fui enviado al Instituto de Ingeniería Eléctrica de Moscú con otros 14 estudiantes chinos. Otro grupo de 15 estudiantes fueron enviados a estudiar al Instituto Estatal de Tecnología de Sant Petersburgo. Fuimos considerados personas afortunadas y los futuros mejores científicos chinos.
En octubre de 1956, 30 estudiantes posan para la foto con los líderes que los despidieron, frente a la estación de tren de Qianmen. Después de siete días de viaje, llegaron a Moscú.
Cinco años y medio más tarde en abril de 1962, los 30 finalizaron sus estudios. Al ser el primer grupo en volver a China después de estudiar en la Unión Soviética, tuvimos buenos trabajos.
Ahora tengo 85 años. En 1998, cuando tenía 63, vi claramente la maldad del partido comunista chino (PCCh), gracias a mis experiencias del pasado. Al mismo tiempo, comencé a practicar Falun Dafa.
Creía en el PCCh
Nací en una zona rural remota del norte de China. A principios de la década de los cuarenta el ejército comunista chino llegó a nuestra aldea para “abrir la zona”. Por la noche solían usar las palas para matar a aquellos aldeanos que estaban en desacuerdo con sus actos y lanzaban sus cuerpos al río. También ordenaron a todas las familias que mataran a sus perros.
En 1946, establecieron la “reforma agraria” en mi zona. Una padre y su hijo fueron etiquetados de “terratenientes” y fueron golpeados hasta la muerte.
De niño, creía en la propaganda del PCCh y pensaba que estaba bien matar al “terrateniente abusador” y al “contrarrevolucionario”.
Mi abuelo paterno era un granjero que trabajaba duro. Según el PCCh, como tenía su propia granja fue considerado un terrateniente y por lo tanto era un enemigo.
Mi abuelo era una persona amable. Él y mi padre abrieron una escuela gratuita en la aldea y compraron la vacuna contra la viruela para todos los estudiantes. Cuando tenía solo 8 años, comencé a trabajar en las tierras de nuestra familia. Mi abuela y mi madre también trabajaban en nuestros campos.
Sin embargo, bajo el lavado de cerebro del PCCh, creí que todos los “terratenientes” eran gente mala y creía que debía separarme de mi familia “mala”.
Durante la “reforma agraria”, después de que el PCCh le quitó las tierras a mi familia, mi madre, mi hermana y yo escapamos de nuestra aldea y fuimos a Beiping, que más tarde se convirtió en Beijing. Allí nos reunimos con mi padre que había escapado antes. En Beiping ayudé a mi familia a repartir periódicos y a recoger chatarra.
Estudié duro y superé el examen de acceso a la escuela primaria, era un buen estudiante. Cómo mi padre me liberó del compromiso familiar, me convertí un buen ejemplo de “anti-feudalismo” en mi escuela. Fui elegido por los gestores de la escuela como miembro de la liga juvenil comunista.
Debido a mis buenas notas y mi “corrección política”, tenía garantizada una plaza en el instituto, donde fui seleccionado para ser miembro del PCCh. Justo después de graduarme fui enviado a estudiar a la ex Unión Soviética. En esa época, todo lo que quería era estudiar bien y hacer algo bueno para mi país.
Convertirse en un “contrarrevolucionario”
Tenía alrededor de 30 años cuando comenzó la revolución cultural. Cómo líder de un grupo de investigación, fui etiquetado como “capitalista de carretera” (un miembro del PCCh que planea restaurar el capitalismo de manera encubierta). Fui expulsado del partido y los guardias rojos me golpearon y humillaron e incluso me hicieron desfilar por las calles llevando un gorro de burro.
Los siguientes tres años, casi todos los días era denunciado y criticado públicamente. Mi castigo era estar sentado en un taburete durante horas. Fui obligado a limpiar los baños y los pasillos. Mis “delitos” incluían, ser un “espía de la Unión Soviética” y ser “hijo de un terrateniente”.
Así fue como fui considerado como un “contrarrevolucionario” aunque yo solo quería servir a mí país.
Cómo el PCCh engañó al pueblo chino
Durante la masacre de la Plaza de Tiananmen en 1989, mi familia vivía en Muxidi, Beijing. Por la noche desde mi balcón podía oír los disparos y a los soldados gritar: “Deténganse!”, y a los civiles decir: “¡Rápido!, ¡Llévenlo al hospital!” -podía ver los incendios a lo largo de la calle Chang.
Esa noche mi sobrina se despertó gritando, nos dijo que ese mismo día por la mañana había estado en el hospital de Fuwai y vio a mucha gente herida y cuerpos ensangrentados por la masacre, estaba horrorizada.
Vimos muchas evidencias que el ejército utilizó balas expansivas contra los ciudadanos. Sin embargo, en las transmisiones el PCCh decía que no dispararon ni un solo disparo contra la gente. ¡Qué banda de mentirosos!
Renuncio a mi trabajo seguro en el gobierno
Después de la revolución cultural algunos de mis antiguos amigos que eran miembros de rango mayor me ayudaron a conseguir mi traslado a Beijing. Conseguí un puesto de mando.
En el pasado, solía creer que los mandos de rango superior eran buenas personas con un alto estándar moral, pero descubrí que era lo contrario. Consiguieron sus posiciones elevadas porqué seguían de cerca las políticas del PCCh, eran buenos mintiendo y engañando a sus superiores. Para entonces, yo estaba completamente desilusionado con el PCCh.
Decidí marcharme, en 1997 dejé mi trabajo estable en el gobierno y me incorporé a una empresa pública. Después creamos una empresa conjunta con Rusia y me destinaron a Moscú.
Mi esposa recobra la salud
En 1997, mi esposa fue diagnosticada con artritis reumatoide. Dado que la medicina occidental no pudo ayudarla volvimos a China para consultar a médicos de medicina China. Al ver que tampoco pudieron curarla decidimos buscar en el qigong. Alrededor del Año Nuevo Chino en 1998, mi esposa se inició en Falun Dafa.
El autor en la Conferencia de Intercambio de Experiencias de Cultivación de Falun Dafa en Moscú de 2016.
Tan pronto como comenzó la práctica, un familiar le advirtió que el PCCh consideraba a Falun Dafa como algo negativo. Mi esposa lo ignoró y dijo que seguiría practicando mientras la ayudara.
Al cabo de dos meses de regresar a Moscú, el reumatismo de mi mujer había desaparecido. ¡Nos pareció un milagro! No creía en el qigong hasta que vimos la mejora de mi mujer, esto me demostró que Falun Dafa no era una escuela de qigong normal. En abril de 1998 también comencé a practicar. Hicimos una visita rápida a Beijing y nos trajimos a Moscú varias cajas de materiales informativos de Dafa. Pronto todas mis enfermedades desaparecieron.
La naturaleza del PCCh
Cuando se publicó los "Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista” en el 2004, mi esposa y yo renunciamos inmediatamente al PCCh.
La verdadera naturaleza del PCCh es la mentira, la maldad y la violencia. Muchos chinos han muerto como resultado de sus “movimientos” después de usurpar el poder en China. Desde 1999 el PCCh ha perseguido a los practicantes de Falun Dafa y ¡ha cometido un crimen con la sustracción forzada de órganos!
Durante este periodo especial de la historia, lo bueno y lo malo se ha vuelto cada vez más claro. Aquellos que continúan persiguiendo a los practicantes deberían preocuparse por el castigo del Cielo.
Como practicante de Dafa, me mantendré firme y no me dejaré interferir por las nociones superficiales. Espero que todos mis excompañeros de escuela y amigos vean al PCCh como lo que es y que renuncien a él. De esta manera no se verán implicados cuando el partido rinda cuentas por sus crímenes. Espero que sean bendecidos por mantener la creencia de que “Falun Dafa es bueno” y que “Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”.