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​La justicia puede llegar tarde, pero nunca falta

Oct. 31, 2021 |   Por Hui Ming

(Minghui.org) En la cultura tradicional china, la tradición de la gente de reverenciar al Cielo, que este las protegerá, siempre fue considerada como una gran virtud. Confucio dijo: "La política significa ser justo". En la antigua China, los funcionarios que gobernaban de forma ética y en beneficio del pueblo eran aclamados como "qing tian" ("cielo claro") en alabanza a su conciencia limpia e integridad, tan "claros como el cielo". Los funcionarios que violaban la ley y trataban al pueblo injustamente eran considerados "traidores".

Según cuenta la leyenda, en el pasado remoto de China, el emperador Shun (2294 - 2184 a.C.) nombró a Gao Yao como ministro de justicia. Defendía las "nueve virtudes" como principios rectores, como resultado nadie fue condenado por error durante su administración, y fue venerado como el "Dios de la Cárcel".

Después de que el estado Qin unificó a China y estableció la primera dinastía imperial de China en el año 221 a.C., el documento oficial "Como debe ser un funcionario" dejaba claro que "los funcionarios deben ser un ejemplo para el pueblo" siguiendo cinco principios: ser fieles y respetuosos, ser honestos y no abusivos, actuar adecuadamente, tener ganas de hacer buenas acciones y ser corteses y generosos. También debían evitar cinco comportamientos poco éticos: exageración, arrogancia, abuso de poder, ser ofensivo con los superiores y valorar más el dinero que el talento. Los funcionarios no podían tratar injustamente a un inocente ni matarlo. Debían castigar lo malo y promover lo bueno.

Durante la época de la "Prosperidad de Zhenguan" (627-649), bajo el reinado del emperador Taizong de Tang, se implantó el "Código Tang", con "ritos y benevolencia" como principios rectores. El "Código Tang" era un código penal complementado con estatutos y reglamentos civiles. El Código Tang fue considerado uno de los mayores logros del derecho tradicional chino y tuvo gran influencia en las dinastías posteriores, así como en Asia Oriental. Duró más de mil años y siguió siendo ampliamente de referencia hasta la dinastía Qing (la última de la historia dinástica de China).

A lo largo de la historia de China, en cada dinastía hubo funcionarios que fueron ejemplos de honestidad e integridad, así como aquellos que abusaron de su poder para beneficio personal y amedrentaron al pueblo. Estos funcionarios corruptos solían ser finalmente castigados. Como dice el refrán: "El bien será recompensado con el bien, y el mal incurrirá en el mal" o "Lo que se da, es lo que se recibe". A continuación se exponen algunos ejemplos de este tipo.

La historia de Zhang Chengxian

Se recoge en Yijian Zhi, una colección de historias de Hong Mai de la dinastía Song del Sur (960-1279), que había un funcionario llamado Zhang Chengxian en Chen Zhou, en la provincia de Henan. Cuando era magistrado en funciones en el condado de Wanqiu, se capturaron dos bandas distintas de bandidos, 15 rufianes en total. Cuando el magistrado regresó, quiso combinar los dos casos en uno solo, para que el número de delincuentes capturados en un solo caso fuera lo suficientemente importante como para que le ascendieran a trabajar en la capital.

Cuando se presentó el caso al gobernador de la prefectura, este pidió la opinión de Zhang Chengxian. Zhang dijo: "No me opongo a que el magistrado del condado sea recompensado y ascendido gracias a este caso, pero si me pide que altere los hechos y combine los dos casos separados en uno solo, no lo haría. Eso equivaldría a inventar historias y fabricar cargos".

Veinte años más tarde, cuando Zhang era funcionario del Departamento de Transportes de Jianghuai, tuvo un sueño en el que entraba en una gran sala y veía al Rey del Infierno sentado en el centro.

"¿Recuerdas lo que pasó en Chen Zhou?", le preguntó el Rey del Infierno a Zhang.

"Sí, vívidamente, pero no tengo el expediente conmigo para mostrártelo", respondió Zhang.

"No importa", dijo el Rey del Infierno. "Tenemos todo registrado aquí. No es necesario que nos proporcione ningún expediente".

Mientras Zhang salía de la sala, cada uno de los dos oficiales del inframundo que estaban en la puerta le dio a Zhang un perno de brocado, diciendo: "Esta es una recompensa que te mereces".

Zhang no tenía hijos hasta entonces, pero ese año tuvo gemelos niño-niña. Siete años más tarde, se convirtió en un alto funcionario de la corte y permaneció así hasta su fallecimiento.

La historia de Qin Di

En Yijian Zhi también se cuenta la historia de Qin Di, que era el hermano menor de Qin Hui, un funcionario notoriamente traicionero de la dinastía Song del Sur. Qin Hui se confabuló con los Jin (enemigos de los Song) para inculpar y ejecutar a Yue Fei, un general patriota muy respetado.

Cuando Qin Di era gobernador de Xuan Zhou, envió a unos alguaciles para que detuvieran a varias personas de la aldea de He que destilaban licor a escondidas. Los aldeanos pensaron que los alguaciles eran bandidos, así que acorralaron a los funcionarios y los llevaron a la oficina del gobernador. Qin Di liberó a los alguaciles inmediatamente y ordenó la detención de tres aldeanos de una misma familia (el abuelo y dos de sus nietos), a los que se acusó de destilar licor en secreto. Los tres fueron atados y azotados 100 veces cada uno. Cuando los desataron, todos habían muerto.

Todos en el gobierno local sabían que el hermano mayor de Qin Di era el canciller, por lo que nadie se atrevió a decir nada sobre la tortura y la muerte de los tres aldeanos, pero justo un año después, Qin Di murió repentinamente.

Un año después, un nuevo gobernador, Yang Yuanzhong, fue nombrado para supervisar Xuan Zhou. Una mañana, mientras se ocupaba de los asuntos públicos en la oficina, dos hombres trajeron a un prisionero, que estaba encadenado. Uno de ellos dijo: "Estamos aquí para conseguir el expediente del caso de la Aldea He". Al ser nuevo en el trabajo, Yang Yuanzhong no sabía nada de ese caso en particular, pero cuando levantó la vista para preguntar por él, los tres habían desaparecido sin dejar rastro.

Desconcertado por la inusual experiencia, llamó a un empleado para averiguar más sobre el asunto. "Ah, de eso se encargó el anterior gobernador, Qin", dijo el empleado y fue a buscar el expediente. Yang se quedó tan sorprendido al leer el expediente que le dijo al empleado que volviera a copiar limpiamente el expediente. A continuación, compró diez mil yuanes en dinero para espíritus y lo quemó todo junto con los expedientes, al darse cuenta de que lo que había visto en su despacho era para hacerle saber que el caso había sido tratado injustamente y que los tres aldeanos habían muerto injustamente.

Parecía que la injusticia cometida en el mundo humano podía ser reparada en el inframundo. Qin Di murió, pero aun así fue considerado responsable y sufrió las consecuencias por castigar injustamente a los aldeanos.

Juicios y veredictos injustos en la China comunista

Desde hace 20 años, los tribunales de China bajo el control del Partido Comunista Chino (PCCh) están juzgando a innumerables practicantes inocentes de Falun Dafa y los condenan injustamente. Los siguientes son solo algunos ejemplos.

El 5 de septiembre de 2003, el Tribunal de Jiutai, en la Provincia de Jilin, juzgó en secreto a siete practicantes de Falun Dafa, a los que no se les permitió hablar ni defenderse. Si un practicante intentaba hablar, un agente de policía le aplicaba una descarga eléctrica. A Lu Yaxuan le arrancaron un diente y todos sufrieron múltiples lesiones por las descargas eléctricas. A veces, los agentes les daban dos descargas eléctricas a la vez o los golpeaban con porras, llegando a romperlas de tanto golpear a los practicantes.

En la mañana del 12 de septiembre de 2005, el Tribunal del Distrito de Xinglongtai juzgó ilegalmente al practicante Sr. Xin Minduo. Las pruebas contra él incluían 1100 CDs, que supuestamente se habían encontrado en su casa, y una lista de lo confiscado que Xin supuestamente había firmado.

"¿La firmó usted?", preguntó el abogado. "Nunca. Nunca he firmado nada desde que fui detenido ilegalmente", respondió el Sr. Xin.

Un agente de policía proporcionó entonces una foto de los CD que, según él, se habían encontrado en la casa del Sr. Xin.

"Es una prueba falsificada", objetó Xin. "Mi casa tiene un suelo de baldosas, mientras que estos CDs están apilados en una piso de madera. No son de mi casa".

Ni el juez ni el agente de policía respondieron, y Xin fue condenada en secreto a 13 años de prisión sobre la base de cargos inventados.

Se hará justicia

Desde que comenzó la persecución en 1999, Dong Benjun, exdirector de la Comisaría de Policía del pueblo de Qinghe, en la ciudad de Ji'an, en la región de Tonghua, provincia de Jilin, lo siguió a Jiang Zemin (exjefe del PCCh) en la ejecución de la persecución a Falun Dafa.

Fue personalmente responsable de las detenciones ilegales de al menos 12 practicantes. Algunos de ellos sufrieron repetidas detenciones, sus familias fueron acosadas con frecuencia, y algunos fueron condenados a prisión varias veces, o incluso murieron como resultado de la persecución. Dong dijo a los practicantes que detuvo: "No nos preocuparemos por los que se dedican a la prostitución u otras actividades ilegales. Solo los arrestamos a ustedes, los de Falun Dafa".

Una de las víctimas fue Cui Weidong, un joven estudiante universitario en esa época. Cui fue a Beijing a pedir justicia por Falun Dafa y fue detenido ilegalmente. Dong golpeó a Cui con un palo de escoba, diciendo: "¡Te mataré a golpes! Te mataré hoy mismo".

Cui fue detenido posteriormente en el Centro de Detención de Ji'an, donde murió a consecuencia de las torturas a la edad de 31 años. Poco después, sus padres murieron de una enfermedad provocada por la pérdida de su único hijo.

La Sra. Luo Xizhen fue perseguida y obligada a quedarse sin hogar durante más de diez años. También fue condenada a prisión en tres ocasiones, por un total de ocho años y medio.

Otro practicante, el Sr. Piao Jingwen, fue detenido y encarcelado varias veces, dejando a sus dos hijos pequeños sin atención. La persecución a Falun Dafa ha hecho sufrir a innumerables familias y muchas personas se ven obligadas a vivir con miedo.

El exdirector de policía Dong desarrolló síntomas de neuralgia en 2006, y vivía con un dolor insoportable. Fue condenado en una ocasión por revender madera con fines lucrativos, y su esposa murió antes de tiempo por la enfermedad. Tras luchar contra la neuralgia durante más de una década, Dong murió en el patio de la casa de un amigo en junio de 2021.

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