(Minghui.org)
¡Saludos Shifu, saludos practicantes!
Tengo de 48 años y comencé a practicar Falun Dafa en mayo del 2020. A continuación quiero compartirles mis experiencias a lo largo de este año.
Encontrando el Fa
Encontré a Falun Dafa de una forma muy peculiar, lo cual fue mirando una novela en Netflix de origen chino histórico; en ese tiempo me gustaba mirar las mismas en mis ratos de ocio por sus paisajes, vestuarios, y por las artes marciales; en esta novela los protagonistas hablaban sobre la cultivación. Me pregunté ¿qué era la cultivación?, así que busqué por internet y encontré un sitio web en español acerca de Falun Dafa, no puedo explicar muy bien cómo fue pero enseguida empecé a escuchar el seminario impartido por el Shifu y hacer los ejercicios. No me pregunté mucho acerca de lo mismo y tampoco al principio entendí muy bien qué era eso de cultivarse, solo tuve un acto de fe y comencé a practicar.
Todo fue muy rápido, ya que después de escuchar y ver el video de la Primera Lección, esa misma noche mientras dormía sentí un calor recorriendo mi cuerpo y al día siguiente me sentía de lo más bien, también durante las lecciones siguientes, una noche sentí y pude ver cómo unas entidades negras eran arrancadas de mi cuerpo e incluso pude sentir que una me mordió, fue muy vívido el momento.
Soy ingeniera de profesión, y antes de descubrir Dafa, siempre estaba analizando cada evento con detalle para encontrar la causa del mismo, había perdido mi creencia en lo divino en la vorágine de esta sociedad, solo creía en lo que podía ver con mis propios ojos y era palpable con mis manos y que solo existían las cosas en esta dimensión, todo mi conocimiento se basaba en las leyes físicas aprendidas en el curso de mi educación, pero al obtener el Fa, solo escuchaba las lecciones y podía ver y sentir cómo mi mente de a poco se iba tranquilizando hasta llegar a sentir un gran vacío en mi interior que jamás imaginé que existiera tal estado, como si todas las preocupaciones hubieran desaparecido instantáneamente. También, Shifu me hizo ver que existen otras dimensiones incluso en el mismo momento y espacio, solo que no podemos percibirlas si seguimos las leyes que nos fueron impartidas en las escuelas desde nuestra niñez. Al principio podía ver algunas luces que se acercaban a mí con mis ojos cerrados, luego pude ver las mismas con los ojos abiertos, ahora puedo ver como un cúmulo de luces muy brillantes, es como un cielo de noche muy estrellado, se acerca a mi tanto y lo puedo ver tanto con los ojos cerrados como abiertos, este cúmulo de luces están en otra dimensión en el mismo espacio y en el mismo momento en donde estoy. También en algunas ocasiones, sobre todo a la mañana antes de poder abrir mis ojos por completo he podido ver imágenes que se me aparecen como si estuvieran en una pantalla de televisor en blanco y negro, y las mismas también están en otra dimensión.
Todo esto hizo que pusiera más esfuerzo en estudiar el libro Zhuan Falun, volviera a escuchar las lecciones y siguiera practicando los ejercicios.
De a poco pude volver a creer en la Divino, las palabras del Shifu en el Lunyu (Zhuan Falun) siempre vienen a mi mente recordándomelo:
“… las manifestaciones que no pueden ser tocadas ni vistas en el espacio de los seres humanos, pero que existen objetivamente y pueden reflejarse real y concretamente en la realidad de los seres humanos –incluidas la espiritualidad, la fe, las enseñanzas divinas y los milagros de los dioses–, bajo el efecto de la negación de los dioses, nunca se atreven a tocarlas”.
Las primeras pruebas
Lujuria
Una de mis primeras pruebas fue la lujuria, al principio tuve dos sueños en donde no pude pasar la misma, en los mismos aparecía un hombre apuesto que se me insinuaba amablemente y yo no lograba darme cuenta, me sentía muy mal al despertarme, pedía perdón por no pasar la misma, enviaba pensamientos rectos para la misma. En el tercer sueño se me apareció el demonio de la lujuria, algo muy feo, negro, enorme, con cara diabólica y en ese momento pude gritar: “No, no me molestes, soy una Dafa Dizi”, y de repente pude ver al demonio desapareciendo. Cuando me desperté pude ver una gran luz blanca girando encima de mi cabeza. Esta vez pude pasar la prueba y sentí un gran alivio en mi corazón.
Envidia
Otras pruebas, fueron sobre la envidia, las cuales fueron más numerosas, comparto algunas de ellas:
Una de ellas fue en un sueño, en el cual estaba con mis hermanas y mi mamá y ellas decían que mi hermana había bajado mucho de peso y estaba muy bien y yo sentía una envidia terrible porque también había bajado de peso y lo había hecho mejor que mi hermana y ellas no se daban cuenta: no me di cuenta que era una prueba hasta que me desperté y analicé mi sueño, me di cuenta que no pude pasar esta prueba
Otra, fue en una reunión de trabajo, en la cual una de mis compañeras hizo un corte abrupto en la misma cuando yo estaba hablando y sentí como si no me prestara atención, como si no fuera el centro de la misma, lo reconocí de inmediato y vi que es una apego a ser el centro de atención y que me molestó que no me vean así.
En una ocasión, recibí un e-mail de un cliente en donde me marcaba algo incorrecto y sentí que mi corazón se movió con un sentimiento muy feo con el apego de querer tener siempre la razón y que no soportaba que me corrigiera. Miré hacia adentro y vi mi apego, agradecí en mi corazón a este cliente que me hizo ver el mismo.
En otra ocasión en una reunión de trabajo sentí envidia cuando un compañero alababa a dos de mis compañeras y elegía a una para ocupar un puesto y no a mi (aunque yo no lo quisiera al puesto, igual sentía algo raro). Luego busqué el motivo y me di cuenta de que era el apego de la envidia ocultándose muy sutilmente, porque no sentí que se moviera mi corazón pero si sentía algo extraño.
La envidia es un apego muy fuerte y es muy difícil dejarlo, y muchas veces no me doy cuenta de la misma, pero me he dado cuenta de que leyendo el Fa me es más fácil detectarla. La envidia también puede traer consigo el sentimiento de injusticia que no es fácil de soltar, porque no entendemos el Fa profundamente. En una oportunidad pude pasar por la siguiente experiencia: había un compañero de trabajo que siempre lo veíamos incompetente, pero este compañero fue ascendido para ser jefe de un proyecto, la envida afloró en todos nosotros, porque no entendíamos por qué había pasado esto, incluso una de mis compañeras renunció al trabajo. En ese momento yo tampoco lo entendí y me quedó ese sentimiento de injusticia. Pero luego al leer el Fa acerca de la envidia:
“… tú consideras que eres capaz de hacer todo bien, pero no lo tienes en tu vida; él no hace nada bien, pero lo tiene predestinado en su vida y por eso le dan un puesto importante” (Séptima lección, Zhuan Falun).
Me quedó claro este principio y pude dejar ir ese resentimiento.
El apego a competir
El apego a competir también fue bastante intenso, incluso llegué a competir con mi marido por un examen de inglés, en mi corazón estaba el deseo de poder hacer mejor y más rápido el examen, me di cuenta que era una prueba pero fue muy difícil poder atravesarla ya que es muy fuerte el apego de ser superior a los demás.
Antes de conocer Falun Dafa, practicaba taekwondo con lo cual siempre surgía en mí el espíritu competitivo y de superioridad de que podía hacer los ejercicios mejor que mis compañeros, no me podía contener en ese entonces. Luego de un tiempo, dejé de practicar esta arte marcial porque aunque no tenga cosas de qigong, tiene principios que seguir y esto podría embrollar mi cultivación.
Este corazón de competir va moliéndose poco a poco, ahora me siento más ligera en este aspecto y ya no me surge el deseo intenso de competir con los demás.
El egoísmo
Un jefe de cierta sección se acercó en una ocasión y empezó a hablarme de un nuevo puesto de trabajo y sin decir nada más mi corazón empezó a galopar porque pensaba que me iban a ofrecer un puesto mejor al que tengo o más interesante. Surgió mi corazón de interés personal y exultación. Solo pensé en mí y no en lo demás. Lo analicé y pude ver mi apego fundamental, el egoísmo, por el cual seguramente caí en este estado de ser humano, como dice Shifu en su Primera Lección.
El egoísmo es un apego que me impide ser benevolente con los demás, poner primero a los otros en lugar de mi persona. Lo sigo trabajando a diario y siempre trato de recordar el siguiente Fa del Shifu:
“Si siempre eres misericordioso, tratas a los demás benevolentemente, consideras a los demás al hacer cualquier cosa, y cada vez que se presenta un problema piensas primero si los demás podrán aguantar o no y si dañas a otros o no, entonces no surgirá ningún problema. Por consiguiente, debes refinar gong según estándares altos, exigirte con estándares aún más altos” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).
Qing de la familia
Otro apego muy fuerte es el qing hacia mis hijos. Tuve varios sueños al respecto.
En uno de ellos, soñé, que mi nena no volvía a casa, eran las 19 hs y ella aún no aparecía, había ido a danzas y tenía que volver a casa a las 16 hs y no regresaba. En el mismo hice lo imposible para buscarla, moví cielo y tierra.
En otro sueño, soñé que alguien, algo negro no me dejaba avanzar en mi casa y se acercaba a mi nena y no podía detenerlo, grité varias veces su nombre y le pedí a mi marido que la salvara, luego él me despertó.
Escuchando la Tercera Lección del Maestro, en una parte dice que los sentimientos son demonios, esto lo relacioné con lo que me pasó en mis sueños. Me esfuerzo en dejar este sentimiento y que me aparezca el de compasión por todos los seres conscientes.
Tengo tres hijos, y sé que la única forma de salvarlos es trasmitiéndoles la verdad y que ellos puedan también cultivarse.
Cultivando Ren
Me he dado cuenta de que no son los grandes problemas en donde tengo que cultivar mi paciencia, (porque cuando los mismos aparecen estoy más preparada) sino en las pequeñas cosas.
En una oportunidad, surgió un evento en donde mi nena me gritó delante de una persona a la cual yo temía perder la cara, mi corazón se movió y reconocí que estaba a punto de saltar la ira pero la pude contener, agradecí pasar por esta situación.
En otra ocasión, me levanto temprano y me preparo para una clase de inglés por Zoom, pero pasa la hora y la profesora no aparece, me doy cuenta de que me empiezo a poner nerviosa, mi tolerancia está a punto de desaparecer, me digo: tal vez la profesora tuvo un inconveniente y no puede estar, tal vez cayó la conexión de red. Me contengo y me doy cuenta de que hay que tomar con ligereza estos asuntos.
Las pruebas de tolerancia siguen siendo abundantes, todo el tiempo mi paciencia es puesta a prueba. En esto siempre trato de mantenerme tranquila y serena, como dice el Shifu en el Fa:
“Siendo nosotros personas que refinan gong, repentinamente se pueden producir conflictos. ¿Cómo hacemos? Si mantienes en todo momento un corazón misericordioso y una actitud serena y pacífica, al encontrarte con problemas podrás actuar bien, porque eso da espacio para amortiguar” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).
Ahora puedo pasar esta prueba con más fluidez, pero aún hay veces que me enojo antes de poder dar un paso atrás y poder amortiguar. En esto tengo que seguir cultivándome mejor.
Monje menor
Estando en la cocina, lavando los platos me surgía siempre el pensamiento de por qué me toca lavar los platos, limpiar la casa y así con otras tareas de la casa.
Leyendo la lección en donde habla del Monje Menor:
“Pero ese monje menor que prepara el fuego y cocina no necesariamente tiene una cualidad innata pequeña. Mientras más amarguras soporte el monje menor, más fácilmente se le abrirá su gong, y cuantas más comodidades goce ese monje superior, más difícil le resultará abrir el gong, porque esto conlleva la cuestión de la transformación del yeli. El monje menor siempre trabaja dura y fatigosamente, así paga más rápido su ye, se ilumina más rápidamente, y quizás un día de repente se le abre el gong” (Séptima Lección, Zhuan Falun).
Esto me hizo darme cuenta de lo bueno que es hacer estas tareas y ya no me quejo en absoluto.
Eliminando el yeli
Caminando por la calle me encontré con un compañero de trabajo que no me saludó y me miró muy mal, me dije que le pasará, luego me puse a pensar y me acordé lo que dijo el Shifu de que de pronto alguien te insultará o te empujará en la calle y eso es el yeli.
Shifu dijo:
“Todos aquellos corazones que no puedes dejar entre la gente común, hay que hacer que los dejes. Todos los corazones de apego, siempre que los tengas, tienen que ser molidos y desechados en todo tipo de ambientes. Se te hace tropezar, y desde dentro de esto te iluminas al Dao; el xiulian transcurre simplemente de esta manera” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).
También al principio, cuando comencé con la práctica de Falun Dafa, mi familia no entendía qué hacía y mi marido se enojaba conmigo, al principio no entendía su enojo porque estaba realmente haciendo algo bueno, pero luego leyendo el Fa del Shifu en donde habla al respecto puede entender y agradecí esta situación. Shifu dijo:
“Si haces otras cosas, tu cónyuge no se ocupa tanto de ti, pero aunque esto en sí básicamente sea una cosa buena, él siempre se pone en tu contra. En realidad te está ayudando a eliminar tu yeli, pero él no lo sabe” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).
Recientemente, uno de mis jefes se acercó a mi oficina totalmente enfadado reclamándome que me había excedido de un presupuesto, estaba tan enojado de tal modo que su cara estaba toda negra, no pude decirle nada porque realmente no podía entender tanto enojo, luego entendí también que me estaba ayudando a eliminar mi yeli.
Compartiendo con otros practicantes
La semana del 13 de mayo de 2021 viajé a Buenos Aires para encontrarme por primera vez con otros practicantes para festejar el Día Mundial de Falun Dafa y el cumpleaños de nuestro Maestro.
La experiencia fue muy linda sobre todo porque pude sentirme como en casa y crecer en mi cultivación. Tuve varias experiencias:
En la Embajada China de Argentina mientras estaba repartiendo volantes a los autos, de repente llegó la policía y sentí miedo y rogué que no se acercara a mí, no tuve coraje para decirle qué estábamos haciendo. Una practicante lo hizo y luego la coordinadora les habló y reinó la tranquilidad y paz. Increíble el campo recto que emanaba de estas practicantes.
En la plaza Palermo en el último día también un policía me dijo mientras estaba repartiendo volante a una señora en un auto (la cual estaba muy feliz de escucharme): “Flaca a la vereda”, al principio no tuve miedo, y el policía se alejó de mí, pero se acercó al grupo que hacía los ejercicios y empezó a discutir con los practicantes, puede ver el enojo y el aire se volvió raro, luego la coordinadora hablo con ellos y después de un rato el campo estuvo recto y tranquilo y los policías no dijeron nada, es más nos ayudaron a que una persona que decía ser comunista no nos molestara. Yo quedé con miedo y por un buen rato no pude tranquilizar mi corazón que saltaba como un conejo, me sentía avergonzada por no poder pasar esa situación, no pude dar más volantes a los autos, pero veía y admiraba a otra compañera practicante como lo seguía haciendo.
En las reuniones de intercambio de experiencias me sentía como muy ligera y podía hablar fluidamente, muy raro en mí. Podía sentir la energía de los practicantes y el ambiente calmo, tranquilo y recto.
Leyendo el Fa todos los días
Trato de ser diligente con el estudio del Fa, me levanto todos los días a las 5:30 para leer en grupo con otros practicantes, aunque a veces me dan ganas de seguir durmiendo hago un esfuerzo y me levanto, no dejo que me venza el cansancio. Hace poco empezé a memorizar el libro Zhuan Falun, he avanzado con el Lunyu por el momento, me es difícil porque me distraigo un montón, cuando puedo detectar la distracción, retomo y vuelvo a empezar. Leer el Fa todos los días me ayuda a recordar que soy una cultivadora.
Validando el Fa
Al principio acercarme a la gente para hablar de Falun Dafa fue una tarea difícil porque pensaba en mi reputación y en el qué dirán.
Es así que un día vino el presidente de la nación, Alberto Fernández para la firma de un contrato con la empresa en donde trabajo Y no encontré la forma de acercarme a él y hablarle de Falun Dafa, y mirando en mi interior me di cuenta que no estuve lo suficientemente decidida a traspasar las barreras para acercarme.
Tuve una entrevista radial y en la misma pude hablar de Falun Dafa. No se dio la oportunidad de hablar de China y la persecución y quedó pendiente enviarle esa información al conductor.
Desde entonces, he estado hablando de Falun Dafa con las personas que conozco, pero aún me falta enviar información a mucha gente de mi trabajo que me ha solicitado, también aún me falta hablar más de Falun Dafa y aclarar la verdad a muchos compañeros de trabajo. Esto es algo que debo superar y hacerlo como parte de mi vida, soy una cultivadora y una Dafa dizi en este último periodo de la rectificación del FA, así que tiene que ser más natural y sin apegos y como pide Shifu con mucha compasión.
En mi familia, tanto mi marido, como mi mamá, dos de mis hermanas y uno de mis hijos han aceptado el Fa, y algunos de ellos han comenzado a practicar Falun Dafa.
Recientemente, surgió un viaje al exterior por trabajo, la empresa en su momento pidió que los que viajaran estuvieran vacunados contra el Covid19, como en mi caso no estoy vacunada, me dio la oportunidad de hablar con un gerente y contarle acerca de mi Fe. El gerente me escuchó muy atentamente y dijo que iba a elevar al directorio mi caso. Después de un tiempo, la empresa me comunicó que decidió no pedir vacunación obligatoria para viajar. Esto hizo que muchos de mis compañeros que habían optado por no vacunarse, también tuvieran la oportunidad de viajar.
Comenzando las prácticas con otras personas
Debido a la pandemia, durante el 2020 no se pudieron realizar las prácticas locales. Recientemente, nuestra área se abrió y nos permitió comenzar con las prácticas.
Me tocó mostrar los ejercicios, y al principio sentí mucha inseguridad de si podría hacerlo bien, pensé como persona común, luego me dije que esto es sobrenatural y son los Fashen los que se encargan de corregir los cuerpos de las personas, con este pensamiento puede fluir y todo salió bien.
Cultivándome en el trabajo
Trabajo más de 9 horas diarias, y al principio mi apego al trabajo era uno de mis mayores apegos. Todo giraba en torno al mismo y no podía desprenderme. Un día escuchando a la coordinadora de Argentina (FXH) en los intercambios semanales, ella dijo que si ponemos a Dafa primero y luego a lo demás, todo es más simple. Con eso en mente y siendo más diligente en el estudio del Fa pude empezar a dejar poco a poco mi apego al trabajo y poner por delante a Dafa.
Soy coordinadora de equipo y mi trabajo ahora es principalmente de gestión de recursos, eso hace que siempre esté lidiando con diversos corazones humanos, con sus emociones, con sus sentimientos. Falun Dafa me ha ayudado un montón en este aspecto, porque ya no me involucro en los diferentes qing humanos, soy más objetiva y eso hace que las relaciones sean más simples y sencillas. Y aprovecho cada oportunidad para hablarles de Dafa a mis compañeros.
Hace muy poco tuve que viajar al exterior (a Turquía) y ser líder del equipo, fue todo una odisea este viaje. Uno de mis compañeros no pudo viajar porque dio positivo para Covid19, eso hizo que el equipo se preocupara, me miré hacia adentro y vi que no había prestado atención a las interferencias que podían surgir, así que me puse firme con mis pensamientos rectos para eliminar cualquier interferencia y desde entonces todo empezó a fluir. Al llegar al lugar también sentí mucha interferencia, como algo muy denso, no podía leer el Fa y tampoco podía hacer los ejercicios. Hice mucho esfuerzo para poder leer aunque solo fuera un párrafo, hacer los ejercicios y enviar pensamientos rectos. Fue realmente muy difícil mantenerme firme en Dafa y en varias ocasiones me comporté como una persona común olvidándome de que soy cultivadora.
Mejorando día a día
Lo que he notado desde que comencé con Falun Dafa es que estoy mucho mejor en tolerancia (Ren), voy a las reuniones de trabajo más tranquila, trato de no enojarme, lo mismo con mi familia.
Aún no me sale el espíritu de benevolencia (Shan), trato pero no sale aun fluidamente. A este espíritu lo perdí en algún momento de mi vida, ya que hubo una vez en mi adolescencia que quería ser monja y este espíritu lo tenía muy bien desarrollado y lo fui perdiendo.
Con respecto a los pensamientos, estoy mejor, veo que se acerca un mal pensamiento y puedo expulsarlo como si no me perteneciera: tengo la imagen de que estoy sentada con ambas piernas cruzadas vistiendo de celeste y todos mis pensamientos están afuera y no pueden cruzar el círculo si no les permito.
Sigo atravesando pruebas de Lujuria, aunque en menor medida, en algunas ocasiones cuando aparecen imágenes en el televisor o aparecen en mis pensamientos, trato de no prestarles atención y me esfuerzo mucho, trato de pensar que no son míos los mismos, así voy avanzando. Tato de recordar siempre el párrafo acerca de lujuria: “No soy una persona común, soy una persona que refina gong; ustedes no me traten de esta manera, yo cultivo Falun Dafa” (Sexta Lección, Zhuan Falun).
También sigo con pruebas de envidia, en algunas ocasiones puedo verla antes y pasar la prueba, pero muchas otras veces no, se esconde muy sutilmente, luego me doy cuenta y la elimino.
Cuando hablo con las personas o me olvido de hablarles de Falun Dafa o no me animo porque pienso que no lo van a entender o aceptar, pienso que soy yo pero en realidad no es así, ¡tengo que ser más fuerte y dejar mis conceptos humanos! Todas las personas merecen ser salvadas, no soy yo quien para decidir, tengo que ser más firme, es Shifu el que las salva.
En mi familia, mi marido está también practicando Falun Dafa firmemente, ambos nos ayudamos, nos marcamos los apegos en forma directa y eso nos ayuda a avanzar día a día un poquito más.
Seguiré firmemente en este camino de cultivación, estudiando más el Fa y siendo más diligente. Gracias Shifu por despertarme.
¡Gracias Shifu, gracias practicantes!
Presentado en la Conferencia de Intercambio de Experiencias de Falun Dafa en Argentina 2021