(Minghui.org) Antes de comenzar la práctica de cultivación en Falun Dafa, tenía muchos prejuicios. Con frecuencia criticaba directamente a aquellos que no cumplían con mi estándar de rectitud y me negaba a interactuar con aquellos que yo creía que eran poco amables y egoístas.
No creía tener ninguna falla y sentía que era una buena persona con una alta moralidad.
En los primeros años después de empezar a aclarar la verdad, no me daba cuenta de mi problema y seguía aferrada a mis nociones.
Solo quería acercarme a aquellos que creía que eran buenos. Estaba dispuesta a aclarar la verdad a estas personas repetidamente con gran paciencia, incluso si no entendían los hechos al principio.
Pero con las personas que no tenían buena reputación, no quería ni siquiera abrir la boca. Pensaba que no estaban calificados para escuchar la verdad.
Apreciando a todas las vidas después de entender los principios del Fa
Después de estudiar mucho el Fa junto a los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista y Desintegrando la cultura del Partido, me di cuenta de que muchos pensamientos derivaban de nociones basadas en la cultura del malvado partido y que se debían al lavado de cerebro.
Shifu Li dijo:
"Al que quieres, tú lo salvas, al que no quieres, no lo salvas, así, ¿cómo se puede salvar a los seres conscientes?" (Fahui de Nueva York 2016).
¡La enseñanza del Fa del Maestro me impactó! Comprendí que no debo hacer juicios basados en el comportamiento superficial de las personas. Muchos de ellos eran en realidad de niveles muy altos, y sus lados sabios esperaban ser salvados. ¡Por lo tanto, debemos darnos prisa para tratar de salvar a todos!
Una pareja se mudó después a mi vecindario. Solo unos días después de que se mudaron, el esposo murió repentinamente.
Al poco tiempo, unos hombres indecentes comenzaron a visitar a la mujer viuda. A todos los vecinos les disgustaba la mujer, y nadie quería hablar con ella.
En el pasado, nunca hubiera querido hablar con ese tipo de persona, pero cambié mi mentalidad. Pensaba que debía haber una razón para que ella pudiera obtener un cuerpo humano durante el tiempo de la difusión de Dafa.
También me di cuenta de que ella era probablemente un ser consciente de alto nivel, y esperaba obtener la salvación. Atribuí su comportamiento inmoral al malvado partido comunista chino (PCCh), porque era el PCCh el que había arruinado la moralidad social en China.
Tomé la iniciativa de contactarla, y después de que nos conocimos, empecé a contarle los hechos sobre Falun Dafa. Ella aceptó fácilmente los folletos y el calendario de Año Nuevo. También aceptó renunciar al PCCh, a la liga juvenil, y a los jóvenes pioneros.
Fue respetuosa conmigo y me felicitó varias veces frente a sus amigos. Dijo que yo era una buena persona porque practicaba Falun Dafa.
Más tarde se volvió a casar y comenzó a vivir una vida sana. Todos los vecinos también cambiaron gradualmente su opinión sobre ella.
En mi anterior lugar trabajo tenía un compañero que hacía mal su trabajo, le gustaba pelear, y decía malas palabras. Casi nunca le hablaba y no lo respetaba cuando trabajaba allí.
Tampoco le aclaraba la verdad porque pensaba que no estaba capacitado para oírla. Pero cuando me di cuenta de que necesitaba tratar a todas las vidas con compasión, las cosas funcionaron totalmente más allá de mis expectativas.
Un día, cuando salí a aclarar la verdad, vi a un antiguo colega, que estaba esperando el autobús. Me saludó cordialmente y me dijo que me veía muy joven.
Le dije que nunca había tenido ninguna enfermedad, incluyendo resfriados o fiebres, durante los últimos 20 años, porque estaba practicando Falun Dafa. Luego miró a su alrededor y me recordó que tuviera en cuenta mi seguridad.
Me conmovió y le aclaré la verdad. No se opuso. Cuando le pedí que renunciara al PCCh, se sintió un poco incómodo y dijo que tenía miedo de perder su trabajo. Le dije que la renuncia no tenía por qué ser pública y que podía no usar su nombre real. Entonces aceptó.
También me dijo que consiguió un nuevo trabajo en el gobierno municipal, siendo su principal responsabilidad monitorear a los practicantes de Falun Dafa.
Al escuchar eso, inmediatamente le dije que no era un buen trabajo, pero que, si utilizaba la oportunidad para proteger a los practicantes de Falun Dafa, podría acumular una gran virtud y ser bendecido.
Él respondió: "Seguro que recordaré lo que dijiste. Por favor, confía en mí. Nunca dañaré a los practicantes de Falun Dafa, y por favor también cuídese".
Me conmovió mucho y comencé a llorar: "¡Gracias! Confío en usted. Por favor, asegúrate de recordar recitar: "Falun Dafa es bueno, la Verdad-Benevolencia-Tolerancia es buena". ¡Le deseo todo lo mejor a usted y a su familia!".
¡Esas fueron lágrimas de gratitud para el Maestro, y una bendición de corazón para esa vida!
Le dije a Shifu en mi corazón: "Shifu, por favor, tenga la seguridad de que lo haré bien y que no permitiré que los pensamientos negativos interfieran con mi salvación de los seres conscientes por más tiempo". Apreciaré cada vida y haré el mejor uso de mi tiempo para salvar a más gente".
No ser afectado en medio del caos
Cuando el virus PCCh (Covid-19) estalló a principios de este año, mantuve la calma y no entré en pánico.
Pero cuando vi las escenas trágicas de seres conscientes asesinados por el virus en NTDTV, me sentí muy triste y no pude contener mis lágrimas. Sentí un deseo aún mayor de ayudar a salvar a más personas.
Mi ciudad estaba cerrada, y casi no había nadie en la calle. Entonces decidí usar mensajes de texto para aclarar la verdad.
Escribí un mensaje que era breve, pero directo. La idea era decirle a la gente que podían liberarse del virus creyendo firmemente y recitando las nueve palabras milagrosas: "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".
Envié el mensaje a un grupo de personas que conocía, y luego llamé a uno por uno. Todos respondieron y aceptaron felizmente recitar las palabras milagrosas.
Algunos de ellos dijeron: "¡Todavía nos recuerdas en estas circunstancias!". Me agradecieron repetidamente.
Les dije: "Pueden agradecer al Maestro de Dafa, ya que es nuestro Maestro quien nos enseñó a hacer esto".
Algunos de ellos trabajaban para el gobierno o en las divisiones de la seguridad pública, la procuraduría o en el tribunal, y algunos estaban directamente a cargo de los asuntos de Falun Dafa.
Cuando anteriormente les aclaré la verdad, la mayoría pudo aceptarla. Pero algunos no lo hicieron. Sin embargo, esta vez, aquellos que habían rechazado la verdad aceptaban ahora mi petición.
Entonces, empecé a poner carteles de Falun Dafa en el edificio de apartamentos donde vivo. Después de terminar mi edificio, puse algunos en la zona residencial vecina.
También salí con otros practicantes para aclarar la verdad cara a cara. Cuando visitaba a los parientes o amigos, siempre llevaba algunos folletos conmigo, que todos aceptaban con gusto.
En mi anterior lugar de trabajo, había un compañero que era oficial que estaba de baja del ejército. Teníamos una buena relación. En esa época, cuando intentaba aclararle la verdad, siempre evitaba la conversación cambiando de tema. Cuando lo volví a ver durante la pandemia, aproveché la oportunidad para aclararle la verdad de nuevo.
Cambió totalmente su actitud, aceptó de inmediato renunciar al PCCh y también aceptó algunos materiales. ¡Me sentí feliz por él desde el fondo de mi corazón!