(Minghui.org) Cuando uno de los compañeros de clase de mi esposo supo que el cáncer en fase avanzada de su hígado había hecho metástasis en los pulmones, le pedí a mi esposo que le dijera que mucha gente con enfermedades terminales se habían recuperado después de recitar una frase auspiciosa “¡Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!”.
Después de que mi esposo se puso en contacto con él, su compañero comenzó a repetir la frase y dijo que estaba mejorando. Dos meses más tarde, fue al hospital para un examen y no había rastro de cáncer.
¡Qué gran noticia! Luego, quise transmitir esta historia a un hombre que me encontraba a menudo por la calle. La gente decía que había sido jefe de policía. Tenía alrededor de 70 años, tenía la barriga hinchada y parecía que estaba gravemente enfermo.
Un día llovía ligeramente y había pocos transeúntes en la calle. Me encontré con un hombre delante del supermercado y mantuvimos una agradable conversación. Fue muy amable y me preguntó: “Eres una practicante de Falun Dafa, ¿cierto?, ¿cuál es tu nombre?”.
Le dije mi nombre, él me dijo el suyo y dijo: “Realmente eres buena gente”. Me explicó que otro director que era practicante de Falun Dafa le había hablado de la bondad de Dafa. Sabía que Falun Dafa era bueno y ya había renunciado al partido comunista chino (PCCh).
Entonces le pregunté por su salud. Se levantó la camisa y me enseñó que tenía una enfermedad rara parecida al herpes de zóster. Recibió tratamiento durante mucho tiempo, sin embargo, aún no se había curado. Había visitado varios hospitales y gastado más de 100.000 yuanes. Además, la piel de la superficie parecía estar curada pero aún tenía dolor en su abdomen.
Le di una memoria USB que contenía videos de aclaración de la verdad y le dije que los viera. Le prometí que estaría mejor. Presionó sus manos y me dio las gracias. Fue un momento muy emotivo y sentí que el tiempo se detenía momentáneamente, también junté mis manos en el pecho y nos miramos. Pude sentir su sincera gratitud y le deseé lo mejor.
Más tarde pensé en ese hombre ya que su nombre me era familiar. Entonces de repente recordé que hace 20 años él era el jefe de policía de mi zona. En esa época, yo viajé a Beijing a apelar por Falun Dafa y fui arrestada. La policía me escoltó hasta su comisaría. Él fue el que durante un interrogatorio dio un golpe en el escritorio y me maltrató verbalmente.
Mientras él estuvo en el cargo, estaba bajo el control del PCCh y fue engañado para que cometiera malas acciones mientras perseguía a los practicantes de Falun Dafa. Ahora sufría una enfermedad como retribución por sus malas acciones. Afortunadamente, le di la oportunidad de conocer los hechos sobre Falun Dafa para que pudiera juzgar por sí mismo y liberarse de las mentiras, un regalo que no tiene precio. ¡Me sentí feliz por él!
Creo profundamente en la ilimitada misericordia del Maestro Li y en la grandeza de Dafa!. Cada persona tiene la oportunidad de ser salvada, lo cual espero que aprecie.