(Minghui.org) El Dr. Zou Xiangyang, que fue profesor en el Instituto de Tecnología de Changchun, en la provincia de Jilin, murió el 29 de noviembre de 2018 después de que casi dos décadas de ser perseguido por su fe en Falun Dafa hicieran mella en su salud.
Compartimos este relato en memoria de nuestro querido maestro. El doctor Zou tenía un carácter noble, era de mente abierta, inteligente, estudioso y amable y quería a sus alumnos como a sus propios hijos.
Dr. Zou Xiangyang
Un punto de inflexión en su vida
El Dr. Zou era el octavo hijo de su familia. Cuando nació, la comida era muy escasa y, debido a la falta de nutrición, era un niño débil y poco saludable. Su familia también tenía antecedentes de enfermedades cardíacas. Solo tenía tres años cuando su padre murió a la edad de 42 años. Su segundo hermano mayor murió a los 49 años. Ver morir a sus familiares a edades tempranas le hizo preocuparse por su propia salud.
Tras obtener una maestría en la Escuela de Industria de Jilin en 1992, el Dr. Zou aceptó un puesto en la Escuela de Arquitectura de Changchun, en lugar de continuar con su doctorado. Debido al estrés laboral y a su propia debilidad física, empezó a tener problemas cardíacos: a veces, su ritmo cardíaco era de solo 50 latidos por minuto, lo que era tan lento que a menudo se quedaba en la cama por miedo a sufrir un paro cardíaco. Al mismo tiempo, sufría una grave neurastenia y tenía que tomar pastillas para dormir. Había probado todo tipo de ejercicios y tratamientos médicos en vano. Su vida era realmente miserable.
En 1995 empezó a practicar Falun Dafa. En menos de un mes, sus dolencias desaparecieron por completo. Se volvió tan sano y enérgico que se volcó en su trabajo y en la investigación científica. Preparaba sus materiales para cada clase con gran atención al detalle. La clase que dirigía obtuvo la mejor puntuación media en los exámenes finales de 1995.
El Dr. Zou fue el primer profesor de la Facultad de Arquitectura de Changchun que obtuvo el título de doctor. Se graduó en el Instituto de Tecnología de Harbin con un doctorado en julio de 2000. Con este título, podría haber aceptado un trabajo mejor en otro lugar tras su graduación. Pero decidió quedarse en el mismo puesto en beneficio de la escuela.
Triste reencuentro: ¿qué pasó con nuestro profesor?
Volvimos a nuestra alma mater veinte años después de graduarnos, ansiosos por ver a nuestro antiguo profesor. Pero encontramos a nuestro querido profesor en un estado lamentable. El Dr. Zou estaba discapacitado y cojeaba al caminar. Había perdido la movilidad de los dedos y ni siquiera podía sostener los palillos. Nos parecía que cada célula de su cuerpo había sufrido mucho.
Antes era sano, feliz y afable. ¿Qué le ocurrió?
Nos enteramos de que el Dr. Zou había sido perseguido tan severamente que había estado al borde de la muerte varias veces. Había sido detenido cinco veces y encarcelado dos veces en campos de trabajos forzados. Las detenciones se produjeron en su casa, de camino al trabajo o incluso desde el aula.
Mientras estaba detenido, el Dr. Zou había sido torturado y amenazado en numerosas ocasiones. Nos asombra cómo nuestro profesor, que antes era delgado y de elegante porte, había sobrevivido a ese trato. Y nos resulta casi imposible comprender el miedo y la intimidación que sufrieron su mujer y su hijo pequeño, especialmente el niño, que puede haber quedado marcado por la experiencia.
Brutal persecución
El 4 de marzo de 2002, el Dr. Zou fue detenido en el aula por varios agentes del departamento de policía de Changchun. Lo ataron a una silla metálica, lo golpearon, lo abofetearon y le dieron descargas eléctricas. La tortura duró toda la tarde y continuó hasta la noche. Al día siguiente lo llevaron al centro de detención de Tebei durante un mes y luego lo trasladaron al campo de trabajos forzados de Chaoyanggou para cumplir una condena de tres años.
En el campo de trabajo, el Dr. Zou sufrió todo tipo de insultos y torturas. Le obligaron a sentarse en una pequeña silla durante largas horas, hasta el punto de que le sangraban los glúteos. Desarrolló sarna, y su cuerpo estaba cubierto de ampollas y pus. Aun así, le obligaron a realizar trabajos no remunerados, como el cultivo de verduras, trabajos de construcción y la fabricación de materiales de embalaje.
La tortura mental aplicada al Dr. Zou fue extremadamente cruel. A menudo se le obligaba a ver vídeos que calumniaban a Falun Dafa o a leer materiales difamatorios. Se lo obligó a escribir "informes de pensamiento" mensuales. Se lo privaba de dormir y se lo obligaba a sentarse en un frío suelo de cemento si sus informes de pensamiento no se ajustaban a las exigencias de la prisión.
El 9 de octubre de 2002, el Dr. Zou estaba trabajando en el campo de maíz cuando su esposa llegó y le dijo que su madre había fallecido. El temor de su madre por la seguridad del Sr. Zou la había sometido a un gran estrés mental. En el campo de trabajo le dijeron al Dr. Zou que tenía que renunciar a Falun Dafa como condición para asistir al funeral de su madre. El Dr. Zou se negó y, después de un impasse en el campo de maíz durante dos horas, finalmente se le permitió asistir al funeral de su madre.
En septiembre de 2003, la esposa y el hijo del Dr. Zou fueron llevados al campo de trabajo. Para obligar al Dr. Zou a renunciar a Falun Dafa, el campo de trabajo ordenó a su mujer que lo amenazara con el divorcio. La familia quedó traumatizada por la prueba.
El 7 de abril de 2004, un guardia animó a los reclusos delincuentes a torturarlo. Le gritaban, golpeaban y no lo dejaban dormir. La tortura hizo que la visión del Dr. Zou se volviera borrosa, con manchas oscuras en su campo de visión. Esta condición persistió incluso hasta su muerte. Los reclusos también lo aislaron de otros practicantes, amenazaron y obligaron a sentarse en el suelo de cemento. También lo obligaron a ver vídeos que calumniaban a Falun Dafa.
Como resultado de la persecución fue adelgazando. Su peso bajó casi 12 kilos en poco tiempo. También sufría de tuberculosis y derrames pleurales. Estaba tan débil que tenía enormes dificultades para caminar. El 25 de mayo de 2004 fue finalmente puesto en libertad condicional por motivos médicos.
El Dr. Zou había sido acosado sin parar desde que el partido comunista chino (PCC) inició la persecución contra Falun Dafa en 1999. El acoso continuó incluso después de su liberación y se intensificó aún más durante los actos políticos del PCCh, las grandes conferencias u otras "fechas sensibles".
A pesar de que se había esforzado mucho en su trabajo, el Instituto de Tecnología de Changchun también participó en la persecución del Dr. Zou. En octubre de 2000 debió ser promovido a profesor asociado. Como no renunció a su fe, le quitaron el ascenso. En 2005, fue degradado de instructor a técnico de laboratorio, y privado de su derecho a enseñar.
Logros destacables
El Dr. Zou seguía siendo optimista a pesar de vivir en un entorno tan duro y difícil. Quería y se preocupaba por sus alumnos. Compró libros para sus alumnos con su propio dinero. Quería que sus alumnos no solo sacaran buenas notas, sino que fueran amables y considerados.
Después de 2005 no se le permitió dar clases a los alumnos en el aula por su persistencia en la fe. Sin embargo, siguió dando clases particulares voluntariamente a cientos de estudiantes para sus exámenes de acceso a la universidad, exámenes de recuperación y repetición de clases. Respondía a las preguntas de los estudiantes sin importar la hora del día. También ayudó a muchos estudiantes a obtener buenos resultados en el concurso nacional de diseño estructural para estudiantes universitarios y en el concurso nacional de mecánica para estudiantes universitarios.
En su investigación científica, el Dr. Zou era muy meticuloso. Con muy pocos fondos de investigación, terminó dos proyectos de investigación científica y un proyecto de resistencia estructural a los terremotos con buenos resultados. También publicó una serie de artículos sobre mecánica estructural.
El Dr. Zou nunca pensó en su propio beneficio personal. Siempre siguió los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia para disciplinarse y ayudar a los demás. Fue desinteresado en la forma en que ayudó a otros profesores y a sus estudiantes en sus investigaciones, su enseñanza, sus trabajos y diversos concursos. Se ganó el respeto, el amor y los elogios de muchos estudiantes.
Anécdotas
Una tarde del invierno de 1996, el hijo del Dr. Zou, de seis años, recogió 400 yuanes cuando jugaba fuera. Le dijo a su hijo que devolviera el dinero donde lo había encontrado para que el dueño lo encontrara.
Aunque vivía de forma frugal, el Dr. Zou gastaba dinero en trajes de alta calidad para dar clases. Creía que vestir bien daría una mejor imagen a sus alumnos y les daría un buen ejemplo.
Para que los alumnos pudieran hacerle preguntas, el Dr. Zou siempre les daba su número de teléfono antes de que se graduaran. También guardaba los números de teléfono de los alumnos.
La justicia en el corazón del pueblo
El Instituto Tecnológico de Changchun permaneció indiferente ante la muerte del doctor Zou. Sin embargo, más de cien estudiantes vinieron de todas partes para asistir a su funeral. En su último viaje, el Dr. Zou no estuvo solo, sino que contó con la adoración de todos los que le recordarán.
El Dr. Zou podría haber hecho una fortuna dando clases particulares a sus alumnos. Pero se negó a aceptar un céntimo. El dinero fue insignificante para él toda su vida. Un estudiante que se había graduado hacía años se enteró de sus penurias económicas y le envió 1.000 yuanes. Aceptó a regañadientes la oferta solo después de que el estudiante insistiera. Fue la única vez en toda su vida que aceptó un regalo de sus alumnos.
Tras el fallecimiento del Dr. Zou, una de las clases que había impartido donó más de 80.000 yuanes a su familia.
El Dr. Zou fue realmente un gran maestro. A través de sus contribuciones altruistas y su convicción, inspiró a sus alumnos a esforzarse por ser mejores personas, beneficiando a muchas generaciones futuras