(Minghui.org) Tras los persistentes esfuerzos de los practicantes de Falun Dafa para aumentar la conciencia sobre la persecución a su fe en las últimas dos décadas, muchos de sus familiares comprendieron los hechos y apoyan a sus seres queridos en defensa de Falun Dafa. En dos casos de acoso en el municipio de Xishui, provincia de Hubei, los familiares de los practicantes los defendieron y echaron a los oficiales que fueron a acosarlos.
Esposo de una practicante: "¡Vete, no eres bienvenido aquí!"
Dos oficiales de policía, un hombre y una mujer, fueron a la casa de una practicante mayor en agosto de 2019. El esposo de la practicante, que no practica Falun Dafa, los detuvo afuera de la puerta, "¿Qué estás mirando? Los practicantes de Falun Dafa son todos buenas personas. La sociedad está tan podrida pero no te importa, todo lo que sabes es cómo suprimir a la gente honesta. Vete, no eres bienvenido aquí". Los dos oficiales no pudieron hacer nada y se fueron.
Familiares se resisten al acoso
Un grupo de oficiales armados acosó a cuatro practicantes del 16 al 20 de octubre de 2020, entre los que se encontraban Huang Simei, Cai Guilian, Chen Chunzhi y Chen Haiguo. Los familiares de los practicantes se opusieron firmemente a la persecución e impidieron que los oficiales se llevaran a los practicantes.
Mientras acosaban a los practicantes, los oficiales solían esperar fuera de sus departamentos y se metían en las casas por la noche cuando los hijos de los practicantes llegaban de asistir a la sala de estudio nocturno de la escuela.
Los oficiales siempre iban en un grupo grande, pero parecían tener miedo de los practicantes y sus familiares. Cuando les preguntaron por qué iban a sus casas por la noche, los oficiales dijeron que estaban investigando un gran caso. Solo cuando los familiares de los practicantes les pidieron una orden de registro, los oficiales cambiaron de rumbo y admitieron que eran policías y fueron a buscar a los practicantes de Falun Dafa.
Algunos de los familiares de los practicantes hablaron con los oficiales en voz alta, para que sus vecinos supieran lo que estaba pasando allí. En algunos casos, insistieron en bloquear a los oficiales fuera de su puerta.