(Minghui.org) Hace algunos años, la hermana menor de mi esposa sufrió una incesante hemorragia vaginal. Toda nuestra familia se preocupó. Mi esposa la persuadió para que practicara Falun Dafa. Colgó la imagen del Maestro en su casa, quemó incienso, se arrodilló y dirigiéndose al Maestro, le dijo: "Me cultivaré diligentemente si la hemorragia se detiene".

Al día siguiente, la hemorragia se detuvo. ¡Dafa es tan milagroso y maravilloso! Vino a mi casa a darle a mi esposa la buena noticia. ¡Me alegré mucho por ella!

Su hijo es un hombre sabio. Se arrodilló ante la imagen del Maestro cuando escuchó que su madre se había recuperado. Pero su marido planteó esta cuestión: "¿No será todo una coincidencia?". Mi cuñada le señaló que eso no tenía sentido. Entonces, se echó a reír antes de arrodillarse ante la imagen del Maestro y quemar incienso. Toda la familia estaba feliz y el hogar se llenó con la calidez de la primavera.

Me exilié en 2018, debido a la persecución a Falun Dafa. Me suspendieron el salario. Mis padres derramaban muchas lágrimas, mientras que mis parientes y amigos se preocupaban por mi situación. Viendo aquello, mi cuñada se deprimió y poco a poco se fue alejando de Dafa. Durante los dos últimos años, solo en contadas ocasiones, leyó los libros de Dafa o ayudó a algunas personas a renunciar al PCCh. A veces, acudía a clases de baile para mantenerse en forma. Así que cuando practicaba Dafa lo hacía con poco entusiasmo.

Sufrió una recaída de una antigua enfermedad y comenzó a padecer otras viejas dolencias. Acabaría falleciendo poco después.

Fue algo muy triste. Lo que quiero decir es: "Compañeros practicantes, ¡hagan bien las tres cosas, por favor! Piensen en cuánta cultivación ocupa vuestra mente. Si están en un estado similar al de mi cuñada, ¡será muy peligroso! ¡Despierten y aprovechen estos últimos momentos!".